La excavación de la sima de La Cerrosa, en Peñamellera, descubre los enterramientos probablemente rituales de un joven con su armamento y dos chicas. Por Guillermo Guiter

GUILLERMO GUITER

La riqueza arqueológica de Asturias no deja de sorprender. Esta vez, la «espectacular» excavación -según sus descubridores- de una sima en el concejo de Peñamellera Baja ha revelado los restos de un guerrero de la segunda Edad del Hierro, junto a su armamento y su caballo. Es, todavía, un soldado desconocido, a la espera de que la investigación arroje más luz sobre un lugar en el que también aparecieron los cráneos de dos chicas jóvenes, estos datados unos cinco siglos antes que el guerrero, así como «abundante» fauna e incluso cerámica.

La sima se llama La Cerrosa-Lagaña y está ubicada cerca de la localidad de Suarías, tiene 60 metros de desarrollo y una caída vertical de cuatro metros con un desnivel de 39. Los investigadores, Susana de Luis, Mariano Luis Serna y Alfonso Fanjul, realizaron la excavación en noviembre del año pasado, aunque el lugar y todo su potencial arqueológico ya había sido descubierto por Fanjul y Serna en 2016. Junto a ellos, para desvelar los secretos del yacimiento, trabajan ahora las doctoras Verónica Estaca (especialista en fauna), Silvia Carnicero (forense) y Olalla López (arqueóloga).

Yacimiento arqueológico de la sima de La Cerrosa, en Suarías, Peñamellera Baja, Asturias
Yacimiento arqueológico de la sima de La Cerrosa, en Suarías, Peñamellera Baja, Asturias ARQUEÓLOGOS DE LA CERROSA

¿Se trataba una antigua fosa de enterramientos rituales o una trampa para incautos? Para Alfonso Fanjul, no hay duda de que los restos fueron depositados deliberadamente: «por el acceso que muestra la sima, descartamos que pudieran caer accidentalmente», apunta.

Además, respecto a los cráneos de las jóvenes, hay otro factor importante que apunta a una intención ritual: en otros enterramientos, dentro y fuera de Asturias, aparecieron también esqueletos de mujeres jóvenes, como en Chao San Martín, La Campa Torres o Fuentenegroso (este último en Peñamellera Alta).

Las armas del guerrero

Todavía es pronto para saber si el guerrero de La Cerrosa era romano o cántabro. La época en la que se ha datado según la prueba del Carbono 14, el año 25 antes de Cristo, coincide con las guerras entre el invasor latino y las tribus cántabras pobladoras de la zona. Las piezas encontradas pueden pertenecer a ambos ámbitos culturales.

Puntas de lanza de la panoplia de un guerrero del año 25 aC encontradas en la sima de La Cerrosa, Asturias
Puntas de lanza de la panoplia de un guerrero del año 25 aC encontradas en la sima de La Cerrosa, Asturias Villa y Sánchez Pozo

Sí saben por el trabajo forense que era un individuo joven junto al que aparece su panoplia y otros elementos: puntas de lanza, vaina de puñal, una navaja, fíbula de cinturón de las llamadas en omega (por su forma similar a la legra griega) y placas de bronce con diseños calados. La vaina, que está a la espera de ser restaurada, está conformada por dos láminas de bronce, pero la corrosión no permite observar la decoración. Sería «un modelo híbrido entre el tipo de filos curvos indígena y el puñal militar romano o pugio».

También aparecieron los restos del caballo y sus arreos (camas de freno y bocados). «Todavía no sabemos si era un prisionero que fue sacrificado o un guerrero que enterraron allí con su caballo, es la gran incógnita», señala Fanjul.

Vainas de puñal de filo curvo encontradas en la sima de La Cerrosa. Pertenecieron a un guerrero cántabro o romano del año 25 aC
Vainas de puñal de filo curvo encontradas en la sima de La Cerrosa. Pertenecieron a un guerrero cántabro o romano del año 25 aC

El estudio publicado por Fanjul, Serna y De Luis (La panoplia de finales de la II Edad del Hierro en la sima de La Cerrosa-Lagaña, ¿Un conjunto asociado a las Guerras Cántabras, Ediciones Complutenes) pone en contexto que durante el periodo entre los siglos VIII al V se desarrolla una «primera Edad del Hierro caracterizada por el surgimiento de poblados fortificados en altura», mientras que en la Segunda Edad del Hierro (hasta las Guerras Cántabras), ocurre «el abandono de parte de los enclaves fortificados y la creación de núcleos fuertemente defendidos». El conflicto con Roma, entre los años 29 y 19 a.C., deja poblados que a veces fueron reaprovechados por los romanos.

Secretos por desvelar

Además del análisis de lo que ya se ha encontrado, los investigadores tienen muchas esperanzas de seguir descubriendo más material en la sima. De hecho, ya hay prevista una segunda campaña de excavaciones en La Cerrosa.

De momento han depositado el material hallado en el Museo Arqueológico de Asturias, donde el viernes 29 de octubre ofrecerán una conferencia para presentar por primera vez en público sus descubrimientos. «Esperamos que esto despierte el interés que merece la arqueología en Asturias», concluye Alfonso Fanjul.