Son las que corren un mayor riesgo de desaparición de las 404 que existen en Asturias y en ellas se confía localizar al menos a 74 víctimas identificadas con nombre y apellido
08 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La fosa de víctimas del franquismo de El Rellán, en Grado, podría albergar los restos de más de medio centenar de asturianos fusilados en varias fechas entre 1936 y 1938. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), tras tener que interrumpir la exhumación por orden judicial el verano pasado al encontrarse los restos de tres personas y 19 casquillos de bala, volvía el pasado 4 de agosto a retomar los trabajos en la finca que el ayuntamiento gobernado por IU compraba en 2018 para dignificar este futuro lugar de la memoria en el que estos días las familias de las víctimas -29 solicitaron una prueba de ADN para cotejar con los primeros restos encontrados y siguen recabándose muestras- están encontrando una suerte de reparación que esperaban desde que España es una democracia y no una dictadura.
Ya se han encontrado restos óseos de 12 personas, que fueron enterradas apelotonadas unas encima de otras, así como casquillos de balas de nueve milímetros que apuntan a una línea de fusilamiento y gomas de madreñas que evidencian que se trataba de civiles. En el mapa de las 404 fosas comunes de Asturias, fruto de los resultados de varios proyectos de investigación de la Universidad de Oviedo, se identificó con nombre y apellidos a 25 personas que pudieron haber sido asesinadas en El Rellán. Siete mujeres y 18 hombres, de los que el más joven tenía 13 años y la mayor 80. En Asturias se calcula que al menos una de cada tres familias tiene en su árbol genealógico a personas represaliadas por el franquismo y que, de ellas, más de 27.000 fueron asesinadas durante la Guerra civil o la represión política posterior y enterradas en esas 404 fosas.
Este año la Dirección General de Emigración y Memoria Democrática del Gobierno asturiano tiene previsto que en otras siete se realicen estudios en profundidad sobre el terreno, con un coste que no supera los 37.000 euros, para una posterior exhumación de los restos que puedan encontrarse. En las siete, ubicadas en montes y márgenes de carreteras en los que se quiere actuar cuanto antes por correr un mayor riesgo de desaparición o no estar habilitados como cementerios, no se sabrá cuántas personas están enterradas hasta que no se lleven a cabo los trabajos de exhumación pero los investigadores de la Universidad de Oviedo habían conseguido identificar con nombre y apellidos a 74 desaparecidas y en su mayoría paseadas entre 1936 y 1938.
1. Fosa de El Fitu (Parres)
Son varios los testimonios que permiten dar por hecho que en el alto de El Fitu, muy cerca del transitado mirador, hay una fosa en la que, aunque no se sabe a ciencia cierta cuántas personas están enterradas, se encontrarian los restos de 15 hombres de edades comprendidas entre los 27 y los 58 años identificados por sus nombres y que en buena parte tienen descendientes vivos. El más joven se llamaba José Coro Pendás y fue asesinado, como el resto, entre octubre y diciembre de 1937. La dirección general de Emigración y Memoria Democrática tiene previsto situar un lugar de la memoria en este emblemático escaparate del paisaje y la historia de Asturias.
El listado de nombres se completa con Amado Sánchez, Aquilino Cueto, Antonio Allende Rosete, Arturo Fontela Fernández, César Meré Sánchez, Jesús Puente Tanda, José García Collía, José Luis Cofiño Sánchez, Julio González Acebal, Manuel Bulnes Martínez, Modesto Queipo Martínez, Pelayo Norniella García y Vicente Pérez Montoto.
2. Fosa de El Molín de Xilu-Landrio (Las Regueras)
En esta fosa de la posguerra se cree que se enterraron al menos los restos de una veintena de víctimas de la represión franquista. Constan las identidades de ocho personas de 24 a 60 años que fueron asesinados entre octubre de 1937 y principios de 1938. El más joven se llamaba José Manuel González González y, el más mayor, era un campesino llamado Antonio Fernández Alonso. Solo consta una mujer, Genara Díaz. El listado de víctimas identificadas se completa con Alejandro Clemente Fernández, Manuel Fernández Fernández, Manuel González Iglesias, Manuel Luengo y Sandalio López Fernández.
