El sindicato ANPE asegura que la comunidad educativa «respira aliviada»
25 jul 2021 . Actualizado a las 17:45 h.En un tiempo en el que la crispación y los desencuentros son la tónica general entre la clase política, el último movimiento del Presidente del Principado, Adrián Barbón, ha sido celebrado por todos los partidos de la oposición que se han pronunciado al respecto. También por el sindicato ANPE. Eso sí, aunque aplauden que Carmen Suárez haya sido cesada como Consejera de Educación -le sustituye Lydia Espina, hasta ahora directora general de Planificación e Infraestructuras Educativas- coinciden en señalar que el cambio llega demasiado tarde.
La diputada del PP Gloria García ha recordado que su partido pidió hace un año la reprobación de Suárez, -una iniciativa que fue rechazada por la Junta General- y que ahora lleva a cabo el presidente, Adrián Barbón, con su destitución del cargo ante la «insostenible» situación en ese ámbito. Para García, la educación asturiana «ha sido víctima de una gestión basada en la improvisación, la falta de diálogo, las decisiones erráticas y sin consenso», lo que ha ocasionado la queja generalizada de toda la comunidad educativa e incide en que las decisiones se adoptaban desde un equipo del que ya formaba parte la nueva consejera, Lydia Espina, hasta ahora directa de Planificación.
«Vemos continuismo en este nombramiento, es una “promoción interna”, sólo hace falta mirar quien firma las instrucciones de inicio del próximo curso… Por lo que no esperamos grandes cambios», ha añadido la parlamentaria popular que, no obstante, ha ofrecido a la nueva consejera la colaboración de su partido «en todas aquellas decisiones que redunden en el bien de la educación asturiana». A su juicio, las circunstancias extraordinarias derivadas de la pandemia «han podido ser solventadas gracias a la labor encomiable de docentes, padres y alumnos, que han sido ejemplares, a pesar de que la gestión del Gobierno les ha dejado a menudo a los pies de los caballos».
Por su parte, el diputado de Ciudadanos Luis Fanjul ha considerado que la destitución de la consejera de Educación, Carmen Suárez, supone un reconocimiento «implícito» por parte del presidente, Adrián Barbón, de la mala gestión del Gobierno en ese ámbito durante la pandemia. A su juicio, su actuación al frente de la Consejería «es una clara muestra de la incapacidad del gobierno para resolver todas las cuestiones que afectan al sistema educativo asturiano» con una gestión «que no se ha vestido de gloria y ha estado llena de frentes abiertos: con el profesorado, la semipresencialidad, los grupos internivel y con órdenes contradictorias siempre a última hora».
Para Fanjul, mientras el Gobierno siga viendo la educación «como una cuestión ideológica, difícilmente va a progresar adecuadamente» por lo considera que Barbón «ha suspendido finalmente a la consejera a pesar de haberle dejado pasar de curso dos veces».
La portavoz parlamentaria de IU, Ángela Vallina, se ha mostrado esperanzado en que el relevo de Carmen Suárez al frente de la Consejería de Educación permita dar respuesta a los problemas que arrastraba ese departamento, «algunos provocados por la pandemia, pero también otros estructurales, o al menos persistentes, como el transporte».
Vallina ha señalado que este cambio en el Ejecutivo asturiano no ha sido inesperado dado que era algo «de lo que ya se llevaba meses hablando» y ha considerado que la nueva consejera, Lydia Espina, debe aplicarse en la búsqueda de consensos para superar los retos pendientes. «Ahora lo importante es que la nueva responsable de Educación asuma los retos pendientes, solucione esos problemas que estaban enquistados y que no admiten más dilaciones. Tenemos que recuperar la normalidad y la presencia», ha apuntado la parlamentaria de IU. Vallina ha reclamado de Espina «diálogo y capacidad de negociación con la comunidad educativa: padres y madres, alumnado y, por supuesto, representantes de los las trabajadoras, y con el personal docente y no docente, una de las cosas en las que hasta ahora se había fallado», informa EFE.
El secretario general de Foro, Adrián Pumares, considera que el cambio es «un buena noticia para profesorado, alumnado y familias, pero que llega muy tarde». Así, el dirigente de Foro recuerda que desde su formación llevan «pidiendo mucho tiempo al presidente Adrián Barbón que tomase esta decisión». «De hecho, ya el pasado año, en una pregunta al Presidente, exigí a Barbón el cese de la Consejera, advirtiéndole de que en caso de mantenerla en su puesto él sería el responsable de la mala gestión en la Consejería de Educación», incide el diputado.
Adrián Pumares, no obstante, mostró su sorpresa por el hecho de que «este cese se produzca a finales del mes de julio, en lugar de haberlo hecho mucho antes». Según Pumares, «tras haber mostrado su incapacidad para planificar correctamente nada desde el inicio de la legislatura, no tiene sentido que haya sido la Consejera saliente la encargada de planificar el próximo curso escolar».
Finalmente, Pumares mostró su «preocupación por la forma de anunciar el cese de la Consejera Carmen Suárez». «No sabemos hasta qué punto vamos a llegar en la degradación de las instituciones del Principado cuando un cambio de gobierno se anuncia en las redes sociales, a través del perfil personal del presidente», dice.
Por último, el portavoz de Vox en la Junta General del Principado, Ignacio Blanco, ha señalado el presidente autonómico, Adrián Barbón, debería haber cesado antes a la consejera de Educación, Carmen Suárez. Blanco incide en que «hace aproximadamente dos meses y medio, Vox propuso la reprobación de la Consejera de Educación, pero el PSOE votó en contra junto con Podemos e IU». «No sabemos qué ha cambiado en estos meses, pero debería habérsela cesado antes, porque ahora queda solo el mes de agosto para planificar el nuevo curso escolar», apuntilla.
«Un respiro para la comunidad educativa», asegura ANPE
Desde el ámbito sindical, ANPE ha asegurado que tiende la mano a la nueva consejera de Educación, Lydia Espina, y dice que la comunidad educativa «respira aliviada» con la marcha de la hasta ahora titular, Carmen Suárez.
«La comunidad educativa respira aliviada tras la marcha de Carmen Suárez. Tras de sí deja la peor gestión de Educación, marcada por la ausencia de diálogo y el rodillo que propició la salida de 3 Directores Generales y múltiples Jefaturas de Servicio, además de frecuentes encontronazos con el profesorado», afirman desde ANPE en un comunicado. Asimismo, tras conocerse el nombre de la nueva consejera, ANPE tiende la mano a Lydia Espina «para llegar a acuerdos». «Le pedimos recomponer los puentes rotos y la negociación con los sindicatos representantes del profesorado», remarcan desde el sindicato.
Para ANPE, el principal reto de Espina es «la planificación del inicio de curso, que ha sido recientemente rechazada por toda la comunidad educativa en el Consejo Escolar». «El objetivo tiene que ser asegurar el 100% de presencialidad para mantener una Educación de calidad, lo que exige inversiones que el Principado ha anunciado que va a retirar, a pesar de los fondos que ya están llegando del gobierno central y de Europa», afirman desde el sindicato.
Igualmente, consideran que «no es aceptable relajar las medidas que se demostraron eficaces en la lucha contra la pandemia, específicamente la contratación de profesorado para atender aulas con ratios reducidas, manteniendo la distancia interpersonal», informa Europa Press.