El presidente asturiano acepta la propuesta de ampliar la mayoría a tres quintos en la Junta pero supedita el acuerdo a que Podemos e IU lo apoyen
10 nov 2021 . Actualizado a las 13:36 h.Un posible acuerdo con Foro para que preste su decisivo voto a la reforma estatutaria que incorporaría la cooficialidad del asturiano debería contar, además de con el apoyo del PSOE, con la «firma» de Podemos e IU para llevarlo adelante y sumar así los 27 escaños necesarios en el parlamento autonómico, según ha señalado hoy el presidente del Principado, Adrián Barbón.
Barbón, que ha incidido en que, al igual que IU, acepta la propuesta forista de que el Estatuto recoja que la futura ley de uso que fijaría el modelo de oficialidad deba aprobarse también por mayoría reforzada, ha advertido además de que no está dispuesto a impulsar la reforma de la fiscalidad que también reclama Foro sin contar con el respaldo de las otras dos formaciones de izquierdas.
El PSOE está dispuesto a negociar, en un ámbito distinto al del actual diálogo presupuestario, «hasta donde» se pueda llegar para lograr un acuerdo, pero necesita saber si Podemos e IU están dispuestas a aceptar las condiciones «y de eso depende la oficialidad», ha apuntado tras subrayar que, sin consenso entre las tres fuerzas de la izquierda, «no hay reforma (estatutaria) posible».
El jefe del Ejecutivo ha hecho estas afirmaciones ante el pleno de la Junta General del Principado en sus respuestas a las preguntas que le han formulado los portavoces Ciudadanos, IU y Vox relativas a la oficialidad con un modelo en el que PSOE «no se moverá» del criterio de la voluntariedad en el uso del asturiano y del eo-naviego, de forma que no sean vehiculares en la enseñanza y que su conocimiento no sea una condición 'sine qua non' para el acceso a la función pública.
Tras señalar que la resolución congresual que determinó el cambio de la posición histórica de la FSA-PSOE sobre la oficialidad no nació de su voluntad si no de la de los delegados que la impulsaron, Barbón ha reiterado además la necesidad de desligar las demandas fiscales de Foro de la negociación presupuestaria dado que, de ser aceptadas, podrían aprobarse con posterioridad.
Después de reivindicarse «heredero» del ex presidente Pedro de Silva, que ha mostrado también su apoyo a la oficialidad, ha coincidido con éste en que los argumentos en contra de esta medida son «pobretones y repetidos desde hace cuarenta años» y ha defendido que es «el mejor camino» para proteger un patrimonio cultural inmaterial como son el asturiano y el eo-naviego.
Además, ha negado que la cooficialidad suponga un lastre para el desarrollo económico, como demuestra la situación de las comunidades bilingües, ni abra «un camino al independentismo» como se refleja, a su juicio, en Galicia, la única comunidad gobernada por el PP con mayoría absoluta.
Según Barbón, que ha recordado que el modelo a aplicar en Asturias no se definiría hasta la próxima legislatura autonómica, ha criticado además argumentos como los utilizados por Vox al asegurar que esas lenguas «no existen» dado que suponen, a su juicio, «una falta de respeto» a quienes residen en el medio rural y los usan cotidianamente.
«Es el momento, es nuestro momento», ha advertido a Barbón la portavoz de IU, Ángela Vallina, tras reprocharle que haya renunciado con su pasividad a liderar el proceso hacia la oficialidad lo que ha generado «un debate polarizado y vulgarizado» al negarse a explicar cuál sería el modelo que plantea para su aplicación y el coste económico que tendría.
Para Vallina, la gestión del Gobierno ha hecho retroceder del debate hacia épocas anteriores en las que el asturiano «era motivo de enfrentamiento», a la vez que ha lamentado que no explique con claridad que el Estatuto de Autonomía es «la primera norma de Asturias» y que debe servir para definir «un marco común» pero no para generar «un modelo fiscal determinado».
Para su homóloga de Ciudadanos, Susana Fernández, la oficialidad «empieza a molestar» a Barbón, cuyos socios -Podemos e IU- están «incómodos» por la «desgana» con que afronta el proceso, «un lío en el que se ha metido y del que no sabe cómo salir» tras ganar holgadamente las últimas elecciones, pero, le ha recordado, partiendo del peor resultado de su historia en las anteriores.
A su juicio, «y aún a riesgo de ser linchada por la policía identitaria», la cooficialidad sería un lastre para la reactivación de Asturias dado que «es difícil imaginar que un gasto improductivo que fomenta la división y el enfrentamiento vaya a contribuir a que nada resurja». «Estamos enterrados y cavamos hacia abajo, señor Barbón», ha concluido.
Según el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, por mucho que Barbón lo desee «no va pasar por encima de este parlamento un elefante con alas ni va a existir una oficialidad amable», dado que las sentencias de Tribunal Constitucional señalan que la mera declaración de oficialidad en un Estatuto «genera obligaciones» y eso se refleja en los modelos aplicados en todas las comunidades bilingües.
«Sólo usted y el señor Pumares (portavoz de Foro) saben cómo hacer volar ese elefante», ha advertido Blanco, que ha puesto como ejemplo de oficialidad «amable» la negativa de la consejera de Cultura, Berta Piñán, a atender su petición de que le facilitara la comprensión de la réplica que ayer le dio en el parlamento y que continuara su intervención en un idioma que no entiende «integramente», informa Efe.
