Más camas, vacunas e inmunidad: por qué la tercera ola podría ser menos cruel en Asturias

ASTURIAS

La banda de gaitas Ciudad de Oviedo tocó frente a las puertas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)
La banda de gaitas Ciudad de Oviedo tocó frente a las puertas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) Alberto Morante

Cifras similares de incidencia en la segunda ola reflejan en el presente una menor presión asistencial

28 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada puede restar gravedad al impacto de una tercera ola de la pandemia en el Principado que en la jornada de ayer dejó casi 600 contagios detectados en las últimas 24 horas y cuatro nuevos fallecidos. Sin embargo, los gráficos que permiten comparar las situaciones de meses pasados dejan abierta una pequeña rendija a la esperanza. Los últimos datos publicados en el Observatorio de Salud de Asturias corresponden al pasado 26 de enero, en esa jornada, la incidencia acumulada a 7 días en la comunidad era de 328, una situación de riesgo muy alto. Con todo, para encontrar una incidencia semejante en la segunda ola hay que remontarse al 11 de noviembre, cuando era de 326. Unos números muy similares pero con consecuencias muy distintas en lo que atañe a ingresos hospitalarios y a ocupación de camas UCI. En aquel día de noviembre, Asturias estaba a punto de llegar al pico de la segunda ola con los hospitales abarrotados y abierto ya centro de campaña en el recinto ferial de Gijón (que acogió a su primer paciente al día siguiente, el 12 de noviembre); la ocupación en UCI era del 44% y la de camas hospitalarias era del 27%. Ahora en el presente, con una incidencia prácticamente igual, la ocupación de camas hospitalarias es del 15% y en UCI es del 25%. Son porcentajes terribles, pero menos terribles que antes de las navidades ¿qué ha cambiado?

En esta nueva tendencia han influido muchos factores. Uno de ellos, pero de forma aún ligera es la vacunación. Un total de 44.087 personas han recibido en Asturias al menos una primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y, de ellas, 10.694 han completado la pauta con dos inyecciones. El Principado se encuentra entre las comunidades con más población inmunizada por las vacunas pero todavía es un porcentaje mínimo del total y además ha pasado muy poco tiempo desde que se completara la admnistración. «Hay demasiado poca gente vacunada todavía», destacó Javier Padilla, médico de familia y uno de los once miembros del Comité asesor del Principado frente al Covid; pero en todo caso destacó que podría tratarse de un efecto combinado de varios factores «vacunación más la inmunización de personas que pasaron la segunda ola, y nos algo para alegrarse porque es gente que ha estado enferma pero hay menos personas susceptibles de contagiarse».

Padilla destacó además que la segunda y la tercera ola responden a dinámicas distintas en su expansión, en noviembre con un primer pico, una pequeño freno temporal y una subida muy rápida que no está siendo así en enero. También resaltó que a finales de la segunda ola Asturias incrementó su número de camas de manera que la forma de calcular los porcentajes de ocupación son variables distintas.

Pero apuntó también un dato más. «En la segunda ola, en Asturias partíamos casi de cero, de niveles muy bajos, y eso es algo que ahora no sucede ni por asomo». Asturias llegó a septiembre con un lento incremento de contagios de unos 30 diarios que hoy puede parecer casi un paraíso. En navidades en Asturias se dieron varias jornadas consecutivas con menos de 100 contagios diarios pero la comunidad nunca llegó a salir de un nievel de riesgo medio. La incidencia a 7 días más baja registrada en esas fechas fue de de 50, el 26 de diciembre.

Padilla resaltó que un factor clave para predecir un disparo de ingresos hospitalarios en Asturias es la incidencia en la población mayor de 65 años, muchos contagios en los grupos más envejecidos son un augurio casi certero de entrada en planta y en el peor de los casos en cuidados intensivos, y eso algo que tienen muy presente las autoridades sanitarias del Principado que usan ese criterio como uno de los que se marca a los concejos para imponer restricciones. Las diferencias entre la segunda y la tercera ola en este ámbito tambiénse hacen notar aunque no dejan de ser preocupantes. Ese día del 11 de noviembre, entre los mayores la incidencia era de 389; en el presente es de 295.

El matemático Javiér Álvarez Liébana también se hizo eco de este fenómeno con todas las precauciones posibles y necesarias.

«Se puede atisbar una meseta en la incidencia (o no, veremos esta semana) pero la ocupación empieza a ser igual que la segunda ola (por cualquier patología, aunque haya menos COVID)», destacó llamando a tener en cuenta la evolución de los próximos días. Sin restar gravedad a la situación, en el mismo mensaje se recoge que el nivel de máximo riesgo en la transmisión y un aumento de ocupación hospitalaria preocupante. Por eso los llamamientos del Ejecutivo autonómicos siguen siendo los de autoconfinarse en la medida de lo posible y reducir al máximo los contactos sociales.