El Gobierno asturiano rechaza más peajes en las autopistas

F. Sotomonte

ASTURIAS

El Ejecutivo considera que Asturias ya está demasiado castigada por peajes

22 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A ola de indignación entre particulares y profesionales ante los planes del Ejecutivo Central de explorar una extensión generalizada de los peajes en todas las autopistas, el Gobierno asturiano se ha remitido a la valoración ya avanzada por la Federación Socialista Asturiana que, a través de fuentes confirmadas por este periódico, indicó que «a expensas de que se concrete el planteamiento, consideramos que Asturias no puede sufrir más penalizaciones sobre sus infraestructuras». Desde el Principado se señaló que la opinión del Ejecutivo autonómico es «coincidente».

Sin llegar a buscar una confrontación directa con el Ministerio de Transportes, desde Asturias se ha valorado la losa que ya padece la comunidad en la única vía de conexión con la meseta por autopista, el Huerna, que sufre la prórroga de la concesión de su peaje hasta el año 2050. Cuando concluya habrá acumulado 75 años de vía de pago, una de las más prolongadas de la historia de España y además en un contexto en el que el Principado ha visto cómo se liberaban peajes en otros territorios mientras que la conexión con León permanecía de pago.

La prórroga del Huerna fue aprobada por Francisco Álvarez-Cascos siendo ministro de Fomento del segundo mandato de José María Aznar. Otras autopistas iniciadas durante su dirección del departamento fueron las radiales de Madrid que, con el paso de los años, y por su bajo volumen de tráfico y escasa rentabilidad sí fueron rescatadas por el Estado. El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez recuperó para la titularidad pública los peajes que terminaban su concesión pero en el caso de Asturias, por ser tan prolongado en el tiempo hasta mediados de este siglo, ninguna administración se siente capaz de cargar con el elevado coste de su rescate.

Con todo, entre las soluciones planteadas, además de una bonificación para los usuarios más habituales de la vía, fue el ministro actual, José Luis Ábalos, el primero en lanzar como globo sonda la posibilidad de extender los peajes a todas las autopistas con un doble objetivo: garantizarse financiación para su mantenimiento y también reducir desequilibrios territoriales ya que los peajes son más abundantes en unas comunidades frente a otras. Pero las alarmas se dispararon esta semana después de que quedara plasmada la idea por primera vez en un documento oficial: en el Plan de recuperación, transformación y resiliencia que se remite a la Unión Europea.

El documento remitido a la UE se refiere el establecimiento de mecanismos de pago por uso «en carreteras de alta intensidad». Una vía de alta capacidad es por definición una autovía, por lo que el peaje podría extenderse a la generalidad de las carreteras de este tipo en el área central de Asturias.

En esa eventual ley que saldría del Congreso si finalmente hay consenso no afectaría solo a las vías estatales. El texto legal, según confirman fuentes de Transportes, incluiría el andamiaje jurídico para que las autovías que eran gratuitas dejen de serlo. Y esto puede ser aprovechado por las comunidades autónomas para recaudar en las carreteras que son de su competencia. Tendrían que adaptar la normativa general a su corpus jurídico, como se hace con otro tipo de leyes que emanan de las Cortes. Las normas estatales no les obligarían a ejecutar el pago por uso, pero sí les daría la opción de implantarlo.

Nadie ha hablado desde el Gobierno de los precios que se barajan para esa hipotética generalización del peaje. Pero hay propuestas lanzadas desde la patronal de constructoras y concesionarias de Infraestructuras, Seopán: en marzo del año pasado plantearon un peaje medio de 0,09 euros por kilómetro para los coches y de 0,19 euros para los camiones.