Principado y Universidad de Oviedo prueban un prototipo para cuyo diseño se simuló el tamaño de la avispa asiática mediante operaciones matemáticas y que, tras la fase experimental, se pondrá a disposición de la ciudadanía
01 mar 2021 . Actualizado a las 20:18 h.Una trampa selectiva, diseñada por ordenador sobre software de modelado 3D, en la que solo queden atrapadas avispas asiáticas. De momento es un prototipo que se probará en el trampeo de primavera que está comenzando ahora con la idea de que, una vez superada esta fase experimental, se ponga a disposición de la ciudadanía coincidiendo con la campaña de otoño. El diseño, para cuyo diseño por ordenador se efectuaron diversas operaciones matemáticas que permitieron simular la forma de la Vespa velutina, es fruto de la colaboración de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial con el laboratorio universitario de tecnología y diseño (MediaLab) de la Universidad de Oviedo, dentro de las acciones del plan de lucha contra esta especie invasora en el Principado.
«En el mercado existen muy pocas opciones de trampa selectiva, que eviten que entren insectos con un potencial de polinización y, en esta trampa, solo entra el avispón asiático e insectos menores, que tienen unos huecos -por los que la velutina no puede escapar- que les permiten salir», explicó hoy el director general de Innovación, Investigación y Transformación Digital, Iván Aitor Lucas del Amo, durante la presentación del prototipo, que dispone de un anclaje con diseño biométrico para poder instalarla en cualquier botella de plástico del mercado.
El diseño, además, es funcional y asequible, puesto que una vez que se comparta en las páginas web y en las redes sociales del Principado y de la Universidad de Oviedo la trampa se podrá obtener en casi cualquier sistema de impresión 3D. «El comité asesor de la velutina nos instó a buscar soluciones tecnológicas que no estuvieran en el mercado», explicó Lucas del Amo. También el director general del Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, confió en el buen resultado del modelo para el trampeo selectivo de avispa asiática «que tanto nos pide Europa» y agradeció la participación en este proyecto de fabricación aditiva de entomólogos, biólogos, ingenieros y diseñadores.
Todos ellos han trabajado de la mano para responder a la necesidad de que las trampas de la velutina sean selectivas para que no caigan también en ellas los insectos polinizadores. «Una de las ventajas que tiene, además, es que se puede acoplar a cualquier botella y disminuye el número de botellas que podemos incluir en cada trampeo», dijo también Lucas del Amo. Aprovechando la actual campaña de trampeo de las reinas de velutina, se imprimirá una partida de estos dispositivos para usarlos en una red de trampeo experimental diseñada por el Centro de Alerta y Control de Plagas y Especies Invasoras, que permitirá evaluar la efectividad del modelo antes de ponerlo a disposición de la ciudadanía.
Asimismo, el Principado iniciará de forma oficial la semana que viene la campaña anual de lucha contra la velutina con el reparto de más de 3.000 trampas selectivas -«comerciales, pero muy efectivas»- a los coordinadores municipales y a las entidades colaboradoras. En total, el Principado espera distribuir este ejercicio unas 6.000, que deberán darse de alta en la plataforma AvisAp para monitorizar la expansión de la especie. El trampeo colaborativo se apoya en una red de voluntarios que supera las 7.000 personas.
Al margen de esta actuación, Medio Rural también impulsa un trampeo sistemático en malla regular, a cargo del Centro de Alerta y Control de Plagas y Especies Invasoras de La Mata, que complementará el realizado el otoño pasado. La distribución de los dispositivos, su instalación y el análisis de las especies capturadas, se lleva a cabo siguiendo una metodología específicamente diseñada por personal científico de la Universidad de Oviedo.
Las trampas quedarán colocadas en las próximas semanas y el seguimiento de la red aportará información sobre el posible avance de la avispa asiática, de cara a su potencial declaración como plaga por parte de los organismos competentes. También permitirá recoger datos de valor para la retirada de nidos activos, una medida que se solapará con otras actuaciones de investigación y formación.