Casi dos décadas de retrasos en la Variante de Pajares, por los elementos y los hombres

L.O.

ASTURIAS

Obras en la variante de Pajares.Obras en la variante de Pajares
Obras en la variante de Pajares

Desde la puesta de la primera piedra en el año 2004 diversos gobiernos de colores distintos han ido postergando la apertura de los túneles

31 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Se atribuye al emperador Felipe II la reacción lacónica, al conocer la derrota de la Armada Invencible en una enorme tormenta, con la frase «envié a mis naves a pelear contra los hombres, no contra los elementos». La historia de los retrasos de la Variante de Pajares, que acumula demoras durante casi dos décadas, es también una tragedia en la que a veces las responsabilidades en los aplazamientos se explican por el testarudo inmovilismo de los elementos, pero no en pocas ocasiones por el escaqueo de los hombres.

El último de los retrasos ha sido confirmado por Adif en las páginas de La Voz de Asturias; todas las previsiones, las confirmadas por el Ministerio de Transportes en la administración central y también por el Gobierno del Principado era que las obras concluyeran en este año 2021, a finales del ejercicio, de forma que la circulación en pruebas comenzara al año siguiente y quizá, en verano, o a finales del verano de 2022 al menos, comenzaran a circular efectivamente pasajeros y mercancías. Pero no será así, las obras no terminarán a finales de 2021 sino a finales de 2022, y el compromiso de Adif pasa por tratar de apurar los plazos en la circulación en pruebas realizándola por tramos a lo largo de este 2021. La fecha definitiva para que un asturiano compre un billete de alta velocidad se pierde de nuevo en la bruma de la incertidumbre.

Nadie puede asegurar, al menos nadie se atreve a hacerlo en el Ministerio, cuándo se pondrá la última piedra de la Variante de Pajares. La primera sí tiene una fecha precisa, el 10 de febrero del año 2004, los dos pesos pesados asturianos del gobierno de José María Aznar, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, celebraran el acto solemne de inaguración en el concejo de Lena, aunque las obras efectivas comenzarían al año siguiente. En el verano de 2004 sonaban hitos musicales como Bulería de David Bisbal y sonaba por primera vez el éxito paneuropeo de las fiestas del continente, Dragostea Din Tei, de los rumanos O-Zone. Entonces la promesa vigente era que las obras se concluirían en el año 2009.

Pero pasado ese lustro, el éxito musical era para Single Ladies (Put a Ring on It), de Beyoncé, y la Variante de Pajares estaba muy lejos de terminarse. Un nuevo gobierno, el de José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a mover la casilla de la fecha de la conclusión de la obras al año siguiente, al 2010. Y tampoco se terminaron.

Los elementos tuvieron su parte de culpa. Ya en 2005, una obra de por sí de enorme envergadura se topó con enormes inundaciones al haber afectado a los acuíferos de la zona, y fue algo con un impacto relevante en varias localidades de León.

Pasados los gobiernos de Zapatero volvió el PP a la La Moncloa, esta vez con Mariano Rajoy como presidente y Ana Pastor como ministra de Fomento. En el año 2012, incumplida ya de largo la última promesa de un Ejecutivo socialista, Pastor se aventuró a decir que los túneles de Pajares se terminarían en 2014. Y después de que tampoco se cumpliera, lo postergó a 2015. Que, de nuevo, resultó una palabra que se llevaba el viento.

La segunda victoria de Rajoy trajo a un nuevo ministro con nuevas promesas. Íñigo de la Serna llegó a Asturias en 2018 con la previsión de terminarlas ya en 2020. En este camino tuvieron su papel los hombres en las idas y venidas que ocasionaron nuevos retrasos. Con el regreso de un antiguo protagonista: Francisco Álvarez-Cascos.

Cascos había dejado ya el PP para fundar su propio partido, Foro Asturias, a comienzos de 2011. Con él logró una breve victoria electoral que le llevaría a un breve mandato en el Presidencia del Principado y luego a una lenta y constante mengua electoral. Pero suficiente en un tiempo en el que las mayorías absolutas habían dejado de existir. Con Íñigo de la Serna como ministro, el voto del único diputado de Foro en el Congreso resultaba vital para la aprobación de los presupuestos generales de Rajoy (los presupuestos de Montoro que fueron prorrogados hasta el estallido de la pandemia), y Cascos fijó una condición ineludible: las vías de la Variante de Pajares debían ser de ancho internacional y no ibérico.

Esta reclamación levantó en armas al Gobierno asturiano, pero también a buena parte de los grupos de la oposición e incluso a los agentes sociales ya que el ancho internacional limitaría el tráfico en los túneles a los pasajeros y no permitiría el de mercancías, condenadas a seguir por la antigua, decimonónica, rampa de Pajares a velocidades no menos decimonónicas que su trazado. Este debate marcó profundamente la política asturiana en el último lustro y terminó por aplazar aún más el avance de las obras.

Con una moción de censura terminó el gobierno de Rajoy y llegó el primero de Pedro Sánchez, en el que se nombró ministro de Fomento a José Luis Ábalos y que recuperó la petición asturiana del trazado ibérico, para viajeros y mercancías. Él sería el que marcaría la última promesa para la conclusión, la del año próximo, el 2021, aunque a finales de año, y con una circulación en pruebas que garantizara la seguridad de la vía para 2022. Esta ha sido también la última promesa en incumplirse.

Ni elemento ni hombre. El virus covid-19 supuso un desastre global que afectó a todos los aspectos de la economía. También a las obras de la Variante de Pajares, aunque tanto desde el Gobierno central como desde el asturiano, se aseguró la pasada primavera que no tendría que suponer un nuevo obstáculo al considerarse la infraestructura una actividad esencial.

Sin embargo, y según reconoció Adif a este diario, «han existido diversos problemas con el suministro de materiales, desplazamiento de operarios y gestión de alojamiento y manutención de los trabajadores», que han tenido su impacto en las obras. Al menos hasta finales de 2022, y ¿quién podría decir ya que sería la última fecha?