Mané Fernández, vicepresidente de FELGTBI: «Fui un niño transexual sin referentes, sólo sabía cuál iba a ser mi castigo»
ASTURIAS

El activista no «teme» a los discursos de odio que, pese a ser minoritarios, hacen mucho ruido y pide que se deje de ver la identidad de género desde la «perspectiva de la genitalidad y la bilogía»
16 abr 2022 . Actualizado a las 14:06 h.Mané Fernández Noriega es vicepresidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais y Bisexuales (FELGTBI), y activista de XEGA, colectivo LGTB de Asturias. Cuando nació fue bautizado como María Inés y, después de un larguísimo proceso que recorre la mayor parte de su vida con dolor y con lucha, llegó a vivir su verdadera identidad. Mané lleva muchos años de activista, trabajando por la consecución de derechos para este colectivo, para que cada uno pueda vivir su «vivencia real», e incluso ha participado en la elaboración del proyecto de ley de igualdad LGTBI y no parara hasta que «la realidad LGTBI sea una perspectiva de igualdad en todos los ámbitos sociales y no sea visto como la diferencia».
-¿Cuándo hablamos de identidad de género?
-Ahora mismo hablamos de la identidad de genero y no de identidad sexual porque, precisamente, a nivel internacional cuando hablamos de identidades sexuales estamos hablando tanto de orientación como de identidad. Lógicamente diferenciamos identidad sexual, dentro del debate qué hay, de la identidad de género por la perspectiva biologicista. Nosotros no hablamos de desde una perspectiva biologicista y desde una perspectiva corporal para basarnos en la identidad de las personas, es decir, la biología, lo corporal y lo fisiológico no marca tu identidad. Tu identidad puede tener otra existencia y otras características, y, es más, ni siquiera vincularte a ninguna de las identidades normativas o identidades dentro de la diferencia binaria que tenemos a nivel social. El problema esta en que mensajes, de un pequeño sector pero que hace mucho ruido, hablan de la identidad desde una perspectiva biologicista, genitalista que es la que nosotros descartamos. Lo que nosotros venimos diciendo desde hace mucho tiempo es que la genitalidad y la biología no es lo que da la identidad al ser humano.
-¿Qué es exactamente la teoría queer?
-El gran problema de todo eso esta ahí, que siempre se ha dicho que el movimiento LGTBI es queer y no es así. Una parte del movimiento LGTBI puede ser queer pero la gran mayoría no lo es. Es una teoría. Es una teoría filosófica, política… llámalo como quieras, pero es una teoría. No es una realidad. No es algo que marque e identifique a una persona, es algo que te puede identificar como cualquier tipo de teoría o realidad que tu puedas seguir, pero el movimiento LGTBI no es, en general, un movimiento queer. ¿Por qué nos relacionan con el movimiento queer? Por la base, que es romper con las normas establecidas para volver a construir desde la base. Desde ese punto podríamos decir que sí somos queer, porque estamos diciendo que lo que hasta ahora se ha mantenido como normativo no es «el todo» y, que lo normativo no es excluyente para la diversidad. El ser humano es diverso y es tan diverso como seres humanos hay en el mundo porque nada, ni nadie, es igual al de al lado, ni siquiera la genitalidad. Si desde ahí vemos la teoría queer sí somos queer porque somos diversos, pero no quiere decir que todo el colectivo LGTBI lo sea.
-«Nadie nace en un cuerpo equivocado», es el libro de dos psicólogos asturianos y es muy crítico con este tema. ¿ha oído hablar de él? ¿qué opinión tiene sobre el libro?
-Sí, sí he oído hablar de él. Lógicamente nadie nace en un cuerpo equivocado, nuestros cuerpos son nuestro. El problema está en como la sociedad lee esos cuerpos, ahí esta lo que te comentaba de la normatividad, hemos hecho esa lectura de los cuerpos y que la sociedad los vea desde una perspectiva equivocada. Hemos hecho que la veracidad parezca esa… pero no es así. El titulo de su libro no tiene nada que ver con cómo nosotros utilizamos esa frase. Ellos hablan desde un punto de vista genitalista y normativo, y nosotros hablamos desde la perspectiva de la diversidad. Los cuerpos son muy diversos, y la genitalidad no marca una identidad. Lo que nos vienen a decir, con ese título, es que tenemos que seguir viviendo en una normatividad y desde esa genitalidad seguir manteniendo unas identidades que el colectivo, sobre todo el trans, nos está diciendo que no es así. Que lo que hemos mantenido hasta ahora no es así, que las identidades son muy diversas y los cuerpos también.
