Mabel Lozano: «Todos los niños llevan un pequeño cine porno en su bolsillo»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

ASTURIAS

Mabel Lozano
Mabel Lozano

La cineasta y activista alerta de los riesgos de la prostitución 2.0, así como de la banalización de la trata y la prostitución en un país como España, en el que «un 38% de hombres reconocen ser consumidores de sexo de pago»

05 oct 2021 . Actualizado a las 22:21 h.

Mabel Lozano (Villaluenga de la Sagra, Toledo, 1967) ha participado en Gijón, en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, en la tertulia feminista Les Comadres. Su conferencia, PornoXplotación, lleva el mismo nombre que su último libro (Alrevés, 2021). La cineasta y Comadre de Oro de este año es también la autora del corto premiado con el Goya 2021 Biografía del cadáver de una mujer. Cuenta la historia real de Yamiled Giraldo Quintero, una mujer que fue asesinada a tiros en plena calle delante de su hijo, que tenía entonces 13 años. Fueron condenadas cinco personas por este crimen, entre ellas el proxeneta al que Yamiled denunció y que ordenó su muerte. Desde hace casi dos décadas esta autora se ha entregado en cuerpo y alma a la defensa de los derechos de las mujeres, así como a denunciar la explotación y esclavitud sexual. Cree que, pese a que la prostitución tradicional no va a desaparecer, es de las fronteras digitales de «donde vamos a tener que rescatar a mujeres y niñas» de manera creciente en los próximos años. Lamenta que «como país, sociedad y estado no somos capaces de proteger» a estas mujeres de sus captores y, como en el caso de Yamiled Giraldo, también asesinos. Y deja para la reflexión un desasosegante dato que muestra que «un 38% de hombres reconocen ser consumidores de sexo de pago» en España.

 -Su conferencia lleva por título PornoXplotación, que es como se llama su nuevo libro, ¿de qué trata?

-Mi ponencia tiene dos partes. Por un lado vamos a proyectar Biografía del cadáver de una mujer, por lo que vamos a hablar de trata y prostitución. Luego vamos a migrar a las fronteras digitales, para hablar de la prostitución 2.0. La prostitución normal está migrando a la web. La pornografía en vivo no es otra cosa que prostitución 2.0. Es un fenómeno que a priori se presenta como inocuo y en realidad es algo turbio, que deja víctimas a un lado y otro de la pantalla. Todos los niños, con el móvil o el iPhone desde que son muy jovencitos, llevan un pequeño cine porno en su bolsillo y nadie les ha creado un pensamiento crítico con respecto a la pornografía, que no tiene nada que ver con la sexualidad. La pornografía siempre ha existido, pero nunca había sido tan violenta. De hecho, se ritualiza en las calles, en las manadas y el sexo grupal. Por otro lado, la pornografía necesita lo mismo que la prostitución: víctimas. Mujeres y niñas muy jóvenes a las que se les capta ofreciéndoles una alternativa, una oportunidad para la que no necesitan herramientas y con la que van a ganar mucho dinero. Entonces se ve como una posible salida laboral.

-¿Por qué la pornografía es hoy tan agresiva y degradante para la mujer?

-Eso es una involución porque no solo es agresiva, también misógina, violenta…  se ha convertido en eso y piensan que es lo que vende y lo que se busca. Ten en cuenta que ahora mismo uno de los vídeos de pornografía más buscados es la violación a una joven en un bosque. En esa situación estamos. El problema es la falta de educación sexual de los chavales. Nadie les habla en sus casas de sexualidad, más allá de la propia biología y del «te vas a quedar embarazada o no. Creo que hay un problema de base. La pornografía es muy agresiva, muy accesible y muy adictiva. Tanto como consumir cocaína.

-Comenta que a la prostitución, tradicional, la de los clubes y pisos, se le ha sumado la prostitución digital.

-Sí, ese término de prostitución 2.0 es mío. Tengo clarísimo que es a esas fronteras digitales donde tengo que ir ahora, porque es ahí donde vamos a tener que rescatar a mujeres y niñas de esta forma ni siquiera tan nueva, pero que va a ir a más. No digo que la prostitución callejera vaya a desaparecer, pero la 2.0 va a ir a más, cuando encima venimos de un confinamiento durante el que nos hemos puesto, según los expertos, seis años por delante de lo que nos correspondería a nivel digital.

