Juan Fueyo: «El cáncer pronto se convertirá en una enfermedad crónica que podrá ser controlada con tratamientos»

El investigador asturiano Juan Fueyo (Oviedo, 1957) era elegido hace unos días «Fellow» (miembro) de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), la sociedad científica más importante del mundo. La noticia de su elección reconoce que le dio «un alegrón» por las pocas esperanzas que albergaba de formar parte de ella, dado que el complejo proceso para integrarla «no siempre se consigue pasar». Ahora que está dentro, y teniendo en cuenta lo importante que ha sido su libro Viral para que se le otorgara ese honor, considera que la labor divulgadora de la ciencia puede ser su gran aportación a la AAAS.

No obstante, aunque este reconocimiento le supone una gran satisfacción, matiza que nada da más sentido a sus investigaciones y a la vida que dedica a ellas que la mejora de un paciente que ha recibido un tratamiento diseñado en su laboratorio. Y, en este sentido, si que Juan Fueyo mantiene todas las esperanzas, hasta el punto de que en la entrevista concedida a La Voz manifiesta que ve cercano el día en que haya respuesta para los diferentes tipos de cáncer, una enfermedad que, estima, «pronto se convertirá en crónica» pudiendo ser controlada con tratamientos.

A ello considera que pueden contribuir los virus porque, si bien agentes infecciosos como el propio SARS-CoV2 han dado muchos problemas a pacientes de cáncer, ha habido casos, aunque sean pocos, en los que la infección ha resultado en la remisión del tumor. Esto, asegura, le da ánimos «para seguir pensando que algún día los virus serán un tratamiento común para los pacientes con cáncer y otras enfermedades». 

-Hace unos días era elegido miembro de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), ¿cómo fue el momento en el que le comunican su elección

-He sido elegido «Fellow», no sé como puede traducirse al castellano. Es un proceso muy serio: primero te nominan otros «Fellows» y luego revisan tus méritos dos comités de científicos independientes. No siempre se consigue pasar, muchas veces hay que apelar la decisión o darse por vencido. Así que no me había hecho muchas esperanzas. Cuando llegó la noticia positiva me dio un alegrón.

-Teniendo en cuenta su importante trayectoria y labor investigadora ¿se lo esperaba?

-Soy un obrero de la investigación contra el cáncer y hago muy poca política al respecto. No, no me lo esperaba. Aunque bueno, hacía un par de años o así que me habían otorgado el mismo honor en la Academia Americana de Neurología, ese antecedente quizá servía de aliciente para mantener la esperanza.

-¿Qué supone para Juan Fueyo formar parte de la sociedad científica más importante del mundo?

-Cuando un paciente mejora porque ha recibido un tratamiento diseñado en nuestro laboratorio pienso que mi investigación y la vida que he dedicado a ella, tienen sentido. Esto de los honores y premios es importante, pero no tanto.

-¿Cuál va a ser su contribución o participación en dicha asociación a partir de ahora? ¿Qué se espera de usted por estar en la AAAS?

-Ha ocurrido una cosa interesante en este proceso. Además de los méritos científicos y médicos, la AAAS valora muy positivamente los esfuerzos por divulgar la ciencia. En mi caso, el libro Viral fue uno de los criterios para otorgarme ese honor. Como sabes, en Viral se explica mucha ciencia para todas las audiencias e hice un esfuerzo para que fuese lo más asequible y ameno posible. Estoy muy contento de haberlo escrito y si deseo seguir con la misión de la AAAS debería seguir publicando libros de divulgación. Más allá de que les haya gustado a los comités de la AAAS, estoy muy contento de lo popular que ha sido y es Viral en Asturias y de que se agotase en la librería Cervantes donde mis padres compraron mis primeros libros de medicina.

-Su ámbito principal de investigación es la oncología, ¿qué investigaciones tiene actualmente sobre la mesa?

-La inmunoterapia del cáncer y el desarrollo de vacunas contra los tumores cerebrales consume muchas horas del laboratorio, pero también la virología básica y la biología molecular y celular de los tumores primarios y las metástasis.

-En su opinión, ¿es el cáncer la enfermedad que más puede acechar a la humanidad a corto, medio o largo plazo?

