
El Colegio de Veterinarios de Asturias recomienda «sentido común» a la hora de adoptar ejemplares de especies exóticas, algunas de ellas prohibidas en España
20 feb 2022 . Actualizado a las 09:41 h.El reciente descubrimiento y sacrificio de un mapache en Asturias ha puesto de relieve un importante y creciente problema: la tenencia y suelta ilegal de especies consideradas como invasoras. A veces, cuando particulares las adquieren como mascotas, éstas escapan o se dejan en libertad voluntariamente; otras veces, aparecen por distintos intereses económicos.
El Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, creado por el Gobierno en 2007 (ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad), que se ha ido actualizando en años posteriores según se ha venido detectando la incorporación de nuevas especies, contiene un buen número de animales, plantas, algas y hongos. María Muñiz, vicepresidenta del Colegio de Veterinarios de Asturias (ICOVA), señala que en Asturias ya se ha constatado la presencia de alguna de ellas, como el galápago de Florida, el cerdo vietnamita o la cotorra argentina.
Muñiz puntualiza que la prohibición se refiere a la comercialización más que a la tenencia: «Si ya se posee una de estas especies adquiridas legalmente antes de la prohibición, lo que debe hacer el propietario es registrarla y responsabilizarse de que no quede en libertad». Eso no significa que tenga necesariamente que entregar a su mascota ni sacrificarla.
«Algunos de esos animales, como el galápago, pueden vivir muchos años y por lo tanto llevan con sus propietarios desde antes de su catalogación. Esa especie, por ejemplo, se puede ver en estanques públicos de ciudades asturianas porque la gente los suelta; lo peligroso es que lleguen a los ríos y lagos, porque compiten con especies autóctonas». En este sentido, el ICOVA llama a la «responsabilidad y sentido común» de los propietarios, por el daño que se puede causar al medio ambiente y también, en algunos casos, a la economía local.

¿Por qué el mapache?
El mapache es solo uno de muchas especies en el catálogo. Los mamíferos son los más habituales como mascotas, pero hay que saber que algunos que son populares en otros países están prohibidos en España.
Ese animal (Procyon Lotor), originario de Norteamérica, es un omnívoro «generalista y oportunista, voraz», dice el catálogo, que se adapta con facilidad y cuyo impacto ecológico es grande porque depreda especies de aves nativas y cangrejos de río y, por tanto, compite con especies autóctonas como el zorro, la nutria o el tejón. Además, es portador de parásitos y transmisor de enfermedades como la rabia.
Muñiz añade que «muchos no saben que se trata de un animal difícil de manejar como mascota, ya que no resulta fácil domesticarlo. Aunque hayan nacido en cautividad, pueden llegar a ser agresivos». Pero hay muchos otros que, gracias a vídeos de internet, se han puesto de moda en los últimos años y que están también prohibidos:
Cerdo vietnamita
El Sus Scrofa desciende del jabalí y su suelta produce hibridación con jabalíes o cerdos asilvestrados, lo que «podría reducir el patrimonio genético de la población española de jabalí y agravar los daños que este ya causa en España». Existen muchos ejemplares libres, según el ministerio, y su número aumenta cada año. El riesgo, añaden, es alto «debido a su facilidad para establecerse en los hábitats españoles». Algunos ya han aparecido en Asturias. Además, aunque sea más pequeño que sus parientes europeos, llega a crecer hasta un considerable tamaño, recuerda Muñiz.
Erizo pigmeo africano
Es un animal de aspecto simpático y su adopción es muy frecuente en otros países. Pesa en torno a 400 gramos, es originario de África y puede confundirse con el erizo común o el moruno, que sí están presentes en la Península Ibérica. El peligro es que el pigmeo hibride con estas especies debido a la suelta incontrolada. Lo mismo ocurre con el erizo egipcio, incluido en el catálogo.
Visón y mangosta
La mangosta pequeña asiática y el visón americano fueron introducidos en nuestro país por diferentes motivos. En cuanto a la primera (Herpestes Javanicus), es nativa de una extensa zona de Asia y «provoca serios impactos sobre especies nativas por depredación directa». El Gobierno no sabe cómo llegó a España, pero indica que en otros países se introdujo como agente de control biológico de ratas y serpientes en zonas agrícolas.
En cuanto al visón americano, se trajo para su aprovechamiento peletero y después fue liberado intencionalmente o escapó de las granjas. Es un «fuerte competidor con el visón europeo, pues es más agresivo, más grande y tiene camadas más numerosas», depreda aves que nidifican en el suelo y es portador y transmisor del virus de la enfermedad aleutiana.
En el catálogo figuran más mamíferos prohibidos, pero no frecuentes como mascotas: el arruí o carnero de berbería, el perro mapache, la rata almizclera, el muflón, el murciélago frugívoro egipcio, la rata parda, la rata negra o las ardillas Sciuridae (excepto la vulgaris).
También anfibios como la rana toro o el sapo marino, reptiles como la tortuga pintada, la pitón real, el varano de sabana o el galápago americano; aves como el bengalí rojo, la codorniz japonesa, la cotorra de Kramer o algunos tejedores.
Cotorra argentina
La llegada de esta llamativa ave (Myiopsitta Monachus) ruidosa y voraz es un verdadero problema en algunas comunidades en las que se ha instalado y reproducido sin control tras escapar o ser liberada. Es un animal robusto, que crea enormes colonias que desplazan a otras aves como los gorriones. Generan muchos problemas de insalubridad, molestias y «propagación de agentes patógenos». Sus nidos pueden llegar a pesar hasta 200 kilos.
María Muñiz indica que ella misma ha observado alguna de estas aves en libertad en Asturias, aunque «tal vez no se haya adaptado bien al clima asturiano o prefiera uno más cálido. En Madrid y Valencia, por ejemplo, ya son un verdadero problema».
El monstruoso siluro
Muchas especies llamativas de peces que en algún momento pudieron ser adquiridas para acuarios o introducidas deliberadamente en aguas de interior para la pesca deportiva se han catalogado como invasoras. Es el caso del pez gato negro, «omnívoro y voraz», que llega a pesar hasta tres kilos y es originario de Norteamérica; los peces con cabeza de serpiente, la carpa común, el lucio, la perca americana, la perca de río o el enorme siluro.
Este último es muy apreciado en algunos países por el enorme tamaño que puede alcanzar, según la ficha del Catálogo de Especies Exóticas Invasoras, hasta dos metros y 100 kilos de peso. Este monstruo de agua dulce es originario del este de Europa y Asia central, un gran «depredador oportunista, voraz y agresivo» capaz de alterar gravemente los ecosistemas acuáticos.
En cuanto a otros animales menos frecuentes, pero que algunos particulares podrían tener en terrarios y acuarios, se incluyen algunos artrópodos e invertebrados no artrópodos.