-¿Hablar de trata de personas y no de esclavitud es un eufemismo?

-Absolutamente. Es que ya hay un término, que es oficial y se puede utilizar, que es el de esclavitud sexual. Pero es que a través del lenguaje blanqueamos todo. Fíjate en muchos casos que el eufemismo que se emplea para referirse a la pornografía es entretenimiento para adultos, o cine X, cuando está absolutamente vinculado a la prostitución y, en muchos casos, a las redes y a las mafias. Es un negocio multimillonario que deja muchas víctimas y fíjate la manera en que esos eufemismos lo blanquean.

-Con Biografía del cadáver de una mujer se hizo con el premio al mejor corto documental en los Goya 2021 ¿Qué sintió al saber que había ganado en una edición tan sui generis, a distancia y desde casa?

-La misma emoción que si hubiera sido una ceremonia física. Lo único es que no pude compartir esa emoción con cantidad de compañeros, lo que también tiene su encanto. Hay que tener en cuenta que los Goya son premios que te los otorgan tus compañeros y compañeras, entonces muchos de ellos están ahí. La celebración en casa esa noche fue muy en petit comité, con mi familia e intimísimas amigas, en un grupito muy pequeñito. Pero luego lo he ido festejando en diferentes lugares. La celebración no ha sido únicamente del Goya. Yo lo he podido celebrar con la ministra Montero hablando de la ley de Libertad Sexual. En esa nueva ley ya van a estar tipificadas todas las caras del proxenetismo, las tercerías locativas. Ese es un Goya posterior maravilloso. Probablemente el más importante.

-¿Cómo llegó usted a la historia de Yamiled Giraldo, o cómo llegó ella a usted?

-Me la contó el ex proxeneta con el que yo llevaba muchos años colaborando. Yo siempre le preguntaba por qué no denuncian las mujeres. Si te lo pregunto a ti es obvio que vas a responder «por el miedo, las amenazas, las coacciones…», ¿pero es tan bestia como para que se vean sometidas a palizas, vejaciones y amenazas sobre sus hijos y no se muevan? Estamos en un país muy garante, ¿cómo es eso posible? En Madrid, por ejemplo, en la calle Montera tienen una comisaría al lado ¿Por qué no van? Entonces él me contó esta historia, que no es un caso aislado. Una víctima de trata, testigo protegida que denuncia al proxeneta que la había explotado y éste la asesina a tiros en una pequeña localidad de Pamplona. Con estos actos tan salvajes lo que quieren decirle al resto de las mujeres es «mira lo que te va a pasar si denuncias». Nunca vamos a entender por qué no actúan las mujeres si nos fijamos o vamos siempre al mismo lugar. Eso que se dice de que «es que las mujeres en prostitución o víctimas de trata son muy pocas» se basa en las mujeres que acuden a la Policía y a la justicia. Pero es que como país, sociedad y estado no somos capaces de protegerlas, ¿para qué van a denunciar? La ley de testigo protegido no funciona con respecto a las víctimas de trata. Es un «mujeres vulnerables frente a mafias». Un tío que tiene todos los clubes abiertos sigue ganando dinero y puede asesinarlas.

«Eso que se dice de que 'es que las mujeres en prostitución o víctimas de trata son muy pocas' se basa en las mujeres que acuden a la Policía y a la justicia. Pero es que como país, sociedad y estado no somos capaces de protegerlas, ¿para qué van a denunciar?»

-Lleva muchos años comprometida contra la explotación sexual. ¿Ha evolucionado, al menos en España, la situación a mejor en ese tiempo en algún aspecto?

-No, no, no, no y no. Es que no ha mejorado, porque no tenemos leyes. Si lo hubiera hecho no estarían los clubes abiertos, ni miles de pisos funcionando, ni habría rotondas con mujeres. No tenemos una ley contra la trata con auténtica perspectiva de género. No todas las caras del proxenetismo están contempladas y encima venimos de un consumo brutal de pornografía por parte de los jóvenes, lo que les lleva al sexo de pago a muy temprana edad. Además estamos en una situación de grave crisis, no solo sanitaria, sino también económica. Las más vulnerables van a ser mujeres y niñas y esto se va a presentar como una salida. Cuando no tienes para dar de comer a tus hijos haces lo que sea. Solo tienes que fijarte, desde Asturias hasta Málaga, la cantidad de clubes que te encuentras abiertos. Eso es que mal no les está yendo, precisamente.

