El político asturiano afronta en los tribunales la denuncia del partido que fundó, Foro, por apropiación indebida
08 feb 2022 . Actualizado a las 10:22 h.La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo ha acordado abrir juicio oral contra el impulsor de Foro y expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, por un delito continuado de apropiación indebida por cargar gastos personales al partido y le ha impuesto una fianza de 290.000 euros.
La Fiscalía y la acusación particular, que ejercita el partido que contribuyó a crear en 2011 tras su abrupta salida del PP, solicitan una pena de dos años de cárcel al sostener que el que fuera exministro de Fomento y exvicepresidente del Gobierno con el PP pudo haberse valido de su «absoluto control» en Foro para disponer de recursos económicos de la formación «para fines ajenos a la actividad política, tratándose de gastos de carácter personal».
Las dos acusaciones únicamente divergen en la indemnización que solicitan, ya que mientras la Fiscalía cifra el perjuicio económico a Foro en 7.793 euros, el partido reclama 218.780 euros, de los que ya ha consignado 10.390 euros, según precisa el auto.
El auto, que declara como órgano competente para el fallo de la causa a la Audiencia Provincial, advierte del embargo de bienes en caso de que no se preste la fianza establecida.
La magistrada-jueza ya había emitido en mayo último un auto en el que ordenaba que se continuaran con las diligencias previas abiertas contra Álvarez-Cascos y en el que, a tenor de un informe emitido por la Fiscalía, detallaba una serie de gastos por importe de 5.550 euros que presuntamente desvió hacia su patrimonio personal o de sus personas vinculadas.
Entre estos gastos figuraban hoteles, comida a domicilio, juegos de videoconsola, cuatro billetes de AVE para sus hijos, entradas para la Copa Davis, museos, una cama completa compuesta por colchón, patas y canapé, facturas de restaurante en localidades de veraneo o una estancia de hotel de su suegro que presuntamente cargó entre 2011 y 2017.
La magistrada señalaba que Álvarez-Cascos pudo haberse servido de su condición de máximo responsable del partido, y después de la de secretario general, así como de la «inexistencia de un insuficiente sistema de control de gastos» en la formación, para cargar «gastos de naturaleza personal no relacionados con su actividad política y por ende desvinculados de la actividad y del interés del partido».
La actual dirección de Foro decidió denunciar a Álvarez-Cascos por los delitos continuados de apropiación indebida y administración desleal tras realizar una auditoría externa, a la vez que acordó su suspensión cautelar de militancia mientras tramitaba su expulsión.
Álvarez Cascos firmó el año pasado su baja de la formación, unos días antes de que Foro celebrase el congreso de refundación, al sentirse «traicionado» por la actual dirección, a la que acusó de la demolición «ética, ideológica, estratégica, táctica y organizativa» del partido.
El secretario general de Foro y portavoz en el parlamento asturiano, Adrián Pumares, ha asegurado este martes que la apertura de juicio oral contra Álvarez-Cascos demuestra que el partido siempre tuvo razón en su defensa de la limpieza y la ejemplaridad política, un compromiso que sigue firme.
Asimismo, ha ratificado que Foro llegará hasta el final para defender la dignidad de la política, de las instituciones y de quienes están en ellas por decisión de la ciudadanía; según citó EFE.
Fuentes de la formación señalaron ya el año pasado que Cascos llegó a superar los 5.000 euros mensuales de sueldo a cuenta del partido prácticamente desde su fundación, en el año 2011, hasta el pasado verano. A ello se suman además gastos como el pago de hoteles, peajes, y otros, junto al salario de un chófer que incrementaba notablemente los cargos de la organización.
El partido encargó una auditoría de las cuentas, que apreció «graves irregularidades»; entre ellas, haber alquilado a Foro una oficina de su propiedad en Madrid para ser usada como sede del partido en la capital, aunque en realidad nunca llegó a tener una utilización efectiva. Según sus cálculos, esto supuso para la formación un gasto de 173.855 euros entre los años 2012 y 2014. El local pertenecía a una empresa propiedad de Cascos, Cinqualium S.L, de la que también participaba su anterior esposa María Porto. Según se denunció en ese informe, la sociedad del matrimonio cobró al partido no solo el alquiler sino «servicios adicionales» como fotocopias a 10 céntimos la unidad, café a 0,5 euros en el autoservicio y a dos euros en recepción o «cajas de pastas» a un euro. Cascos fue administrador único de Cinqualium desde febrero del 2007 hasta el 8 de julio del 2011, poco antes de que lanzar su nueva candidatura política, y entonces la sociedad quedó en manos de María Porto como administradora única.
En su denuncia inicial, Foro acusó a Cascos de haber llevado las cuentas del partido al borde de la quiebra por una serie de gastos desmesurados entre los que se cuentan numerosos cargos personales que van desde el pago de la tarifa del móvil de sus hijos a tasas de licencia de pesca, o estancias en hoteles en viajes particulares, incluso zapatos para niños o encargos de sushi a domicilio. Pero también el cobro de un millón de euros en sueldos y otros 230.000 euros en gastos durante ocho años.