La compañía se ha adjudicado el proyecto, por valor de 156 millones de euros, en Costa de Marfil
22 jun 2021 . Actualizado a las 13:23 h.La ingeniería asturiana TSK se ha adjudicado por 156 millones de euros la construcción en Costa de Marfil de una de las centrales de biomasa más grandes del continente africano, una instalación de 46 megavatios que utilizará residuos de explotaciones agrícolas de palma y que generará electricidad suficiente para abastecer a 1,7 millones de personas al año.
Según informado la empresa, TSK optó a través de la empresa BIOVEA Energie, en la que también participan la eléctrica francesa EDF, Meridiam y Biokala, a la adjudicación de un proyecto que se inscribe en el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables de Costa de Marfil cuyo objetivo es alcanzar una cuota del 42 por ciento de renovables en su mix energético para el año 2030.
El combustible de biomasa procede de los residuos de las hojas de las palmeras cultivadas localmente y contribuye a la lucha contra la deforestación y a la agricultura extensiva y el proyecto prevé impactos positivos en el sector agrícola y en la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones rurales con ingresos adicionales de hasta el 20% anual para cerca de 12 000 agricultores.
Según TSK, los agricultores también se beneficiarán del suministro de cenizas de combustión que se utilizarán como abono natural y durante la ejecución de la planta se crearán 500 puestos de trabajo y mil empleos locales a tiempo completo durante el tiempo que esté operativa, en el que además se reducirán las emisiones de dióxido de carbono en más de 4,5 millones de toneladas.
Con este proyecto, que cuenta con el apoyo financiero de la Agencia Francesa de Desarrollo a través de su filial Proparco y del Fondo de Infraestructuras de África Emergente, TSK reforzará su presencia en África, donde actualmente ejecuta tres Centrales Flexibles en Mozambique, Togo y Costa de Marfil y una planta de azúcar en Tanzania; informó EFE.