En 2021 han entrado en funcionamiento tres parques, los primeros en una década. Faen cree que «las expectativas son buenas», pero ve con inquietud la creciente «oposición vecinal»
31 ago 2021 . Actualizado a las 10:09 h.El futuro a corto-medio plazo de la generación energética eólica en la región es «esperanzador» para los principales actores de este segmento de actividad. El inevitable proceso de descarbonización «abre oportunidades» a las renovables que, no obstante, tienen trabajo que hacer en el Principado desde el punto de vista didáctico. Y es que desde este sector se observa con cierta inquietud la «oposición vecinal al desarrollo de parques».
Juan Carlos Aguilera, director general de la Fundación Asturiana de la Energía (Faen), destaca que, para la puesta en marcha de proyectos en este segmento de actividad durante este año, «las expectativas son buenas». Explica que el panorama «ha sido complicado en la última década, pero ahora se abren nuevas oportunidades». En este sentido, más que de aceleración habla de «recuperación del ritmo que llevamos en el proceso de descarbonización» el cual, a su juicio, «abre oportunidades a los sectores eólicos y fotovoltaicos en España».
En Asturias este año se ha procedido a «retomar inversiones» y otros «proyectos que estaban en tramitación, algunos desde hace más de una década». Aguilera apunta que «hay que situar el eólico dentro de los muchos segmentos de actividad que tenemos a nivel nacional y global». No obstante insiste en que el panorama para esta vía de generación energética, tanto en el ámbito autonómico como en el resto del país, «es esperanzador».
Parque eólico regional
En este sentido, en el Principado hay 23 instalaciones operativas, con una potencia de 648 MW. Aguilera explica que en 2021 han entrado en funcionamiento tres parques, que suman una potencia de 92 MW, y que «son construidos por Iberdrola y promovidos previamente por otros agentes. Son los primeros parques que entran en funcionamiento desde 2011».
Resalta que la generación de los parques es «bastante estable. En 2020 generaron más de 1.150 GWh, un 1% menos que en 2019». En cuanto al futuro, de acuerdo con los últimos datos de los que dispone, existían en tramitación «unos 1.600 MW, unos 800 MW en Consejería, con parques de menos de 50 MW de potencia y otros tanto en el Ministerio, con parques de más de 50 MW de potencia. Con la tramitación más avanzada estaban dos en la administración regional, con unos 59 MW y la autorización administrativa de construcción».
Explica que «no es previsible» que se construyan los 1.600 MW en tramitación por temas de «competencia y aplicación de zonas de exclusión y por tanto la denegación de permisos». Apunta que en la estrategia energética regional «se han previsto para 2025 los 927 MW en operación y para 2030 unos 1.585 MW».
Resistencia vecinal
Para el año que viene, «la expectativa es que se sigan haciendo parques». En esta línea, el director general de la Faen considera que lo más importante es «tener un mercado creciente y lo más homogéneo posible», ya que «de nada sirve tener cinco proyectos el año que viene y al siguiente ninguno».
«Aquí estamos hablando de la actividad industrial y generación de empleo que se puede crear en el entorno local», apunta y recalca que «lo importante es tener muchos años con proyectos». No obstante, no puede evitar ver con cierta preocupación «que está surgiendo oposición vecinal al desarrollo de parques». «Si queremos tener suministro energético descarbonizado tenemos que aprovechar las fuentes que tenemos», asevera.
Considera que «la técnica ha evolucionado en aerogeneradores en los últimos años. Tendemos cada vez más a la producción de aerogeneradores más grandes y menor número» y, en este sentido, «donde antes había 40 máquinas ahora hablamos de ocho o diez». Cree que, hasta cierto punto, estos movimientos vecinales «son lógicos», si bien «hay que entender que debemos dar cierto grado de crecimiento a la actividad». Teme que, de lo contrario, «se pueden dar problemas relacionados con la importación de energía desde el exterior». Además, explica que «en la proximidad de muchas ciudades es materialmente imposible poner un parque eólico, el viento está donde está». «Si queremos energía es una de las cosas por las que tenemos que pasar», concluye.