Asturias espera que Adif ponga en servicio en 2022 la variante ferroviaria, que lograría bajar de tres horas el trayecto entre Asturias y Madrid

DANIEL ROIG

Tras décadas de proyectos, debates, promesas y plazos incumplidos una y otra vez, ahora parece que sí. En 2022 Asturias debería ver al fin cumplido el sueño (y en algunos aspectos pesadilla) de la llegada efectiva del tren de alta velocidad a través de los colosales túneles de Pajares.

La variante de Pajares, en la que se han invertido más de 3.700 millones de euros desde el año 2004, representa una de las obras de ingeniería civil más complejas que se han realizado en el país hasta la fecha, al incluir un doble túnel que perfora la Cordillera Cantábrica y que evitará el uso de la centenaria rampa ferroviaria de Pajares.

La infraestructura, que permitirá acortar los tiempos de viaje en unos 45 minutos, deberá estar ahora en pruebas durante varios meses antes de su puesta en servicio, previsiblemente a lo largo del año que viene.

¿Qué significará esto, en teoría? Que el viaje entre Oviedo y Madrid se podrá hacer un poco menos de tres horas (2 h. 56’’) sin transbordo. En realidad, la alta velocidad comenzaría en Pola de Lena, puesto que llegar con ella hasta el corazón de la capital asturiana costaría una inversión milmillonaria adicional y nuevas e interminables obras.

La autoridad ferroviaria, Adif, promete no obstante que ese tiempo podría bajar hasta las dos horas y 40 minutos, gracias a otras actuaciones en el futuro como son la duplicación de todo el trayecto entre Valladolid y León -con la excepción de unos cuatro kilómetroS que coinciden con la zona urbana de Palencia-, con el ERTMS en servicio y con actuaciones entre Pola de Lena y Oviedo incluidas en el plan de cercanías de Asturias.

La variante tendrá una configuración de ancho mixto: ancho estándar (Renfe) e ibérico (AVE) en la vía este y ancho ibérico con traviesa polivalente en la vía oeste, lo que permitirá combinar el transporte de pasajeros y de mercancías.

Según los planes del ministerio, la variante se pondrá en servicio en un primer momento en ancho ibérico a la espera de la finalización de los trabajos de acondicionamiento del tramo León-La Robla, con el objetivo de reducir los tiempos de viaje a Asturias y utilizar la infraestructura lo antes posible

Recientemente, los responsables políticos hacían un viaje inaugural por las vías que llevarán desde Oviedo o Gijón hasta Madrid sin tener que cambiar de tren, tras eliminar el fondo de saco de León.

En principio, habrá dos trenes directos, sin paradas entre el Principado y la capital, y cuatro más, los Alvia actuales, que sí tendrán paradas y conexiones con otros puntos del territorio asturiano. Los cuatro Alvia estarán por debajo de las cuatro horas en el trayecto.

En cuanto a la estación de Lena, se ha previsto una inversión de más de cuatro millones de euros para modernizarla y adaptarla a los nuevos vehículos, pero no será una parada del AVE, o al menos no para todos los trayectos. El tren va a transcurrir en trazado AVE hasta Campomanes, y de Campomanes hasta Lena, Mieres, Oviedo, Gijón va ir por el trazado de Cercanía.

¿Podremos ir más allá?

Otra de las cuestiones planteadas, una vez alcanzada la ansiada conexión con Madrid, es la posibilidad de que se pueda ir y venir al Principado desde otros lugares, como Andalucía o la costa mediterránea. Cuesta poco soñar. Esto depende, en realidad, del diseño logístico de Renfe, es decir, de los trazados que quiera habilitar una vez que las líneas estén operativas. Desde la autoridad ferroviaria no se descarta que puedan existir esos destinos (sin cambiar de tren, se entiende), pero es complejo. Depende de la demanda y, claro está, de las decisiones políticas.

Por otra parte, la liberalización de las vías férreas permitiría que haya operadores privados que puedan explotar ese mercado al igual que ocurre en los aeropuertos, con trenes chárter. La regularidad no sería el factor importante en este caso, sino la posibilidad de fletar viajes en determinados momentos del año y ofertarlos en paquetes de vacaciones, por ejemplo.

 Un ‘tren bala’ hacia Asturias

Las perspectivas mejorarían mucho en Asturias tras la puesta en marcha de la variante de Pajares gracias al nuevo tren Talgo Avril, que consiguió superar los 363 kilómetros por hora, la velocidad objetivo a la que debía llegar para ser homologado, aunque en las líneas AVE españolas solo podrá alcanzar los 300 por hora. El Avril, cuyo nombre proviene del acrónimo de «Alta Velocidad Rueda Independiente Ligero», tiene un primer prototipo (G3), el homologado, y otro (G4) en fase de desarrollo.

Se trata del único tren de alta velocidad que cuenta con tecnología de cambio automático de ancho de vía, y por ese motivo es idóneo para el futuro AVE a Asturias. En la práctica, el paso por Pajares seguramente no superará los 250 kilómetros por hora, que no está nada mal, pero en el resto del trayecto se ganaría mucho.

Talgo destaca que el Avril es el único tren de muy alta velocidad que puede realizar ese cambio automático de ancho de vía. Es decir, puede circular por vías de ancho ibérico e internacional. Es muy superior al Alvia, que alcanza únicamente los 250 kilómetros por hora por la meseta. Es decir que, de Madrid a León, podría circular a 300 kilómetros por hora y a partir de León, a la espera de que esté operativa tanto la variante de Pajares como el triple hilo hasta La Robla, los Avril podrán adaptarse al ancho ibérico hasta Oviedo o Gijón.