-¿Es España un país de puteros?

-Claro. Lo que pasa es que yo no empleo la palabra putero, porque si él es un putero ella es una puta y al final siempre estamos estigmatizando a las mujeres. Veo a gente que no tiene un conocimiento profundo de lo que es este delito y les escucho decir cosas como «es que la trata es un problema». No. Un problema es torcerse un tobillo. La trata es un delito, otra cosa es que tú la banalices. Además, si entendemos que la mayoría de las mujeres en situación de prostitución son mujeres prostituidas… no hablamos de prostituyentes, hablamos de demandantes de sexo de pago, pero no de puteros, porque al final siempre estamos insultándolas. Fíjate que cuando asesinaron a Yamiled Giraldo, el titular de un periódico de Navarra fue «Prostituta abatida a tiros». Nunca fue una prostituta, sino una víctima de trata. Un delito que vulnera todos los derechos fundamentales. Es importantísimo el vocabulario. La trata es un delito que está en el Código Penal desde el año 2010.

-¿Es incongruente la tan habitual frase de «estoy en contra de la trata, pero no de la prostitución»?

-Si, es una demostración de lo que te acabo de decir. Del escasísimo conocimiento de la realidad. La palabra libertad suena muy bien. El «que cada uno haga con su cuerpo lo que quiera». Pero ¿qué libertad tiene para elegir una mujer, casi una niña, de 15, 16, 17 o 18 años con hijos menores a su cargo en el interior de Paraguay, que es la segunda nacionalidad con más víctimas de trata, si no tiene opciones ni alternativas? En muchos casos dicen sí a venir a ejercer la prostitución a España. Nunca antes lo ha hecho, pero ¿es que tiene otras opciones? ¿Puede ir a la Universidad o trabajar? Libertad es cuando puedes elegir entre ir a la Universidad, trabajar en una pastelería, dedicarte al servicio doméstico o ser prostituta. Pero no la tienen y, entonces, lo que hay es precariedad. Es un «consiento porque no tengo dinero» o «consiento porque tengo que dar de comer a mis hijos», «porque no tengo alternativas», «porque no hay derechos sexuales y reproductivos en mi país y tengo tres hijos menores a mi cargo»… hablamos de un consentimiento viciado por la falta de alternativas. Es irrelevante que esa mujer diga que sí, porque es que no le queda otra. No puede haber trata sexual sin prostitución. Si miramos la cara de las mujeres en situación de prostitución en nuestro país veremos que no hay apenas españolas, francesas, alemanas, inglesas o suecas ¿Qué nacionalidades son? Nigerianas, colombianas, paraguayas, dominicanas, venezolanas, cubanas… ¿qué tienen en común todos esos países? Mucha brecha social entre pobres y ricos, entre hombres y mujeres, desigualdad, falta de alternativas, de posibilidades… ¡Qué casualidad!

«No puede haber trata sexual sin prostitución. Si miramos la cara de las mujeres en situación de prostitución en nuestro país veremos que no hay apenas españolas, francesas, alemanas, inglesas o suecas»

-¿Qué es lo más prioritario que hemos de conseguir para acabar con esa normalización de la prostitución en España?

-Para empezar, una ley integral que aborde la prevención y la reinserción. Es decir, dotar y vestir de derechos y alternativas a las mujeres para que puedan salir y realizar un trabajo de prevención para que no tengan que entrar. También educar en relaciones afectivas y sexuales a los menores desde nuestros hogares y los centros educativos, algo que va a haber con la ley Celaá. Pero no desde la mojigatería, sino desde la perspectiva de lo magnífica que es una relación sexual en igualdad y equidad; desde la empatía y el deseo compartido. Lo que vemos en la prostitución y la pornografía no es placer. Es poder. Es un «te he comprado y vas a hacer lo que a mí me dé la gana». La mayoría de mujeres en situación de prostitución que han sido asesinadas lo han sido por un hombre que ha ido a comprarlas… han ido a comprar sexo y han acabado matando a esas mujeres.