La normativa laboral establece que cada sanitario debe hacerse cargo de su equipo, tras una denuncia, el juicio se ha fijado para dentro de un año
04 jun 2021 . Actualizado a las 18:36 h.En la primera línea de combate contra el covid ha habido muchos tipos de batallas y no todas tienen el mismo reconocimiento. Nadie duda del valor y el mérito de los sanitarios que lograron doblegar al virus en los momentos más difíciles de la pandemia, pero son pocos los que tiene en cuenta que parte de la lucha no estaba sólo en la atención a los enfermos sino también la desinfección. En ambos campos de batalla se encontraron buena parte de las técnicos de cuidados de enfermería que, en el hospital de Cabueñes, se encontraron que se les asignó la limpieza de todos los equipos de protección, los EPI, pantallas, gafas, de todo el personal, cuando la normativa laboral exige que sea un cuidado personal, cada uno de su propio equipo. Se enviaron escritos a la dirección pidiendo un cambio de esta situación pero no fueron atendidos por lo que el caso ha llegado a los tribunales. Pero hay un efecto añadido de la pandemia, las demoras, y el juicio se fijó para dentro de un año, para el 8 de diciembre del próximo 2022.
«Se nos asignó esta tarea, se nos obligó a ello» explica la responsable del SAE Magdalena Muñiz quien añade que «la normativa de salud laboral lo prohíbe pero hicieron caso omiso. Ya no estamos en el peor momento pero hubo épocas en las que una lavaba 40 gafas y 18 pantallas, lo de todo el personal, desde un celador a un médico». Muñiz lamenta que, pese a sus peticiones, no se aceptara un acuerdo y se haya tenido que llegar a los juzgados, resaltando el riesgo que supone hacerse cargo de una gran cantidad de equipos para desinfectar «cuando cada uno tiene asignada una EPI y debe limpiar la suya propia. Es inaudito y más con todas las tareas que asumimos, muchas funciones de enfermería porque no había personal».
A esta situación a unido ahora la sorpresa de encontrarse de que la solución judicial llegará, en el mejor de los casos, dentro de un año «con un poco de suerte cuando llegue el juicio, se acabó la pandemia».
A través de un comunicado, el sindicato SAE ha denunciado que se trata de un riesgo laboral y que se incumple la normativa. La secretaria autonómica de SAE en Asturias, Luisa María Montañés, señaló que consideraba «un despropósito que se fije este juicio un año después de hacer interpuesto el recurso. Entendemos la sobrecarga de trabajo de los juzgados que la pandemia ha contribuido a aumentar. Pero otro lado, se está incumpliendo una normativa que es clara y que, incluso puede estar poniendo en riesgo a los Técnicos en Cuidados de Enfermería obligados al mantenimiento de estos equipos de protección».
Muñiz explicó que existe el antecedente de una situación similar en Andalucía que también llegó a los juzgados y en la que el magistrado sancionó que si no podían hacerse cargo cada uno de su propio EPI se debería encargar la limpieza y desinfección a una empresa especializada.
La situación epidemiológica de Asturias en el presente sigue con un control de los contagios aunque ayer se rompió la racha de diez días consecutivos sin fallecidos al registrarse dos muertes. Según recogió Efe, Salud ha advertido de que el Sistema de Vigilancia de Contactos Estrechos sigue detectando un mayor número de casos de origen social entre personas de 15 a 25 años, relacionados con eventos vinculados al ocio, el deporte y los entornos educativos.
Así, la incidencia acumulada de los últimos siete días en este grupo etario es de 54 casos por 100.000 habitantes, mientras que la global se sitúa en 35.
Por ese motivo, y hasta que se alcance una tasa más elevada de vacunación, las autoridades sanitarias instan a mantener con rigor las medidas de prevención en todas las edades, especialmente entre las personas jóvenes, que socializan más y tienen mayor interacción social, y entre las que se producen la mayoría de brotes.
Salud recuerda que las personas jóvenes no están exentas de sufrir casos graves de covid-19, que conllevan incluso el ingreso en la UCI, ni de padecer secuelas graves tras haber pasado la enfermedad.