El pleno de la Junta del Principado aprueba hoy la reforma de la ley que permite declarar la emergencia sanitaria
07 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Si la situación se desmadra, volveremos atrás». Esto lo aseguraba el pasado 2 de julio la portavoz del Gobierno asturiano, Melania Álvarez, antes de conocerse que ese mismo día se alcanzarían los 330 nuevos positivos que hacen retroceder a niveles de febrero la evolución epidemiológica en los municipios más poblados de Asturias. Ayer la Ponencia de Alertas del Ministerio de Sanidad proponía cerrar el ocio nocturno y estudiar la posibilidad de aplicar un nuevo toque de queda para frenar la propagación del coronavirus ante la creciente ola de contagios que se está viviendo en toda España.
Otras propuestas, aunque el ministerio desautorizó el documento de los expertos poco después de darse a conocer, que se debatirán precisamente hoy en el Consejo Interteritorial de Salud, son limitar el horario nocturno en los interiores de los locales que no pueden garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención, suprimir la celebración de eventos multitudinarios si tampoco quedan garantizadas las medidas de prevención y realizar cribados en grupos de población de interés como ya ha está ocurriendo en Asturias con el llamamiento hecho a los jóvenes de entre 15 y 30 años, al que de momento se han sumado 7.700 de los 115.000 que se calcula que residen en el Principado.
Tras el decaimiento del estado de alarma el pasado 9 de mayo, el arsenal normativo de las comunidades autónomas no es el mismo que permitió implantar un toque de queda durante meses y en parte de ellas sería necesario ese paraguas jurídico al que el Gobierno español en principio no tiene previsto recurrir. A la espera de que hoy se debatan esas propuestas, Asturias dispone de herramientas para hacer frente a la pandemia como el sistema 4+ que fija limitaciones por concejos que fue rediseñado tras el fin del estado de alarma para que su aplicación fuera de manera individualizada en cada caso y adaptada a cada contexto epidemiológico.
Entre esas restricciones que se podrían aplicar en el momento en que un concejo entre en el nivel de riesgo máximo se encuentran el cierre de la hostelería, salvo las terrazas, los servicios de recogida y reparto o los ubicados en establecimientos turísticos esenciales o en lugares como estaciones de servicio o centros de carga y descarga.
También se podría establecer el cierre de los centros comerciales y grandes superficies, salvo los espacios de venta de alimentos y productos de primera necesidad, mientras que los comercios de más de 300 metros deberán limitar su aforo al 20%. La situación de riesgo extremo o 4+, si fuera necesario, también podría implicar el cierre de gimnasios -salvo para entrenamientos individualizados- y la suspensión de las actividades en interiores en instalaciones deportivas cerradas o pabellones, con la excepción del deporte escolar y el federado, que estará limitado a subgrupos de seis personas.
Además, se contempla la posibilidad de suspender espectáculos públicos, los servicios de alojamiento y actividades turísticas, o las actividades de los centros recreativos de mayores y de ocio infantil y juvenil.
Limitación de derechos fundamentales
En el caso de las restricciones que tengan que ver con la privación de derechos fundamentales, como cierres perimetrales por localidades o barrios, se tendría que tener el aval del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). En mayo, el consejero de Salud, Pablo Fernández, aseguraba en este sentido que solicitar esta autorización judicial para aprobar restricciones que pudieran afectar a derechos fundamentales se llevaría a cabo si se detectara un aumento de incidencia muy rápido en alguna localización concreta y podría implicar restricciones como cierres perimetrales, limitaciones al derecho de reunión o el establecimiento del toque de queda como proponían ayer los técnicos del Ministerio de Sanidad.
Hay que recordar además que el pasado 11 de mayo entraban en vigor en Asturias, ante la buena evolución de la pandemia entonces, medidas como la apertura del ocio nocturno hasta las tres de la madrugada, la posibilidad de celebrar eventos de hasta 5.000 personas en exteriores y que las terrazas de hostelería pudieran mesas de hasta 10 personas. Con anterioridad, habían estado limitadas a seis personas y, en el caso de los horarios de hostelería, se había permitido desde el 29 de mayo el cierre a la una de la madrugada, permitiendo desde entonces también la apertura de locales de ocio nocturno pero sin servicio de barra.
Medidas que se tomaron con incidencias acumuladas de coronavirus a 14 días que oscilaban entre los 70 y los 75 casos por 100.000 habitantes y una tasa de positividad en torno al 3%. La incidencia actual es de 200 casos por cada 100.000 habitantes y la tasa de positividad supera el 11%. Entonces, además, se venía detectando una media de más o menos medio centenar de nuevos positivos cada día cuando el último registro en ese sentido son los 285 casos que se diagnosticaban el lunes.
Asimismo, hoy el pleno de la Junta General del Principado aprobará la reforma de la Ley de Salud que dotará al Gobierno de la posibilidad de declarar la situación de emergencia sanitaria en circunstancias como la de la actual pandemia en la totalidad del territorio asturiano o en una parte y a acordar las medidas de protección de la salud que proponga el titular de la Consejería competente.