- «Nosotros tratamos de decir que es muy importante la atención psicológica cuando un niño o adolescente tiene disforia de género. Antes de que emprenda esa transición, con daños irreversibles», son las palabras de los autores del libro
-¿Qué es un cambio irreversible? La OMS ya dijo, en el 2019, que la transexualidad no es una enfermedad, si no es una enfermedad ¿por qué queremos buscar una causa?... No hay ninguna causa. Lo único que somos es usuarios de un sistema sanitario, pero como muchas otras personas, eso no quiere decir que tengamos ninguna patología y menos una patología mental, que es el diagnostico que se nos ha dado durante muchísimo tiempo. Hay que tratar de ver las cosas desde otra perspectiva, informar y educar a la sociedad para que la misma empiece a ver que la diversidad existe y que la patología viene dada por la presión social que hemos tenido encima todo el tiempo. Las personas trans, cuando somos usuarios del sistema sanitario es precisamente por la transfobia que sufrimos porque nuestra realidad no es comprendida y no por ser trans. Creo que lo que hay que cambiar es eso y no buscar en la persona transexual algo que no existe.
-Uno de los puntos de su teoría es que «la teoría queer genera problemas a los niños con asuntos de identidad de género que antes no tenían»
-No existe ningún tipo de problema. Ni existía, ni existe, ni existirá. Yo fui un menor transexual lo que pasa que en mi época yo no sabía cuál era mi vivencia y mi vivencia real, y, obviamente, que me he tenido que ocultar porque, socialmente, sabía cuál iba a ser mi castigo, pero eso no quiere decir que no lo haya sido. Por supuesto que lo fui, pero no pude vivir mi vivencia de niño transexual porque no tuve referentes, ahora estamos cambiando eso y podemos hacer que esos niños, que han existido toda la vida, puedan vivir su realidad desde una libertad y desde una igualdad con el resto de sus iguales.
-¿Debería la psicología abrirse a la teoría queer?
-Lógicamente, sí. Yo creo que, la psicología, lo que tiene que hacer es dejar las ideologías a un lado y, realmente, ver y no buscar patologías por buscarlas. Con esa búsqueda de patologías lo que podemos hacer es crear frustraciones, y que la frustración lleve a esa persona a padecer otra patología que no tiene nada que ver con su identidad real. Tenemos que dejar de hablar desde una perspectiva psicológica y científica y hacerlo desde la diversidad y entender que es una realidad más del ser humano.
-Las personas que rechazan esta diversidad, que reniegan de la incongruencia de género, y dicen no ser tránsfobas ¿es posible sostener esta afirmación?
-No, lógicamente no. El solo hecho de que se le quiera poner un diagnostico es transfobia y no hay duda. Cuando tú pones un «pero» a cualquiera de estas realidades es que algo no estas entendiendo, porque la diversidad no es una patología. La diversidad es algo inherente del ser humano.
-¿Dónde está la línea entre la ignorancia y la transfobia?
-Creo que va muy paralela. Por eso hablamos de la importancia y la necesidad de la educación y de la educación sexual. Es necesario seguir hablando de la diversidad y que estos temas sigan saliendo en los ámbitos donde la juventud socializa. En la educación reglada es imprescindible que se hable de esto y, sobre todo, cuando estamos hablando de facultades que, en un momento dado, pueden sacar libros como los que están sacando… ¡que son profesores! Que son catedráticos… ¿qué esta fallando? Pues la educación sobre este tipo de temas.
-¿Cómo ve la ley LGTBI que está impulsando el Ministerio de Igualdad?
-Nosotros estamos trabajando en ella y estamos trabajando de la mano con el ministerio y diferentes colectivos. Hemos sido los que, en parte, desbloqueamos que la ley pudiese salir adelante y llegara al consejo de ministros para poder pasar la brecha de la auto determinación. En ellos estamos y creemos que en esta legislación sí va a salir adelante.
-Hay voces, entre ellas grupos feministas, que desacreditan la ley trans o no la consideran feminista, incluso apuntan a que interfiere o perjudica la lucha, ¿qué opina?