3. Fosa de Gúa (Somiedo)
Esta fosa está situada en el kilómetro 40 de la AS-227 y data también de la represión de la posguerra. En ella estarían los restos de 29 víctimas identificadas de entre 22 y 65 años, todos hombres también asesinados en 1937. Los más jóvenes se llamaba Germán Arnaldo López (22 años), Laureano Menéndez Riesco (24 años) y José Álvarez (25 años) y, el mayor, José Álvarez Rodríguez, que era juez. También consta que otras víctimas eran carteros, campesinos y maestros.
El listado de víctimas enterradas en esta fosa también lo integran los siguientes nombres: Agustín Fidalgo, Agustín Santos, Ángel Cabezas Menéndez, Antonio Arnaldo López, Antonio González, Antonio López, Benjamín Blasón López, Benjamín Pérez García, Casimiro Álvarez Díaz, Constantino y Eladio Nieto García, Félix Menéndez Cortina, Gabino Alonso Pérez, Jesús Aurelio Acebedo Riesco, José María Caunedo Álvarez, Luis Dos Santos, Manuel Barragán Blanco, Manuel Berdasco Queipo, Manuel García Calzón, Manuel González, Manuel Menéndez Arnaldo, Manuel Queipo Menéndez, Marcos Feito Arias, Primitivo Galán Calzón y Servando Blasón Fernández.
4. Fosa de Vega de Rengos (Cangas del Narcea)
Fuera del cementerio de Vega de Rengos se localiza otra fosa de represión franquista en la que consta que se encuentran los cadáveres de al menos cinco personas asesinadas en septiembre de 1936, entre ellas Balbina Gayo, maestra nacional de 36 años y madre de Hilda Farfante, la destacada activista en favor de la memoria histórica que perdió a sus padres -ambos maestros- con apenas cinco años y lleva desde entonces esperando encontrar sus restos.
En esta misma fosa estaría enterrada otra mujer, Caridad García López, y tres jornaleros de entre 32 y 50 años: Segundo Flórez Cadenas, Avelino Vicente López y Manuel Martínez Alonso.
5. Fosa de Bimeda (Cangas del Narcea)
Es otra fosa de represión de la posguerra en la que se desconoce la identidad y el número exacto de cadáveres enterrados, pero sí se sabe por testimonios que en ella se encontrarían los restos de al menos dos personas. Uno sería Ceferino Farfante, el padre de Hilda Farfante, que fue asesinado con 33 años como su mujer, en septiembre de 1936, al igual que José Fernández Mora, de 39 años y conductor de profesión.
6. Fosa de Vuelta del Cáscaro (Cangas del Narcea)
En el puerto de Leitariegos está localizada una fosa en la que se han identificado 17 cadáveres de personas muertas en combate en agosto de 1936. Todos hombres con edades comprendidas entre los 20 y los 36 años. De algunos consta a qué se dedicaban antes de la guerra como los obreros Adenso Huerta García, Adolfo Espina Argüelles, Aquilino Braña Rodríguez, Manuel Zapico Lebrato, Máximo Menéndez Coto o Ricardo Ceballos Romero, el veterinario Francisco Fernández Colina, el carpintero Manuel Fernández García y el campesino Luis Rodríguez García. El listado se completa con Arturo Castaño Alonso, Emilio Díaz Cimadevilla, Emilio Martínez Fernández, Florentino Villa García, Julio Cases Fuente, Manuel Candanedo García, Marino Quirós Rodríguez y Rodolfo García.
7. Fosa del Alto del Palomo (Gozón)
Según la información disponible, a la altura del kilómetro 5 de la carretera AS-238, se localizarían varias fosas de la represión franquista en ambas márgenes de la carretera. Se cree que al menos estarían enterrados los restos de tres personas desconocidas y asesinadas entre octubre y noviembre de 1937. El estudio de esta fosa también ayudará a aclarar si también hay restos de víctimas de la represión republicana.