María Neira: «El año que viene el covid no será un problema de salud pública grave, vamos a controlarlo»

ASTURIAS

María Neira
María Neira

La directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS detalla las últimas claves sobre la variante ómicron

25 dic 2021 . Actualizado a las 23:24 h.

La directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, la asturiana María Neira, regresó estas Navidades al Principado para participar en una ponencia en las jornadas de sostenibilidad organizadas por GAM, en Granda. Desde allí explicó lo que se conoce hasta ahora de la variante ómicron y lanzó un mensaje optimista de cara al futuro el año próximo.

-¿Qué sabemos, qué sabe la OMS de la variante ómicron?

-Hay que aceptar que los conocimientos que tenemos hasta el momento son muy limitados. Y es por una cuestión pragmática, que no tenemos suficientes jornadas de retroceso para saber cómo se comporta. Lo que sí te puedo decir es que esas pocas semanas que tenemos se han utilizado de una manera muy productiva. En este momento tenemos más de 350 estudios en distintos países del mundo con todos los pasos clínicos y el análisis de esos casos clínicos pero, claro, por muchos casos que hayamos acumulado todavía no hay el retroceso suficiente como para dar una información válida, que podamos sostener; necesitamos un poco más de tiempo. ¿Qué sabemos hasta ahora? Lo que está claro es que esa proteína, esa mutación que tiene, sí, efectivamente le permite que la transmisión sea muy rápida. La presentación clínica, teniendo en cuenta la incertidumbre de los datos provisionales, es que sería demasiado arriesgado sobre si sería más Servera o más leve. Por las señales que tenemos parecería que por lo menos no hay una severidad más importante. Pero hay que ser muy realistas y hay que esperar un poco más. Hay un dato interesante que tuvimos ayer (por el miércoles) de los colegas de África del Sur que publicaron que la curva que ellos tienen de esa transmisión rapidísima ascendente de las primeras semanas, está empezando a bajar. Quizá por una inmunidad natural, como sabes el nivel de vacunación allí es bajo, porque la curva igual que subió muy rápido está empezando a bajar. Pero todo esto son hechos puntuales que habrá que contextualizar en unas semanas hasta que tengamos un análisis de la situación sólido.

-¿Y aún con esos datos, qué sabemos de la repuesta de las vacunas a esta variante?

-Sabemos que hay posibilidades de infección y reinfección en personas vacunadas. Sabemos que la vacuna tiene una protección muy alta respecto a una enfermedad severa, la presentación clínica es menos severa. Y se ha reducido mucho la mortalidad. Hay un dato que, como estamos todos concentrados en la situación local podemos perder de vista, pero es que la última semana, y hablo a nivel global, el número de casos ha sido muy similar al de la semana anterior pero la mortalidad ha disminuido un 10%. Es un dato global y que también tenemos que poner en un contexto temporal más amplio. Pero en tres o cuatro semanas más nuestro conocimiento sobre el comportamiento de esta nueva variante va a ser mucho más importante. Entre tanto hay que recordar a todo el mundo que la variante delta todavía es la más presente y las pautas de prevención siguen siendo las mismas y válidas. Hay que insistir mucho en dónde sabemos con seguridad que la transmisión es más importante, 20 veces más importante, que es en espacios cerrados, muy concurridos y donde no hay una buena ventilación. Como sabemos eso y vale para las dos variantes, donde más hay que poner el énfasis es en la prevención. Con prudencia y con proporcionalidad.

-¿En qué medida la aparición de esta variante o variantes futuras tiene que ver con que la vacunación esté muy avanzada en EEUU o Europa pero con muy poca cobertura en otros países?

-Efectivamente, la supervivencia de los virus depende de las condiciones que encuentran y ha encontrado mejores condiciones en esos lugares donde no hay la protección que nos dan las vacunas. En la OMS usábamos un símil hace unas semanas: es como cuando tienes un incendio en un edificio y dices ya apagué el quinto y el sexto piso, pero si no apagas el primero, segundo, el tercero y el cuarto, ese fuego no está apagado. Queríamos haber terminado este año con una tasa de vacunación de al menos un 40% de la población mundial susceptible de ser vacunada con una primera dosis y eso no está siendo así. El propósito era llegar el año que viene al 70%. Pero hay tantas variables, pero esa sería recomendación que hacemos, que se pudiera conseguir vacunar a un porcentaje lo más elevado posible de la población globalmente. Porque no es cerrando las fronteras como vamos a parar al virus, es sobre todo poniéndole dificultades a su supervivencia en otro ser humano.

-Mucha gente tiene dudas y se pregunta por qué te puedes contagiar pese a tener la vacuna, ¿la habrá que evite el contagio?

-Creo que se puede entender pensando que todos los años cambiamos la composición de la vacuna de la gripe. Habrá que ver cómo se comporta este virus y es muy probable que se vuelva endémico, es decir, que se quede, que circule entre nosotros y que cada año, aunque esto es un poco de futurología, la composición de la vacuna se adapte en función de la cepa que circula. Si conseguimos que el virus no sea letal, que la presentación clínica se gestione mucho mejor y que estemos vacunados; a partir de ahí si se queda endémico podría ser uno de los posibles escenarios. Si se queda endémico podemos vacunar a los grupos diana más vulnerables. Lo que sí está claro es que el año que viene vamos a terminar con este problema de salud pública grave, vamos a redimensionarlo y eso es seguro porque ahora ya tenemos incluso nuevos medicamentos que se están desarrollando. No hay razón para pensar que este nuevo año no lo controlemos o lo reduzcamos a unos niveles que no sean tan dañinos como hasta ahora.

-Esta semana en España se ha vuelto a exigir el uso de mascarilla en exteriores ¿qué le parece?

-En este momento todas las autoridades sanitarias de cada país que entienden que son adaptadas a la evaluación de riesgo. Dentro de que se sigan las pautas fundamentales, sobre todo que se recuerde que donde hay mayor riesgo de transmisión es en interiores mal ventilados, el resto de las medidas son a más y claro cada gobierno puede ir a más en función de su evaluación de riesgo. Pero lo fundamental es que la transmisión es mayor en espacios cerrados, concurridos y con contacto muy cercano. El abanico de medidas a más daño no va a hacer pero entiendo que esa medida de mascarilla en exteriores es en lugares donde hay, en estos días sobre todo, una grandísima aglomeración de gente.

-En Asturias se va a implantar el pasaporte covid.

-Sería interesante hacer un estudio comparando a los países en los que se ha adoptado y en los que no para valorar qué impacto psicológico tiene, si ha convencido a algunos que eran reticentes a vacunarse, parece que ha sido así en el caso de Francia para poder acceder a un restaurante. Pero en España, donde hay un porcentaje importantísimo de vacunación a lo mejor esa medida va a tener menos impacto. De cara al futuro la primera recomendación es que no perdamos el ánimo porque hay ya una especie de fatiga y hay gente que está muy afectada psicológica y mentalmente porque no se puede vivir con miedo permanentemente. Vamos a tomar unas medidas prácticas para salir de esto, sabemos lo que funciona, evitar aglomeraciones en interior y decirles a todos que saldremos y que el año que viene esto de alguna manera lo controlaremos. Tenemos que dar ánimo y esperanza también porque la fatiga puede llevar a reacciones de que todo da igual y todavía no podemos.