Un informe señala el efecto de la concentración institucional y empresarial en Madrid

L. Ordóñez

Dentro de la Unión Europea no hay estados más descentralizados que Alemania y España, el primero como una federación y el segundo con su singular sistema autonómico con notables competencias de autogobierno en los territorios regionales. Y, sin embargo, la centralización institucional y la concentración de la actividad económica que en España se focaliza en Madrid tiene muchas más similitudes con capitales de países más unitarios como París en Francia o el Londres del Reino Unido. El gobierno alemán está en Berlín pero su Tribunal Constitucional tiene la sede en Karlsruhe en el land de Baden-Wurtemberg y la bolsa está en Fráncfort. La centralización la administración del estado y de las sedes de corporaciones de Madrid tiene un efecto relevante en la despoblación de otras comunidades que pierden a buena parte de sus jóvenes más formados.

Es una conclusión evidente de varios estudios demográficos publicados en los últimos años y también una de las preocupaciones que ha llevado a investigar con datos y cifras este fenómeno a Pablo Allende, economista que destacó que es posible al menos paliar los efectos de la despoblación si se aborda una descentralización administrativa que lleve institutos y organismos del estado, incluso ministerios, fuera de Madrid para ayudar a territorios en declive: «Al final Madrid se convierte en un polo que está atrayendo empresas, gente preparada, gerentes, directivos, altos funcionarios. A pesar de ser el 14% de población de España tiene el 30% de todos los funcionarios del estado y eso sin contar empresas públicas, consorcios, mutuas que no están en las estadísticas del Gobierno. Hay un diferencial de entre 80.000 y 100.000 funcionarios más respecto a lo que le correspondería por población y eso en familias serían 200.000 más».

El autor puso cifras e instituciones concretas que podrían tener su sede en Asturias se se procediera a un reparto territorial más equilibrado y habla por ejemplo del Instituto Geológico y Minero de España (con 370 funcionarios), el Instituto de Reestructuración de la Minería (con 38), el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial de España (con 317), señala que 900 efectivos de las Fuerzas Armadas podrían estar en Asturias y también propone trasladar la sede del Ministerio de Industria (con 200 funcionarios) o la SEPI (con 183) o la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (con 200). En total sumarían 2.622 personas, con el efecto arrastre de 5.520 por el impacto de las familias y una repercusión indirecta en empleo privado que cifra en 1.214 puestos de trabajo.

Allende indicó que estudios de la London School of Economics revelan que por cada «cada 100 funcionarios públicos que se trasladan se crean 55 empleos privados directos y 37 indirectos», y en sus investigaciones ha llamado la atención sobre el hecho de que, por ejemplo, las instituciones españolas relacionadas con el mar no tienen su sede en regiones costeras sino que se concentran en Madrid.

El economista destacó que mientras en la capital el peso del sector público estatal es del 40% respecto al total, en Asturias apenas llega al 15%, un porcentaje similar a la media del conjunto de comunidades. Atraer a Asturias sedes de algunos de estos organismos podría favorecer el desarrollo económico de la comunidad.

«Vas desagregando datos y ves que hay organismos que no tiene ningún sentido que estén en Madrid como la confederación hidrográfica del Tajo que debería estar en Castilla La Mancha», indicó a lo que añadió que «en Alemania hay regiones costeras que tienen más funcionarios porque tienen lo obvio, institutos marítimos. El banco central de Alemania no está en Berlín (está en Fráncfort ) y a su alrededor hay agencias financieras, pero es que además varios comisionados de alimentos, de medicamentos, por ejemplo, están divididos por todo el país».

También en una entrevista reciente concedida a La Voz de Asturias, el economista Florentino Felgueroso destacaba la influencia que el modelo centralizado en Madrid tiene en la despoblación de talento joven por «un modelo territorial muy desequilibrado, probablemente el más desequilibrado de Europa porque hay muy pocos centros que atraigan tanto como Madrid, es de las capitales de Europa con mayor capacidad de atracción sobre la periferia. Es un problema grande y hay que buscar soluciones para que no todo se centralice en Madrid, sobre todo las actividades relacionadas con las nuevas tecnologías que tienen además esa capacidad para no tener que estar tan centralizadas».

Los datos de Allende ponen de relieve que el 50% de las empresas de más de 200 trabajadores tienen su sede en Madrid, otro ejemplo representativo de esta concentración de capital que además despertado las acusaciones de otros territorios que culpan a Madrid de hacer una competencia desleal en el terreno fiscal, es le hecho de que la metrópoli, una región eminentemente urbana, es la segunda comunidad, tras Andalucía, con mayor número de terratenientes que solicitan ayudas agrarias a la PAC. Asturias es la única comunidad de hecho que no cuenta con ningún gran propietario (aquellos que reciben ayudas superiores a 60.000 euros) con domicilio fiscal en su territorio a la hora de acudir a las subvenciones de la Política Agraria Común.

«En EEUU se está estudiando llevar agencias a zonas que más han sufrido la crisis económica o que más población pierden», destacó Allende.