Los padres del Estatuto de Autonomía, María Neira y el Club de Guisanderas de Asturias han sido los premiados en una gala celebrada en el Hotel de la Reconquista
08 sep 2021 . Actualizado a las 21:14 h.El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha reconocido hoy ante parte de los ocho integrantes de la comisión que hace 40 años se encargó de redactar el Estatuto de Autonomía del Principado que ha llegado el momento de proceder a su reforma parcial para adaptarlo a la realidad de nuestros días, una tarea que, según ha subrayado, va a acometer con el mismo empeño en el diálogo con el que ellos lo afrontaron entonces.
La directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la langreana María Neira, y el Club de Guisanderas de Asturias también han recibido hoy esta distinción en su categoría de plata durante un acto celebrado en el Hotel de la Reconquista, con la asistencia restringida de público como consecuencia de las medidas de seguridad derivadas de la covid-19 y sin la presencia de Vox, que se ha desmarcado de esta ceremonia por considerar que la redacción de un estatuto no puede ser motivo de orgullo y que «el mejor estatuto de autonomía es el que no existe».
Las Medallas de Asturias tienen por objeto premiar méritos «verdaderamente singulares que concurren en personas o instituciones cuya importancia y trascendencia para los intereses generales de la comunidad autónoma les hagan acreedores de este reconocimiento público». Coincidiendo con el 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, se decidió entregar la Medalla de Oro otorgada a los ocho redactores, tres de ellos ya fallecidos, del primer borrador de esta ley institucional básica por su «esencial contribución al desarrollo del proceso autonómico» y a la constitución de la propia comunidad. El Estatuto de Asturias fue el primero que se aprobó a través del artículo 143 de la Constitución, que daba un techo competencial inicial más limitado que a través del 151, y también el primero que dio lugar a la constitución de una comunidad autónoma uniprovincial.
La Comisión de los 8 estaba formada por Francisco Sosa Wagner y Bernardo Fernández Pérez, designados por el PSOE; Juan Bautista Fernández Fidalgo y Juan Casero Lambás, por Unión de Centro Democrático (UCD); Francisco José Bastida Freijedo e Ignacio de Otto y Pardo (fallecido), por el Partido Comunista de Asturias (PCA), y Juan Luis de la Vallina Velarde y José Manuel Riesco Morán (ambos fallecidos), por Coalición Democrática (CD).
Según Barbón, la actitud, inteligencia y humildad con la que llevaron a cabo esos trabajos son un espejo en el que ahora se pueden mirar sin complejos todas las fuerzas parlamentarias ahora para abordar una reforma que, según ha aseguro el jefe del Ejecutivo asturiano, se abordará e forma inmediata y conllevará cambios que permitan mejorar la protección de la lengua. Para Bernardo Fernández, que habló en nombre de todos los premiados, esta Medalla de Oro supone una recompensa a una labor colectiva, una obra que excede con mucho su trabajo, porque en él hay muchos más conocimientos del que desprendieron los ocho que integraron esta comisión.
En cuanto a María Neira, el presidente autonómico ha asegurado que su trabajo ha permitido hacer ver que la «investigación, ciencia y cooperación son indispensables» en tiempos de pandemia como la actual y advertir de que la lucha contra el virus sólo tendrá éxito si es auténticamente global, si las vacunas llegan hasta la más pobre esquina del planeta. La doctora María Neira González (Langreo, 1962) ha sido distinguida con la Medalla de Plata «como reconocimiento institucional a sus indudables méritos directivos, asistenciales y sociales, su brillante trayectoria profesional y su clara vocación humanitaria». Tras recibir esta distinción de manos del presidente, ha afirmado que los dos últimos años han demostrado lo vulnerable que puede ser esta sociedad y la importancia que tiene la prevención, la investigación y el apoyo a la ciencia, aunque también ha tenido palabras de recoocimiento para los platos asturianos como fuente de salud, pero sin dejar de hacer un guió a Las Guisanderas para que se reduzca el colesterol de la fabada.
El Club de Guisanderas de Asturias ha sido también objeto de esta distinción «por su ejemplar labor para salvaguardar recetas y platos olvidados de la gastronomía regional y reivindicar también la función de las mujeres en la conservación y transmisión de la cultura gastronómica». Este grupo, formado en 1997 por grandes cocineras, pretende evitar que la tradición culinaria se pierda e incorpora las elaboraciones típicas tanto en casas particulares como en restaurantes de alta cocina, al tiempo que recupera y divulga la historia de cada plato típicamente asturiano en actos de promoción tanto dentro como fuera de la comunidad, según informa Efe.