Asturias pone a disposición de la ciudadanía un programa de atención psicológica para casos relacionados con la crisis sanitaria
14 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Después de meses y meses de pandemia hay quien no ve la luz al final de túnel. Sí es cierto que el comienzo del proceso de vacunación ha arrojado rayos de luz a la oscuridad de 2020. Sin embargo, hay muchas personas que no están pasando por su mejor momento anímico debido a la crisis sanitaria. Para paliar este problema, la Consejería de Salud del Principado de Asturias ha puesto a disposición de la población general un programa de atención psicológica para casos relacionados con la pandemia. También hay otras dos líneas: una para el asesoramiento, apoyo y asistencia psicológica para personas hospitalizadas por covid o sus familias; y otra para los sanitarios de primera línea. Se inició a finales del mes de mayo y ya han participado 413 usuarios.
Tengo miedo a la pandemia, ¿qué hago? Mar Fernández, responsable de la Unidad de Coordinación de Salud Mental de Asturias (Ucosam), responde. En primer lugar, seguramente muchas personas crean que su problema no es lo suficientemente grave como para ponerse en manos de un profesional. Posiblemente estén equivocadas. «Cuando un síntoma deja de ser una mera preocupación, lo notamos. Suele llevar consigo más malestar», señala Fernández. «La sensación sería como que la preocupación no la quitamos de la cabeza, nos altera el sueño, produce ansiedad o temores. Y no me refiero al típico de, estuve en un sitio puedo estar contagiado, que dos horas después se me pasa. Sino a algo que está presente la mayor parte del tiempo y altera el funcionamiento de la persona», explica.
Otros síntomas para tener en cuenta serían: obsesión, sensación de presión en el pecho, ansiedad o angustia importante y que esté mantenida en el tiempo. El abandono del autocuidado, no comer adecuadamente, la tendencia a meterse en la cama, irritabilidad o explosiones de ira serían también motivos para acudir a un profesional. La coordinadora de Ucosam habla sobre las relaciones de duelo. «Asumir que en poco tiempo una persona pasa de estar bien a contraer el covid y fallecer, en muchos casos requiere de ayuda. No es fácil», explica.
Asimismo, Mar Fernández añade que si siente «tensión con las personas convivientes cuando antes no había, sensación de desesperanza grande cuando vemos que esto va para largo, sensación de fracaso o de que la vida no vale la pena, los que te rodean deberían insistir en pedir ayuda». Por otro lado, el abuso de alcohol o de fármacos tranquilizantes quizá no sea la manera más correcta de afrontar la situación.
El círculo cercano, un pilar básico
El primer paso, donde todo comienza, es en el círculo más cercano. «El hecho de que te escuchen, te sientas entendido y la red de amigos o familiar te pueda contener y apoyar es la principal ayuda», asegura Mar Fernández. Mantener estas relaciones suele ser más fácil para la gente joven, ya que de manera online pueden continuar en contacto con sus amigos o familiares. Para las personas de cierta edad puede ser algo más complicado. «Están más acostumbradas al contacto físico, a salir a dar un paseo o tomar un café. Todo ello limitado ahora por la pandemia», apunta la coordinadora de Ucosam.
Si tiene alguno de los problemas anteriormente mencionados no dude en ponerse en manos de un profesional para intentar remediarlo. La primera línea de entrada a este programa de atención psicológica es a través de su médico de cabecera. Siempre vía telefónica en primera instancia.