Un banco de semen para salvar a la Pita Pinta

EFE / Juan González

ASTURIAS

El Serida inicia la ampliación de recursos genéticos para proteger de la extinción a la gallina autóctona asturiana

15 may 2021 . Actualizado a las 11:36 h.

El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario del Principado de Asturias (Serida) ha comenzado el proceso de ampliación de los recursos genéticos de la raza Pita Pinta, una especie de gallina autóctona declarada en peligro de extinción de la que existen unos 3.650 ejemplares registrados.

Un total de 86 dosis de semen congelado de gallo de las cuatro variedades de la raza, negra, roja, abedul y blanca, se almacenan en el banco genético de Deva, en Gijón, aunque la extracción de muestras continuará durante todo el mes de mayo, según ha informado el jefe del Área de Selección y Reproducción Animal del Serida, Carlos Hidalgo.

El objetivo es llegar a alcanzar una cantidad de dosis seminales que haga viable la especie y su diversidad genética en caso de que por alguna razón el número de ejemplares vivos se reduzca de tal manera que la convierta en inviable en la naturaleza.

El Banco de Recursos Genéticos del Serida está dedicado en exclusividad a las especies domésticas de mamíferos y aves, pero los procedimientos que han desarrollados los investigadores del centro pueden ser experimentados en animales silvestres en riesgo, como el urogallo.

En el caso de la Pita pinta, la extracción requiere de una manipulación rigurosa, porque el gallo es muy sensible al estrés y esta solo es la primera parte de proceso porque luego hay que estudiar la viabilidad de la muestra, congelarla y descongelarla para la inseminación.

Aun así, el porcentaje de éxito es alto y en solo un par de semanas se ha pasado de 51 dosis congeladas que había el año pasado a 86, ha explicado la bióloga Carolina Tamargo a EFE.

La Pita pinta es la única gallina autóctona de Asturias, está relacionada con la Eusko-Oiloa vasca, y estuvo al borde de su desaparición hasta los años 80 del siglo pasado cuando comenzó su recuperación por iniciativa del veterinario Rafael Eguiño Marcos.

Entre 1980 y 1990, Marcos realizó un trabajo de selección con animales de Asturias y León cuyas características eran compatibles con la raza, y fijó el estándar definitivo en 2005.

Este tipo de ave pertenece al tronco Atlántico, tiene orejillas de color rojo, es rústica, vivaz, y alcanza un peso de hasta 4 kilos y medio los machos y hasta 3 kilogramos las hembras, que están consideradas como buenas ponedoras.

Actualmente existen 3.650 ejemplares registrados en el libro genealógico, la mayor parte en la zona central de Asturias aunque también se puede ver en algunas granjas de Castilla León y Andalucía, en España; y en Francia y Rumanía, en Europa, según los datos de la Asociación de Criadores de Pita Pinta Asturiana.

El presidente de esta asociación y de la Federación Española de Avicultura, Colombicultura y Cunicultura de Raza, Arturo González García, ha considerado que actualmente la raza «está asegurada» a pesar de que la población no alcanza el límite de los 10.000 ejemplares necesarios para salir del régimen de protección especial por riesgo de extinción declarado por el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación en 2004.

La Pita Pinta es una gallina de tamaño medio, que desde el punto de vista comercial no puede competir con otras razas de mayor rendimiento en carne y huevos, aunque en Asturias se cría de manera artesanal fundamentalmente para autoconsumo.

En los últimos años se ha valorado la calidad y el sabor de su carne por el sector de la gastronomía como base para la elaboración del plato típico asturiano Pitu de caleya.