Los galardones reconocen a siete científicos que desarrollaron los fármacos frente al coronavirus
23 jun 2021 . Actualizado a las 13:42 h.Los científicos que se lanzaron en una carrera contrarreloj para lograr la vacuna contra el covid han sido galardonados con el premio Princesa de Investigación. Katalin Karikó, Drew Weissman, Philip Felgner, Ugur Sahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert han obtenido este miércoles el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica Internacional 2021, al que optaban 48 candidaturas de 17 nacionalidades distintas.
Todos ellos han contribuido de forma independiente al desarrollo de alguna de las vacunas aprobadas hasta la fecha, todas ellas basadas en diferentes estrategias, que tienen la proteína S como blanco común (una proteína presente en la superficie del virus que facilita su unión y entrada a las células).
Philip Felgner es pionero en la utilización de microarrays de proteínas para entender de forma detallada cómo responde el sistema inmunitario a diferentes microorganismos infecciosos e identificar los mejores antígenos para usar en las vacunas y en pruebas diagnósticas. Además, en 1985 descubrió y desarrolló la tecnología de lipofección, estrategia que consiste en la introducción de material genético en un liposoma para que pueda ser transportado e introducirse en las células. Esta tecnología está presente en las nanopartículas lipídicas que sirven como vehículo de administración de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) frente al Covid-19.
Por otra parte, Katalin Karikó, pionera en el estudio de las posibilidades terapéuticas de esta molécula, es considerada la madre de este tipo de vacunas. Junto al inmunólogo Drew Weissman, comenzó a trabajar en las vacunas basadas en ARNm y vieron que esta molécula provocaba fuertes reacciones inflamatorias porque el sistema inmunitario la detectaba como intrusa. Ambos lograron introducir pequeños cambios en la estructura del ARN para que estas reacciones no tuvieran lugar. Este avance sentó las bases para el uso de terapias de ARN y sus resultados sirvieron a Ugur Sahin y Özlem Türeci (BioNTech) y Derrick Rossi (Moderna) para el desarrollo de las vacunas basadas en ARNm que actualmente han sido aprobadas contra el Covid-19 y cuyo uso se puede extender a diferentes áreas de la medicina como el cáncer, las enfermedades autoinmunitarias o la regeneración de tejidos.
Finalmente, la vacunóloga Sarah Gilbert ha sido otra de las personas que han trabajado para conseguir una vacuna frente al SARS-CoV-2. Su vacuna, otra de las aprobadas por las autoridades europeas hasta ahora (Oxford/AstraZeneca) está basada en un adenovirus que se utiliza como vector para introducir en las células el ADN que codifica la proteína S, estimulando así la respuesta inmunitaria.
El de Investigación Científica y Técnica es el séptimo galardón en fallarse de los ocho que concede anualmente la Fundación Princesa de Asturias tras los otorgados al escritor francés Emmanuel Carrère (Letras), a la artista serbia Marina Abramovic (Artes); a la periodista y escritora estadounidense Gloria Steinem (Comunicación y Humanidades); al economista indio Amartya Sen (Ciencias Sociales); a la nadadora paralímpica española Teresa Perales (Deportes) y la Campaña por la Educación Femenina en África, Camfed, (Cooperación).
En las próximas semanas se fallará el correspondiente a la Concordia. Cada uno de los Premios Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón- un diploma, una insignia y la cantidad en metálico de 50.000 euros.
El jurado de los Princesa de Asturias reconoce a los impulsores de las vacunas innovadoras investigaciones» en muy corto tiempo
El jurado ha galardonado este miércoles a Katalin Karikó (bioquímica), Drew Weissman (inmunólogo), Philip Felgner (inmunólogo), Ugur Sahin (médico), Özlem Türeci (médico), Derrick Rossi (biólogo) y Sarah Gilbert (vacunóloga) con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021, por su contribución al desarrollo de algunas de las vacunas contra el Covid-19, han valorado sus «innovadoras investigaciones» en un tiempo «extraordinariamente corto».
Según el acta del jurado, los premiados son protagonistas de uno de los acontecimientos más destacados de la historia de la ciencia. «Sus trabajos constituyen un excelente ejemplo de la importancia de la ciencia básica para la protección de la salud a escala global. Con sus largas trayectorias en investigación básica, han conducido a innovadoras aplicaciones como la obtención, de vacunas efectivas para luchar contra la pandemia del Covid-19».
«Tanto el desarrollo de la tecnología novedosa del ARN mensajero, como la producción de vacunas basadas en adenovirus, abren un camino de esperanza para su uso frente a otras enfermedades», concluye el acta.
El jurado ha estado formado por: Pedro Miguel Echenique Landiríbar (presidente del jurado); Santiago García Granda (secretario del jurado); Juan Luis Arsuaga Ferreras; César Cernuda Rego; Juan Ignacio; Cirac Sasturáin; Elena García Armada; Clara Grima Ruiz; Jerónimo López Martínez; María Inmaculada Martínez Rubio; Amador Menéndez Velázquez; Sir Salvador Moncada; Concepción Alicia Monje Micharet; Ginés Morata Pérez; Enrique Moreno González; Lluis Quintana Murci; Peregrina Quintela Estévez; Inés Rodrigo Hidalgo; Manuel Toharia Cortés y María Vallet Regí.
Reacciones al premio
Tras el anuncamiento de este galardón, las reacciones no se hicieron de esperar. El investigador Vicente Larraga, que dirige uno de los grupos que está desarrollando una vacuna contra el covid-19, ha asegurado que, aunque desde el punto de vista científico las fórmulas basadas en el ARN mensajero (ARNm) son más innovadoras, es justo y razonable premiar a todos los investigadores que han logrado una vacuna contra el coronavirus.
«El premio es más que merecido. Es justo que les hayan dado el premio a todos, aunque desde el punto de vista científico algunos tienen más valor de innovación como es el caso de Karikó, quien es, obviamente, la mayor impulsora de las vacunas de ARNm, cuya tecnología va a servir para vacunas y para muchas otras cosas en los próximos años», ha confesado.
Pero para Larraga, según informa Efe, lo más importante es que «se ha roto un tabú» con la tecnología ARNm. «Había muchos campos de la ciencia en los que no se habían investigado medicamentos o problemas de tipo patológico porque suponían trabajar con ARN y todo el mundo le tenía mucho miedo porque es una molécula que se degrada con gran facilidad, pero ese tabú se ha roto» y hoy muchos científicos trabajan con esta tecnología.
En los próximos años «se va a empezar a ver muchos medicamentos y muchas soluciones para enfermedades que tengan que ver con un solo gen y eso va a ser muy importante», ha avanzado el investigador del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC).
En cuanto a las vacunas contra el SARS-CoV-2, Larraga ha advertido de que este virus aún no se ha terminado, «ni muchísimo menos» y aunque las primeras vacunas aprobadas han ayudado «a solventar un problema muy importante», sigue siendo necesario desarrollar más vacunas mejores que las actuales. «Nuestro trabajo sigue teniendo un sentido importante», ha subrayado el investigador.