«Queremos centrarnos en un cambio importante de la gestión de la investigación para reducir la burocratización», explica el rector Ignacio Villaverde, que también confía en poder aprobar una nueva relación de puestos de trabajo
26 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La pandemia de coronavirus, la gestión de la investigación y una nueva relación de puestos de trabajo son los tres retos prioritarios del equipo rectoral de la Universidad de Oviedo que encabeza Ignacio Villavderde. Un primer reto que, inevitablemente, va a seguir marcando la gestión de la Universidad de Oviedo a lo largo del año que viene es la pandemia de coronavirus, ahora en plena sexta ola.
El rector confía en poder seguir mantener el escenario verde «en pandemia» como en el primer semestre. «Eso nos permitirá seguir con toda la docencia y la actividad académica y universitaria pressencialmente, pero manteniendo desde luego mucho rigor con las medidas de prevención», explica, recordando que en todo caso que el plan marco de la gestión de la pandemia en la universidad está referenciado a los niveles de alerta y a las instrucciones de las autoridades sanitarias.
La incidencia de coronavirus desde septiembre en la Universidad, con 23.000 personas formando parte de la comunidad universitaria, no llega ni al 1%. «Los centros y, en particular el estudiantado, han tenido un comportamiento ejemplar. Se han cumplido escrupulosamente las medidas y desde luego este comportamiento ejemplar es lo que nos ha permitido estar en presencialidad sin mayores dificultades».
Cambio de la gestión de investigación
Un segundo reto es la gestión de la investigación. Villaverde indica que el año que viene «queremos centrarnos en un cambio importante de la gestión de la investigación de la Universidad de Oviedo» para ir a procesos mucho más ágiles y menos burocratizados. «Lo que yo siempre he prometido: reducir la burocratización del sistema y, para ello, vamos a tratar de lanzar un plan de modernización y desburocratización de la gestión de la investigación», explica, añadiendo que se va a aprobar un plan plurianual de ciencia e investigación «que permita lanzar nuestro propio plan con una serie de ayudas y líneas de apoyo a nuestros grupos de investigación».
Con ello, añade, confía en que las investigadoras y los investigadores de la Universidad de Oviedo noten que el equipo pectoral «está a su lado y volcado en mejorar esos procesos». Más teniendo en cuenta lo ocurrido con la convocatoria de los grupos de investigación de la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (FICYT), un asunto que preocupa aunque en principio se haya resuelto. «Me he mostrado crítico desde el principio con esa convocatoria -recuerda Villarde-. Además la manera en la que se ha conducido la FICYT y como la ha resuelto en tiempo y forma era un problema tremendo». Recuerda que todavía se sigue con ayudas provisionales y que las definitivas se notificarán a los grupos de investigación en plenas navidades.
«Va a ser completamente imposible ejecutar el dinero que estaba previsto para 2021 porque legalmente no vamos a poder hacerlo y tampoco podemos llevarlo a 2022», señala, recordando que el mecanismo de colaboración con la FICYT «nos lleva a que seamos nosotros los que adelantemos el dinero, luego ella reconoce o no los gastos que le justificamos y eso nos ha generado, por ejemplo en la última convocatoria de 2018, un agujero de más de 4 millones de euros que la FICYT no quiere pagar y que la Universidad ha tenido que adelantar de su presupuesto».
De ahí que se plantee como primer paso celebrar una reunión con la dirección de la Fundación para intentar llegar a un acuerdo, sobre todo teniendo en cuenta que la Universidad es entidad colaboradora. «Este programa de ayudas a la investigación es de la FICYT, lo financia la FICYT y lo gestiona la Universidad. Eso es lo que nos genera disfunciones y problemas importantes», dice, «tenemos que sentarnos a hablar y tratar de replantearnos la relación en otra dirección».
En caso de no llegar a un acuerdo en asuntos como que los calendarios de la convocatoria mejoren y sean antes, pondrá encima de la mesa que si la FICYT no adelanta primero el dinero la Universidad no podrá hacerlo porque no lo tiene. «No podremos seguir así. En el tema de gastos es importante tener un calendario. Hay que calendar mejor y la FICYT tiene que hacer un esfuerzo para que las convocatorias sean más tempranas y para que se gestionen de una forma más ágil para evitar previamente que la convocatoria de ayudas a grupos que tiene como primer año de ejecución el 2021 no se resuelva el 30 de diciembre de 2021», insiste.
Otras vías de financiación
La Universidad de Oviedo, según explica, tiene cierta capacidad para asumir ese plan de investigación con presupuesto propio. «Hay otra parte en la que es cierto que estos meses hemos estado trabajando para buscar financiación por ejemplo con otras instituciones. También hay algún programa que está en el marco de consorcios y de grupos estratégicos de varias universidades donde también podemos conseguir financiación».
En este sentido, Villaverde indica que la idea es integrar en ese plan propio todos aquellos programas de apoyo a la investigación de la Universidad de Oviedo, a través de las convocatorias que gestiona la propia institución, «pero que su fuente de financiación no solo sean nuestros propios presupuestos y la podamos obtener de otras instituciones, como hemos conseguido en alguna cuestión ya».
Reducir la interinidad
Un tercer reto para el equipo rectoral en 2022 será la nueva organización y la relación de puestos de trabajo (RPT). «A primeros de año vamos a presentar la nueva estructura organizativa y, a partir de ahí, de forma inmediata iniciaremos la negociación tanto del nuevo convenio colectivo del personal laboral de la Universidad como de la nueva relación de puestos de trabajo», explica el rector Ignacio Villaverde, que confía en poder llegar a tenerlo todo aprobado en 2022.
Recuerda, además, que se han lanzando dos planes en el marco del decreto ley de personal interino y reducción de la precariedad dentro de las administraciones públicas, origen de la Ley de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público que se aprobaba en el Senado esta semana. Uno de esos planes está destinado a estabilizar 26 plazas ahora cubiertas por interinos del Personal de Administración y Servicios (PAS) y prácticamente otras tantas en profesorado, sobre todo de titulares internos de larga duración. Ahora que se ha aprobado la ley, que sustituye al decreto ley, se analizará también en qué mejor condición se puede estabilizar a los interinos de la Universidad de Oviedo.