Víctor Guerrero, periodista asturiano en Kiev: «Hay miedo porque se conoce el poder del ejército ruso»

E.G REDACCIÓN

ASTURIAS

El periodista asturiano Víctor García Guerrero, durante el directo de este domingo en Kiev
El periodista asturiano Víctor García Guerrero, durante el directo de este domingo en Kiev

«Ucrania lleva varios años en guerra, pero esta es una situación completamente nueva y se nota entre la gente», dice el reportero de TVE, que llegó a la capital ucraniana el pasado miércoles

27 feb 2022 . Actualizado a las 20:19 h.

El periodista asturiano Víctor García Guerrero entra a diario en directo en el telediario de TVE desde Kiev, a donde llegó el pasado miércoles, para contar la realidad que se está viviendo en la capital ucraniana tras la invasión rusa. Se aloja en hotel Kozatskiy, que acoge estos días a decenas de periodistas internacionales. «Tuvimos que cambiarnos de hotel hace unos días porque todo el personal se había ido, no quedaba nadie», explica. «Además, hicimos el cambio un poco por seguridad, antes estábamos muy cerca del Parlamento y decidimos alejarnos. En el hotel estamos hospedados la mayoría de los equipos de prensa, lo que hace un poco más segura la estancia porque es más sencillo identificarnos», añade.

Dice que la sensación en la capital de Ucrania es extraña. «A todos nos pilló un poco de sorpresa todo esto. Cuando empezaron a bombardear de madrugada, me tuvieron que avisar porque yo estaba durmiendo. Íbamos como equipo de apoyo porque no pensábamos que se iba a empezar por Kiev y terminamos siendo el único equipo en el punto principal», cuenta el reportero, que se acostumbra estos días a trabajar en una ciudad casi desierta y ensordecida por las alarmas que alertan de misiles aéreos.

Guerrero había llegado a Kiev con su equipo ucraniano para darle el relevo a otros compañeros de TVE que se han desplazado ahora hasta el Donbás: «Ucrania lleva varios años en guerra, pero esta es una situación completamente nueva y se nota entre la gente. Hay miedo porque se conoce el poder del ejército ruso».

El periodista entiende que estos próximos días serán muy complejos para trabajar. «La gente está cansada y, obviamente, tiene mucho miedo. Cuando estas a pie de calle la gente va con prisa y no quiere pararse, mucho menos para hablar con periodistas. Es comprensible. Hay gente refugiada en los metros, el transporte público circula, pero los autobuses van vacíos y con toda la gente que ha salido del país, es desolador. Es extraño».

Cuenta que en los supermercados se sigue trabajando, «pero con el toque de queda no se puede ir a comprar», y supone que los habitantes que no tuvieran acopio de comida en sus despensas estarán pasando momentos complicados. Informar desde una zona en guerra también está siendo complejo. El toque de queda les impide salir del recinto del hotel. «No podemos contar ni acudir a los puntos que nos gustaría. Queríamos ir por ejemplo a los hospitales para contrastar la información que nos llega y el toque de queda nos lo ha impedido», explica. 

«Las restricciones de movilidad también impiden que los productores locales puedan estar acompañándonos en el trabajo y eso un problema. Hay muy pocos compañeros que sepan el idioma y son necesarios para traducirnos lo que se dice», añade. En todo caso, considera que están pudiendo trabajar «por el momento» con relativa normalidad. «No hay cortes de luz, que es algo imprescindible para nuestro trabajo, y eso nos permite poder seguir haciendo nuestra labor desde el hotel».

Guerrero entiende que la labor periodística será fundamental para contar lo que sucede en este conflicto. «Es difícil diferenciar la realidad de la mentira. Se está usando también la propaganda como arma de guerra. En redes sociales estamos viendo muchas informaciones falsas, artefactos para glorificar a las partes. Que medios públicos como TVE puedan tenernos aquí es importante», considera. 

Sobre su propia seguridad tras la invasión rusa de Ucrania, dice sentirse a salvo en el alojamiento. «Cuando suena la alarma no bajamos al refugio, no han atacado el centro de la ciudad y nos sentimos bastante seguros en el hotel, así podemos seguir trabajando para poder contar todo lo que está pasando aquí», explica, confiando en que el conflicto no vaya a mayores. «Por el momento Kiev no resiste porque no han entrado en ella. Hay movimientos y ya se están empezando a mover a otras grandes ciudades del país, pero no hay asedio y esperemos que no vaya a más. Esperemos que esta situación dure poco, porque no es nada fácil».