Los sicarios que presuntamente mataron a Ardines se retractan y dicen que hablaron bajo presión

La Voz

ASTURIAS

Adrián Fernandez (c), abogado de la defensa; Fernando Barutell, abogado de la esposa de uno de los sicarios del caso, y Luis Mendiguren (d), abogado de Luis y Jesús Muguruza, ante los acusados durante la vista oral ante jurado popular por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines
Adrián Fernandez (c), abogado de la defensa; Fernando Barutell, abogado de la esposa de uno de los sicarios del caso, y Luis Mendiguren (d), abogado de Luis y Jesús Muguruza, ante los acusados durante la vista oral ante jurado popular por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines Eloy Alonso

Los argelinos dicen que fueron presionados por la Guardia Civil y aseguran que nunca estuvieron en Asturias, pero un teléfono móvil contradice su coartada

03 nov 2021 . Actualizado a las 08:16 h.

Los dos ciudadanos argelinos acusados de actuar como sicarios en el asesinato del concejal de IU de Llanes Javier Ardines han asegurado que nunca se desplazaron a Asturias y que ni participaron en el crimen ni conocían a la víctima.

Durante la primera sesión del juicio con jurado que hoy ha comenzado en la Audiencia Provincial de Oviedo, Djilali B. ha dicho que el día del crimen, el 16 de agosto de 2018, estaba en su domicilio de Bilbao y ha insistido en que nunca estuvo en Belmonte de Pría, la parroquia llanisca en la que residía Ardines y donde fue asesinado a escasos metros de su casa.

A pesar de que la investigación constató que su vehículo había sido identificado cuando se desplazaba a Belmonte de Pría, el acusado ha indicado que tiene un coche «como el de todo el mundo» y ha insistido en que está seguro de que ese día estaba en Bilbao.

Djilali B. ha afirmado que sólo conoció a Pedro N.A., que según las acusaciones habría actuado como inductor del crimen por celos tras descubrir que su mujer le engañaba con el concejal, y a Jesús M., señalado por la investigación como el inductor, a raíz de esta causa, y ha añadido que con el también acusado y compatriota Maamar K. únicamente tenía una relación de amistad.

Además, ha acusado a la Guardia Civil de hacer con él «lo que quisieron» porque, según su versión, no tiene «nada que ver, ni participó» en nada relacionado con el asesinato de Ardines, al que no conocía.

En una declaración en la que sólo ha respondido a preguntas de su abogado, ha insistido en que la Guardia Civil le trasladó que los otros tres acusados ya habían declarado y los agentes «le pegaron, le insultaron» y él no pudo aguantar la presión cuando le dijeron que no iba a volver a su familia, a pesar de que él sostenía que era inocente.

El segundo en declarar ha sido Maamar K., que también se ha limitado a responder a su abogado para admitir que tenía una relación cordial con Djilali B.,pero que la amistad se rompió cuando estando preso en Suiza para cumplir otras condenas anteriores se enteró de que éste le había implicado en el asesinato de Ardines.

Maamar K. no ha podido dar explicaciones sobre lo que pasó con el teléfono móvil de su propiedad que la Guardia Civil geolocalizó en Belmonte de Pría el día del crimen porque «sólo sabe que no funcionaba».

Sí ha explicado que él habitualmente viajaba a Argelia por razones médicas de su familia, por lo que si hubiera cometido un delito en España sabía que era imposible que fuera extraditado y en caso de tener relación con la causa lo lógico sería quedarse en el país.

El juicio continuará mañana con la declaración de los otros dos procesados, el presunto inductor y el acusado de actuar como intermediario; informó EFE.