La variante delta alerta a los sexagenarios: apenas el 25% tiene las dos dosis en Asturias

ASTURIAS

Pilar Canicoba

La cepa tiene una mutación que hace aumentar el riesgo a quienes sólo han recibido una inoculación

22 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado viernes, Salud confirmó la detección de los seis primeros casos de la variante delta de coronavirus en Asturias. Se trata de una cepa con mayor capacidad de contagio y que amenaza con hacerse la predominante en varios países por la mutación que le permite transmitirse de forma más intensa. Dado que la anterior cepa más preocupante (la alfa, la británica) llegó a hacerse la mayoritaria en Asturias de forma y rápida a comienzos de año nuevo, los expertos han llamado a cuidar la entrada de posibles viajeros infectados desde el exterior pero ante todo han urgido a acelerar la vacunación de pauta completa con la segunda dosis al grupo de mayor riesgo que va más retrasados, el de entre 60 y 69 años.

«Aunque Asturias va a la cabeza en la vacunación hay que centrarse particularmente en el grupo de mayores de 60 años que ha quedado más desprotegido, sólo el 25% tiene la pauta completa. No hay por qué apresurar la vacunación de los adolescentes sino la de los que tiene riesgo de severidad», destaca el exdirector de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Daniel López-Acuña.

El epidemiólogo Pedro Arcos, también director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, resalta en este sentido que los estudios conocidos sobre la forma de actuar de la variante delta ponen de relieve que, además de sus mayor capacidad de contagio (y una afectación superior a pacientes con dolencias previas como hipertensión o diabetes); su mayor riesgo está en la pérdida de eficacia frente a esta cepa de quienes sólo tienen la primera dosis de la vacuna. Con una completa de dos dosis, la eficacia apenas se resiente (puede bajar entre un 8% y un 10%) pero con una sola inoculación su impacto es mayor, en algunos casos hasta un 70% menos de cobertura.

En Asturias, los grupos más vulnerables desde los 70 años en adelante tienen ya una amplía cobertura pero el grupo de entre 60 y 69 fue víctima de los vaivenes de AstraZeneca, de sus interrupciones de suministro y de las dudas sobre las formas en que debía completarse la vacunación (de hecho a los trabajadores esenciales que habían recibido una dosis se les recomendó recibir la segunda con Pfizer). Con los datos disponibles a fecha del 21 de junio, en el grupo de entre 60 y 69 años en Asturias sólo el 26,83% cuenta con a pauta completa de vacunación, inferior a la de los más jóvenes de 50 a 59 años que ya tienen las dos dosis en el 57,58% de los casos. Menos preocupante en la situación de los más mayores, desde los 70% la pauta completa supera el 90% de esos tramos de edad.

«Estamos vacunando a gente muy joven, de 30 y 40 años, y a los de 60 los hemos dejado tirados con la primera dosis, ese grupo está muy por debajo del promedio de las otras edades», señala Pedro Arcos quien llamó a completarla con la segunda dosis de AstraZeneca o la alternativa de recibir Pfizer «pero lo que hagan tienen que hacerlo ya, no estamos en la situación de hace unos meses pensando que con una dosis se podía aguantar; ahora mismo es una prioridad absoluta de salud pública poner esa segunda dosis».

En el caso de los trabajadores esenciales vacunados con AstraZeneca a los que se les dio opción de elegir, una inmensa mayoría, más del 90%, optó por continuar con el mismo fármaco en vez de seguir la recomendación de recibir una de Pfizer. ¿Cuenta Asturias con dosis suficientes de la vacuna de Oxford? El Principado asegura que sí, que acumula suficiente reservas aunque todos optaran por las dos dosis de la misma vacuna.

¿Y las mascarillas?

La preocupación por la extensión de la nueva variante llega además en un momento en el que está fijada la cuenta atrás para levantar la obligación de llevar mascarilla en los espacios abiertos que, según el anunció el presidente Pedro Sánchez, se eliminará este sábado salvo que no puedan mantenerse la distancia de seguridad o haya aglomeraciones. Y sobre el efecto de esta medida, los epidemiólogos discrepan. 

Para López-Acuña, la decisión ha sido prematura: «da una sensación de falsa seguridad y no se van a respetar de modo adecuado las distancias físicas, ni evitar las aglomeraciones. Se va a interpretar que no tener que usar mascarilla da licencia a todo».

No lo cree así Arcos quien señala que «hay que tratar a la población como adultos, y si lo que se tiene es un problema de botellones, eso es una cuestión de orden público,        que ya existía antes de la pandemia. La gente vacunada con dos dosis no necesita llevar mascarilla en el exterior. No hay que dar marcha atrás con las mascarillas, lo que hay es que dar marcha adelante con la vacunación por la gente que está desprotegida ante la nueva variante».