Sobre Gloria Steinem

Dulce Gallego

ASTURIAS

Gloria Steinem, dando una conferencia en 1972 en la Wright State University
Gloria Steinem, dando una conferencia en 1972 en la Wright State University Lisa Rickey

21 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchas cosas ha cambiado el feminismo en los últimos 50 años, entre ellas que el premio de Comunicación y Humanidades de la fundación Princesa de Asturias sea otorgado a una activista que lleva más de 50 años de lucha por los derechos de las mujeres. Lo ha hecho desde el periodismo, como escritora y con su pertenencia a un movimiento potente, activo, desde el que hemos trabajado miles y miles de mujeres en el mundo, para cambiar el orden de las cosas, para hacer más justa la vida de la gente, sembrando la idea de igualdad entre mujeres y hombres. Por ello el reconocimiento a una feminista desde una institución de transcendencia y notoriedad internacional, es un motivo de satisfacción y alegría.

Gloria Steinem, representa ese activismo feminista, por la constancia, por la capacidad de transformar y mejorar la vida de cada una de nosotras, la vida de millones de mujeres, y representa también el éxito de esa lucha, porque muchas cosas hemos conseguido cambiar, pero otras muchas están todavía en la agenda política del feminismo.

Proveniente de una familia humilde, tesón en el estudio, trabajo, pertenencia a un movimiento fuerte, sólido, organizado, al que ella contribuyó, la hizo ser quien es.

Sus primeras experiencias en feminismo fueron en la India, donde estaba  becada, emulando a Rigoberta Menchu podemos decir que «allí le nació la conciencia».

En 1969 habla públicamente, en un acto por la legalización del aborto en el estado de Nueva York, desde entonces se incorpora a una larga lucha por el reconocimiento y el derecho al propio cuerpo de las mujeres.

En una entrevista al diario El País, dice: «La diferencia más básica del patriarcado es el control sobre los cuerpos de las mujeres, sobre todo en la concepción». Y recuerda que tanto Hitler como Mussolini lo primero que hicieron al llegar al poder fue cerrar clínicas de planificación familiar y declarar el aborto crimen contra el Estado. Parece que autoritarismo y control de los cuerpos de las mujeres son caras de la misma moneda.

Steinem, como periodista, escribe artículos (para ello no duda en infiltrarse hasta en Playboy), libros, cambia contenidos en prensa, pelea por dignificar la imagen y la situación de las mujeres.

Participa en protestas, marchas, manifestaciones y tiene infinidad de apariciones en medios de comunicación social como portavoz del Movimiento Feminista.

Promueve la fundación de revistas, entre ellas Ms, una revista feminista dedicada en palabras de Florynce Kennedy «a preparar la revolución y no sólo la cena».

También colabora en la fundación de organizaciones feministas: en 1971, Women’s Action Alliance, para auspiciar la educación infantil no sexista y multirracial.

En 1977, Voters for Choice, un comité de acción política a favor de la elección de mujeres a cargos públicos de representación.

En 2004 funda Women’s Media Center, para promover imágenes positivas de mujeres en los medios de comunicación.

En su libro Vida en la carretera, ella dice «fui activista itinerante del feminismo», reivindica el viaje, como posibilidad de compartir historias, de conocer, y tiene la esperanza de abrir camino y que no sólo los hombres encarnen la aventura y las mujeres encarnemos el hogar. Abrir camino para acabar con lo que pasa en muchos rincones del mundo donde una mujer es amonestada o asesinada si sale de casa sin la escolta de un pariente varón, o donde no puede abandonar el país sin autorización de padre, marido o tutor, lo que por cierto, nos paso a las españolas durante el franquismo.

Bienvenido este premio pues supone visibilizar a mujeres como ella, sirve sin duda para dar a conocer a generaciones más jóvenes modelos de mujeres fuertes, activas, eficaces, constantes, cuyo ejemplo nos muestra que la lucha por cambiar las cosas y la pertenencia al movimiento feminista, nunca es en balde, que podemos tener una larga, feliz, fructífera vida, luchando por un mundo mejor.   

Dulce Gallego es militante feminista del Fórum de Política de Feminista.