-Podríamos decir que los delitos, en esta situación, también se dan un poco. Es una parte del movimiento feminista muy pequeña pero que hace mucho ruido y que, en un momento determinado, podríamos decir que tiene poder. La mayoría de los discursos que están teniendo son falacias, uno de los discursos que han tenido, por ejemplo, es el de las cárceles. Las mujeres trans llevan entrando en las cárceles, en el modulo de mujeres, mucho antes de esta ley, en el 2006 en este país se aprobó una circular interna de instituciones penitenciarias donde permitía que las mujeres transexuales que no tuvieran el cambio registral pudiesen elegir al modulo al que ir y desde esa época hay mujeres transexuales en módulos de mujeres. Yo quiero que me den la estadística de violación porque nosotros si podemos hablar de la perspectiva de las mujeres transexuales en los módulos de los hombres, de lo que pueden sufrir y si existen violaciones o no en esa perspectiva. Cuando se habla de que va a vulnerar la ley de violencia de género, el articulado pone claramente que el delito va a ser juzgado en base a la identidad registral que tenían en el momento de cometer el delito… es decir ¿a qué le tenemos miedo?
-¿Qué papel juega la sociedad en todo este proceso?
-Yo creo que tenemos un alto porcentaje de la sociedad a nuestro favor. Estuvimos analizando encuestas y analíticas que salieron al respecto de este tema y hay un grandísimo porcentaje de mujeres que están a favor de la ley. Yo creo que la sociedad ha entendido más cosas de las que nos pensamos. Vuelvo a repetir, puedo sonar pesado, pero eso son minorías. Minorías que hacen mucho ruido y hay ocasiones en las que no nos dejan ver realmente lo que hay detrás. Yo pienso que la sociedad y el movimiento social, en general, está con nosotros y entiende el por qué de la necesidad de esta ley y el por qué de legislar por la igualdad y los derechos humanos que es de lo que estamos hablando.
- ¿Cree que las personas entienden realmente la lucha y el sufrimiento interno que vive una persona transexual? ¿Qué la sociedad entiende la necesidad de esta ley?
¿Cuál es el problema que tenemos en España? Que las personas transexuales seguimos estando patologizadas por una ley del 2007 pero eso no quiere decir que lo nuestro sea una enfermedad. Sí, yo creo que la sociedad si entiende esta necesidad, que hay que legislarla desde una buena legislatura y que hay que legislar porque esto se regule y porque se acabe de una vez por todas con LGTBI fobia. Creo que entienden y son capaces ver el sufrimiento de la comunidad LGTBI por no tener una ley que hable de la igualdad y la diversidad en la misma perspectiva que el resto de la sociedad
-Por desgracia, cada día vemos agresiones homófonas y tránsfobas. ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad?
-Lógicamente hemos pasado por un momento de pandemia, vivimos un momento de guerra y hemos pasado por cosas que pueden hacer que la salud mental y emocional de todos este en un punto de mira, pero la violencia que estamos viviendo, creo, que todos somos conscientes de que ha crecido. Nosotros también nos preguntamos qué estamos haciendo mal y qué estamos haciendo mal para que los discursos de odio estén creciendo y estén teniendo una respuesta en la sociedad. No podemos ponernos una venda en el ojo… diferentes mensajes de odio están calando en la sociedad y pueden tener respuesta como paso el año pasado con la muerte de Samuel o como esta pasando con las agresiones que, por desgracia, vivimos todos los días. Yo vuelvo a repetir, creo que esto es educación y no nos queda más de seguir formando.
- ¿Teme el retroceso en todo logrado hasta ahora con el avance de ciertos discursos?
No quiero temer y no tengo ganas de temer porque por eso estoy donde estoy. Si existen las asociaciones y estamos los activistas donde estamos es porque no tenemos miedo y estamos dando la cara, y creo que lo vamos a conseguir. Estamos poniendo la cara y estamos diciendo las cosas como son. Siempre hemos pasado por periodos en los que hemos vivo altos y bajos. En este momento estamos donde estamos, con unos discursos que no podemos decir que sean de la mayoría de la sociedad pero que hacen mucho ruido y parecen más grandes de lo que son. Lógicamente existen y están ahí, y tenemos que estar alerta pero no podemos, ni debemos, sacarlos del contexto de lo que son. No son la mayoría y la repercusión no es tan grande para decir que tenemos miedo.
- ¿Qué queda por hacer en el avance de los derechos LGTBI y trans?
-Mucho. Primero y más importante aprobar la ley y que esa ley nos lleve a una igualdad real. Que se acabe con la LGTBI fobia y que terminemos con esos discursos de odio, que exista una igualdad de derechos en todos los ámbitos. Que la realidad LGTBI sea una perspectiva de igualdad en todos los ámbitos sociales y no sea visto como la diferencia.