-Es una enfermedad muy frecuente, desgraciadamente. Y su frecuencia aumentará con la progresión del cambio climático. Hay una conexión clara entre la progresión de la crisis del clima y el aumento de la incidencia de varios tipos de tumores como los de piel, pulmón o intestinales. Así que pienso que el cáncer nos va a seguir dando muchos problemas durante muchos años. Pero las nuevas terapias disminuirán su capacidad para matar y para alterar la calidad de vida de los pacientes.

-El caso es que, poco a poco, la ciencia va ganando batallas al cáncer, descubriendo nuevos tratamientos y procedimientos para hacer frente a una enfermedad que puede desarrollarse de diferentes maneras y en diferentes partes del cuerpo humano, ¿ve el día en que haya respuesta para todos los tipos de cáncer?

-Sí. Creo que pronto el cáncer se convertirá en una enfermedad crónica que podrá ser controlada con tratamientos como lo es la diabetes o el SIDA. Si no lo consigue mi generación lo hará la siguiente.

-Durante estos dos últimos años el virus SARS-CoV2 ha sido una pesadilla para todo el mundo, sin embargo, usted basa sus investigaciones en utilizar virus en la lucha contra el cáncer. ¿Hay que ver a los virus como enemigos o cómo aliados?

-Comento en Viral que los virus son tan complejos que pueden ser las dos cosas y, si me apuras, al mismo tiempo. Una infección por un virus dio lugar a que los mamíferos dejasen de reproducirse mediante huevos y desarrollaran una placenta. Un cambio necesario para que el cerebro del feto creciera. Otras infecciones por virus han dado lugar a que nuestros cerebros expresen proteínas esenciales para las funciones superiores, como la memoria. El SARS-CoV2 ha dado muchos problemas a pacientes de cáncer, pero en unos pocos casos la infección ha resultado en la remisión del tumor. Un resultado que me da ánimos para seguir pensando que algún día los virus serán un tratamiento común para los pacientes con cáncer y otras enfermedades, como las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos. 

-Hablando de la pandemia del Covid-19, ¿en qué momento diría usted que estamos después de una variante tan contagiosa como ha sido la ómicron?

-Nadie se atreve a hacer apuestas sobre el futuro de esta pandemia, pero podríamos estar viendo la salida del túnel.

-¿Cabe esperar nuevas variantes que vuelvan a complicar la vuelta a la normalidad?

-Mientras no vacunemos a la población que vive en países con economías pobres o emergentes seguirá habiendo variantes, si estas podrán o no desplazar a ómicron es algo que no sabemos. El egoísmo del primer mundo podríamos pagarlo muy caro a largo plazo. La variante delta probablemente vino de la India y ómicron de África. Así están las cosas.

-Está claro que las vacunas actuales han funcionado para restar gravedad y letalidad a la infección por Covid-19, ¿ve posible que a corto plazo haya una vacuna que evite el contagio? ¿Pasa por una vacuna así el fin de la pandemia?

-Estas vacunas están lejos de ser perfectas. Ya se están diseñando nuevas vacunas para prevenir tanto la infección como el desarrollo de los síntomas.

-¿Puede estar la ciencia y los investigadores prevenidos ante futuras pandemias como la que hemos sufrido desde 2020?

-En Viral escribo mucho sobre esto. El coronavirus nos ha dado una lección, y aún así algunos políticos, quizá no tantos en España, no aprenden. En situaciones como estas solo la ciencia puede salvarnos. Esperemos que la ciencia y el conocimiento triunfen sobre dos de los virus más terribles de la mente: el de la ignorancia y el del odio.

-Para terminar, ¿qué consejo o recomendación darías a gobiernos y población general para tratar de superar definitivamente esta pandemia del Covid-19?

-Al Gobierno le diría que escuchase a los expertos y dedicase más fondos para investigación. A la población creo me toca felicitarla por el civismo que ha demostrado en todo momento, incluyendo los más críticos. Si no hubiese sido así, las cosas podrían haber ido mucho peor. Y mayores felicitaciones para los colegas del mundo de la sanidad y para los maestros, dos colectivos que lo han dado todo durante la pandemia.

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