Crear piezas a partir de polvo de metal, las máquinas del futuro que se hacen en Meres

ASTURIAS

Una de las máquinas de fabricación 3D de Triditive.
Una de las máquinas de fabricación 3D de Triditive.

La empresa Triditive presenta este viernes sus nuevos modelos que cuentan entre sus clientes al Ejército de Tierra

30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En un rincón en Meres, en el kilómetro 8 de la antigua carretera entre Oviedo y Santander hay un trozo del futuro instalado en el presente de Asturias. Allí cuentan con máquinas capaces de procesos que rozan la ciencia ficción, tan llamativos que el viernes acogerán un encuentro que contará con la participación del Ministerio de Industria y del Ejército de Tierra. Son máquinas que hacen máquinas y no de cualquier manera, en Asturias se roza el horizonte de las nuevas tecnologías con el anuncio de procesos que serán capaces de componer piezas complejas a partir de polvo de metal.

Ese rincón de Meres acoge la sede de Triditive, una compañía dedicada a la tecnología automatizada de fabricación aditiva, lo que se suele conocer como impresión 3D, pero con una peculiaridad, la de que es capaz de elaborar sus piezas tanto con metal como con polímeros y además, según una de sus fundadoras, Mariel Díaz, «con la ventaja de que hemos conseguido escalar la producción para que por fin se pueda utilizar por la tradicional industrial manufacturera». ¿Qué quiere decir esto? La capacidad de producir piezas únicas o lotes de de piezas sin tener que producir en masa y también si tener que llevar fuera la producción.

Los números de la compañía son una promesa: ocho toneladas de metal por máquina al año y dos toneladas de polímero anuales; entre las máquinas que se presentarán el viernes estará una capaz de producir piezas de un tamaño de medio metro y además de diseño complejos que hasta el momento no se podían mecanizar. «El 3D es una tecnología que nos permite fabricar piezas de una manera muy sencilla, sin necesidad de moldes, podemos hacer varios tamaños de piezas, determinados tipos o lotes de piezas personalizadas. Esto implica que podemos fabricar de una manera más sostenible utilizando única y exclusivamente el material que se necesita, podemos fabricar de una manera más flexible y además podemos fabricar de manera local»; destaca Mariel Díaz.

Mariel Díaz
Mariel Díaz

Tanto ella como los fundadores principales de la compañía partieron de la EPI, la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón aunque también «somos internacionales; uno de mis socios ha estado viviendo cuatro años en Asia, otro ha estado viviendo toda su vida en Reino Unido, yo me estuve pateando todo EEUU y Asia buscando el mejor sitio para montar una empresa de fabricación de maquinaria». Pero tras muchas vueltas y kilómetros por varios continentes encontraron el sitio idóneo para poner en marcha su proyecto en la Asturias central. ¿Por qué?

«En otros sitios si quieres fabricar te tienes que ir de costa este a costa oeste buscando proveedores y en Asia ocurre lo mismo y además o fabricas miles de millones o no te compensa. Pero en Asturias encontramos ,y es algo que me gusta mucho poner en valor, que si salgo de mi nave al lado tengo a todos los proveedores que me dan los servicios que necesito: mecanizado, corte láser, plegado, etcétera. Ese entorno, ese ecosistema es único para poder utilizar la tecnología, utilizar esa experiencia. En esta región sabemos fabricar, sabemos hacer cosas y tenemos calidad europea y además somos súper competitivos en costes».

La ingeniera señaló que una Asturias con tradición industrial pero que afronta una transformación radical del sector en la era de la descarbonización cuenta con ventajas y retos que asumir con las nuevas tecnologías. «Lo que falta es la digitalización y con eso tienes todo el potencial por delante. En muchas empresas todavía están con lápiz y papel en sus plantas de producción. Otro potencial que tiene esta transformación digital es hacer atractiva de nuevo la industria. Si les preguntas hoy en día a muchos jóvenes millenials qué quieren hacer, la mayoría no te va a decir que quiere ir a una fábrica y hay que hacerlo más atractivo porque sí o sí de cara al futuro, siempre vamos a tener que fabricar, siempre vamos a necesitar el producto físico».

Entre sus clientes están empresas que instalan las máquinas o que recurren a ellos y a sus ingenieros para tirar de las propias máquinas de Triditive. Un cliente particular es el Ejército de Tierra que las usan «para sus repuestos, porque pueden fabricar rápido sin depender de talleres externos».

En el foro que celebrarán este viernes, la compañía presentará sus nuevas máquinas comerciales, los modelos más avanzados capaces de producir a partir de polvo de metal y los que pueden combinar de forma flexible los materiales. Todo con vistas a «dar el siguiente paso de crecimiento para sacar esta tecnología y llevarla a Europa y a EEUU».