Los expertos abogan por mantener las restricciones, reforzar los dispositivos de salud pública, intensificar la vigilancia epidemiológica sobre las nuevas variantes del virus y ser lo más eficientes posible en la vacunación
14 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La tercera ola de la covid-19 remite en Asturias. Los datos de nuevos contagios, incidencia acumulada y positividad de los últimos días muestran una mejor evolución y a algunos de los concejos que llevaban semanas en cierre perimetral se les ha levantado o se les va a levantar la restricción. Esta mejora, que de ninguna manera significa que se haya doblegado la curva de esta última ola, genera cierto alivio y, a la vez, una nueva inquietud a los expertos ante el temor de que se puedan relajar las medidas y que ello pueda derivar en una cuarta ola. Para tratar de evitarla, los epidemiólogos aportan varias claves teniendo en cuenta la experiencia de lo sucedido los meses anteriores.
Mantener las restricciones y no bajar la guardia
Daniel López-Acuña, exdirector de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), manifiesta que aunque la incidencia va descendiendo, «todavía esté en niveles muy altos tanto en España como en Asturias», con lo cual destaca que aunque la curva está empezando a descender, no significa que se haya doblegado. Teniendo en cuenta esto, aboga por «no bajar la guardia, que se mantengan las restricciones de forma tajante y no desescalemos» para tratar de evitar una nueva sacudida de la covid-19 porque tiene claro que «sólo con el procedimiento de vacunación no basta para controlar la cuarta ola».
Con él coincide el epidemiólogo y director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, Pedro Arcos, que señala que «no se pueden relajar las medidas hasta que no se tenga al 70 por ciento de la gente vacunada». El mismo traslada que hay que tener claro que «cuando abres aumentan los casos y cuando cierras bajan», con lo que señala que «no debería haber relajación de medidas» o, a lo sumo, «aflojar en alguna cosa» si se diera el caso de que la incidencia acumulada en 14 días estuviera por debajo de los 150 casos por 100.000 habitantes.
Extremar precauciones y reforzar dispositivos de salud pública
«Hay que seguir extremando las precauciones, porque una cuarta ola es lo mas posible», manifiesta el epidemiólogo Usama Bilal, profesor asistente en la Drexel University (Filadelfia, EEUU), que teme que «si no se interviene, seguirán llegando olas». Así, para evitar una cuarta apuesta por «seguir reforzando los dispositivos de salud pública, dotarlos de más personal para el rastreo y vigilancia y cerrar interior de hostelería en cuanto la situación lo requiera» porque «no es posible saber cuando vendrá».
En su opinión, dependerá «de cuándo se quiten las medidas actuales y lo que ocurra en el resto de Europa y España estos próximos meses». No obstante, su recomendación ante una posible relajación de las medidas en la hostelería, sector hacia el que se han dirigido de forma importante las restricciones, es que «según llegue la primavera y mejore el tiempo, es muy importante derivar toda la actividad a exteriores y favorecer estos lo mas posible. Tener un plan de terrazas para la hostelería y para toda actividad que se pueda hacer fuera es muy importante», señala Usama Bilal.
Intensificar la vigilancia epidemiológica
Para Pedro Arcos es importantísimo también que se intensifique y refuerce la vigilancia epidemiológica ante las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 que se han detectado. «La variante británica se convertirá en la dominante, pero es importante que no entren nuevos casos con otras variantes, como pueden ser la brasileña o la sudafricana». Así, defiende que se realice «un control fuerte de personas que hayan estado en sitios en los que ya se hayan detectado esas variantes. Se debe hacer un seguimiento estricto del foco», manifiesta el epidemiólogo. Según dice, ante el desconocimiento de si las vacunas son efectivas ante las nuevas mutaciones del coronavirus, «hay que ponerse en el escenario de que las vacunas no funcionen y controlar ante de que entren esas variantes».
Máxima eficiencia posible en la vacunación
Entre tanto, los epidemiólogos ponen de relieve que «hay que ser lo mas eficientes posible con la vacunación», señala Usama Bilal, mientras que Pedro Arcos advierte de que «cuánto más rápido consigamos vacunar, menor sería la incidencia de una cuarta ola» ya que «al estar más gente inmunizada descendería la intensidad».
Es por ello que el exdirectivo de la OMS, Daniel López-Acuña, apuesta por esperar a que avance la vacunación para llevar a cabo una desescalada de las restricciones, ya que el mismo señala que por el momento «no se puede afirmar que esa cuarta ola pueda ser más leve. Deberíamos esperar a que avance la vacunación» lo cual entiende que podría derivar efectivamente en una menor severidad del virus y una menor presión sanitaria a nivel de hospitalización y también en las UCIs.
No pensar en salvar la Semana Santa, ni el verano
López-Acuña tiene claro que la vacunación que se ha llevado a cabo hasta el momento no es suficiente para controlar la cuarta ola y por eso defiende que se mantengan las restricciones hasta que se alcance la inmunidad en el 70 por ciento de la población, algo que estima que podría demorarse «hasta final de año» dado el ritmo actual de vacunación. Así, manifiesta que no caber pensar «ni en salvar la Semana Santa ni el verano» y que lo que hay que hacer es ir «paso a paso» y «no aflojar o desescalar antes de tiempo» porque «si no lo hacemos y no mantenemos la prudencia, vamos a repetir los errores del verano pasado y de las navidades», indica el exdirectivo de la OMS, que confía en que el Principado mantendrá las precauciones «porque tiene las cosas muy claras».