Tomàs Grau, director de orquesta: «Después de la pandemia la música se vive diferente»
ASTURIAS
El concierto «Europa canta a la Navidad: El Mesías de Haendel» regresa al Auditorio, con todas las localidades agotadas, bajo la dirección del fundador de la Franz Schubert Filharmonia
14 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Coro de la Fundación Princesa de Asturias y la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias interpretarán el próximo viernes 17 de diciembre el concierto «Europa canta a la Navidad: El Mesías de Haendel» en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo a las 20.00 horas. La Fundación Princesa de Asturias puso a disposición del público 500 entradas, que ya se han agotado. El oratorio más conocido de Georg Friedrich Haendel contará con la participación del el barítono Josep-Ramón Olivé, la soprano Jone Martínez, la mezzosoprano Victoria Massey y el tenor Eamonn Mulhall. Para la dirección de este año, el primero después de la pandemia, han elegido como encargado de la orquesta al director Tomàs Grau. Grau es el fundador de la Orquesta Sinfónica Camera Musicae, actualmente Franz Schubert Filharmonia, y será el encargado de dirigir la batuta en el concierto organizado de la Fundación Princesa de Asturias. Grau ha hablado con La Voz sobre el concierto, el regreso del Coro a los escenarios y sus objetivos para el futuro.
---Este año, después del parón obligado por la pandemia, la Fundación Princesa de Asturias le ha escogido a usted como director a cargo del concierto «Europa canta a la Navidad: El Mesías de Haendel», este año le han escogido a usted. ¿Qué significa para usted ser dirigir a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias Y al Coro de la Fundación Princesa este año? ¿Qué referencia tiene sobre ellos?
--Es mi debut con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y con el Coro de la Fundación Princesa de Asturias en conciertos. Estoy muy agradecido y emocionado de que hayan pensado a mí para dirigir el concierto después de un año sin realizarse por la pandemia.
--«El Mesías» recoge la vida de Cristo en tres actos, es una de las más típicas de la navidad, la víspera de Nochebuena parece la fecha ideal para interpretar esta pieza…
--Sí. «El Mesías» está dividido en tres partes: el nacimiento, la Pasión y la Resurrección. Tradicionalmente siempre se interpreta en la víspera de Navidad o de Año Nuevo. Realmente la parte importante de «El Mesías» es la Pasión y la Resurrección, por lo que se debería de interpretar en Semana Santa, pero la tradición hace que se interprete en navidades.
¿Cuál es la mayor complejidad que tiene la obra?
--Seguramente sea la conjunción de los distintos elementos de la orquesta. Tenemos solistas, coros, la orquesta y dentro de la orquesta instrumentos que tienen mayor o menor importancia. «El Mesías» es una obra en la que el texto juega un papel muy importante. Conjuntar todas las partes es lo más complejo; es como un puzle y cada pieza debe encajar a la perfección.
-Para su interpretación cuenta con voces nacionales e internacionales reconocidas que cuentan con experiencia en la pieza. ¿Qué opinión le merece el elenco de artistas reunidos por la Fundación Princesa?
--Hace tiempo que tenía ganas de trabajar con Jone Martínez. Al final ha surgido la ocasión antes de lo que pensaba. Mañana trabajaremos todos por primera vez juntos, y ahí es cuando te terminas a hacer a la idea. Las voces es muy importantes escucharlas al lado, más que por vídeos o audios. Pero es un gran elenco
-Han sido unos años complicados para las actuaciones en directo por las restricciones provocadas por la pandemia. De cara al concierto del próximo viernes, el aforo está reducido al 50%. ¿Son las mejores condiciones, o menos es nada? A lo largo de las actuaciones que ha tenido este año, ¿percibe que la gente tiene más ganas de acudir a esta clase de eventos?
-Yo por suerte llevo dirigiendo casi ininterrumpidamente desde el comienzo de la pandemia y puedo asegurar que la reacción del público es impresionante, muy bonita. Yo creo que se echaban mucho de menos los conciertos en directo, tanto en el patio de butacas como en el escenario. La atmósfera es increíble. Siempre es mejor actuar aunque sea con aforo reducido. La música es vivencia y cada uno la vive diferente, y desde la pandemia se vive de otra manera, es algo más único, como una necesidad de música. No es solo para el público, también para los artistas.
-Las entradas para este concierto están agotadas. Después de dos años de parón, ¿cree que estarán las expectativas altas?
-La gente tiene muchas ganas, pero nosotros, los músicos y artistas, todavía más. Más que nunca estamos comprometidos con el público.
-Más concretamente para el Coro de la Fundación Princesa de Asturias es la primera actuación post pandemia. ¿Cómo los ha visto durante los ensayos?
Esta noche tenemos el primer ensayo con la orquesta. Para ellos será muy especial. Es el primero en dos años delante del público y además lo tendrán que hacer con distancia y mascarilla. Es algo nuevo, pero a la vez una obra que han cantado muchas veces, será muy especial para ellos.
-Como director usted dice que prefiere renunciar a algunos decibelios para primar la dulzura y el balance. ¿Qué cree que debe tener una orquesta para emocionar al público?
-Cuando dirijo busco la unidad de la obra, que la historia que está contada en la historia se vea realizada de tal manera que el público nunca desconecte. A veces tocar demasiado rápido y demasiado fuerte puede ser contraproducente y bajar un poco los decíbelios permite compensar en otros aspectos.
-Hace 15 años que usted creó la Orquesta Sinfónica Camera Musicae, que en 2021 se convirtió en la Franz Schubert Filharmonia. ¿Cuál es la diferencia entre las dos agrupaciones? ¿Cambia el objetivo de los proyectos?
-La orquesta es misma, mismos músicos y mismo staff. Sencillamente buscamos un nombre que pudiera definir mejor lo que es la orquesta de cara a la expansión internacional, y pensamos en las cámaras musicales. Le hemos dedicado el nombre de la orquesta a Schubert. Este nombre define mejor lo que la orquesta es 15 años después.
-El pasado octubre debutó en la Orquesta Nacional de España, mantiene una estrecha colaboración con varias orquestas internacionales y la Franz Schubert FIlharmonía está haciéndose un renombre en el mundo de la música clásica; ¿cuáles son sus objetivos para el futuro?
-El de Franz Schubert Filharmonía, la discografía que nos pueda enseñar al mundo y giras de conciertos por Europa. Personalmente, después de los 15 años volcado en la creación de la orquesta, un proyecto que arrancamos desde cero en Tarragona; es encontrar mi balance tanto dentro como fuera del colectivo. Estoy muy contento de las interesantes colaboraciones que están saliendo, como con la Orquesta Nacional de España, con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, con la Filarmónica de Málaga y algunas orquestas internacionales. . Mi objetivo es encontrar el balance para poder realizarme como músico y como artista.