Ángel Martínez, Lito, padecía una enfermedad neurológica degenerativa
24 feb 2022 . Actualizado a las 20:03 h.Pasaban apenas unos minutos de las once de la mañana de ayer cuando Ángel Martínez Pérez, conocido como Lito o el rey de las orquestas por el grupo de empresas que conformó alrededor de ese sector, se precipitó por un puente de Pontevedra sobre el arcén de la autopista AP-9. Lito fue el fundador y dueño de la orquesta Panorama, un clásico de las fiestas de prao de la geografía asturiana, una orquesta indispensable en el verano del Principado. Modernizó además las verbenas con la adopción de los camiones-escenario, espectáculos globales con pantallas, luz y sonido espectacular que se pudo disfrutar en muchos concejos de Asturias.
Fue el fatal y dramático final de un empresario que en los últimos años se vio acuciado por diversos procesos judiciales que derivaron en acusaciones formales de la Fiscalía por supuestos delitos fiscales, causas que, tal y como manifestó su abogado, Carlos Seoane, a finales del 2020 conllevaron «su muerte civil» hasta el punto de verse obligado, según añadió, a cerrar todas sus empresas. Su patrimonio fue embargado y eso le provocó, decía el letrado, secuelas a nivel de salud: «Sufre un deterioro físico y psíquico». En varias ocasiones, la Audiencia tuvo que aplazar la vista debido al paulatino deterioro de la salud del empresario. De hecho, en una de las sesiones, su abogado puso de manifiesto que Ángel Martínez Pérez, Lito, padecía una enfermedad neurológica degenerativa.
Ángel Martínez Pérez, Lito, tenía 58 años y deja esposa y 3 hijas, una de su actual matrimonio y dos de su pareja anterior. Un hombre de gustos sencillos, de barbacoas con amigos, que gustaba de ir a cuantas verbenas podía, por trabajo y por vocación. Dejó prácticamente de salir de casa desde que empezó a tener problemas con la Agencia Tributaria, lo que le llevó a una grave enfermedad mental.
Lito fue fundador y dueño de la orquesta Panorama y de Representaciones Lito, la mayor agencia de espectáculos de Galicia. Cuando él llegó, la verbena agonizaba con un público muy mayor y minoritario y consiguió que la juventud volviese a engancharse a la verbena arrastrando más público que muchas de las estrellas nacionales e internacionales. Financió y ayudó a empezar a docenas de orquestas que hoy están en el sector gracias a él.
La trayectoria de Ángel Martínez Lito se vio truncada a finales del 2014 tras una inspección de funcionarios de la Agencia Tributaria en las oficinas que el Grupo Lito. Durante el registro se intervinieron una serie de documentos y soportes documentales que, a la postre, dieron lugar no solo a cinco procedimientos penales, sino a decenas de multas contra músicos, representantes de orquestas, agentes de artistas... por toda clase de cuestiones de índole fiscal.
Estas actuaciones, posteriormente, fueron anuladas por los tribunales, tanto en la vía civil como en algunos de los procedimientos penales incoados. De hecho, la anulación de esta prueba supuso que el Supremo, y consecuentemente el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia al aplicar su doctrina, revocase la mayoría de las sanciones de la Agencia Tributaria al sector. Y, de igual modo, supuso que el pasado año Lito fuese absuelto de buena parte de los cargos penales, los más graves, que le imputaba la Fiscalía de Pontevedra, si bien fue condenado a dos años y tres meses de cárcel y el pago de una multa de 340.000 euros por no declarar 326.374 euros correspondientes al IVA de los años 2011 y 2012. La sentencia estaba recurrida ante el alto tribunal español.
Se da la circunstancia de que este juicio tuvo que repetirse después de que en el 2018 la Audiencia de Pontevedra le impusiese doce años de cárcel y el pago de cerca de 18 millones de euros en multas. Con el arranque del año siguiente, el Supremo revocó este juicio y ordenó su repetición argumentando un defecto formal.