El día cero de la reapertura del comercio: «Hay que ganar dinero a partir de ahora»

ASTURIAS

Los negocios de Asturias vuelven a abrir sus puertas
Los negocios de Asturias vuelven a abrir sus puertas

Los propietarios y trabajadores de pequeños negocios asturianos de todos los ámbitos cuentan cómo se siente al volver a trabajar

25 nov 2020 . Actualizado a las 16:37 h.

Ilusión, ganas y mucha esperanza. Así levantan las persianas los pequeños negocios de Asturias. El cierre establecido por el gobierno regional como medida para evitar la expansión del coronavirus ha hecho que el sector tenga pérdidas irrecuperables. Pero, sin embargo, tras eliminar el veto, todos los establecimientos vuelven a coger las riendas del local con optimismo. «Hay que volver a empezar para intentar sacar el máximo ingreso posible», asegura Ana Ferro, gerente de Miss Intimas.

Lo cierto es que en el primer día de reapertura ya se han visto clientes a primera hora de la mañana y la cara de risa de los dependientes es más que evidente a pesar de llevar la mascarilla puesta. «Desde que hemos abierto, hemos notado movimiento», asegura María Ignacia Iturmendi de la Joyería Quirós. «Como no sabemos lo que va a pasar, parece que la gente está animada», añade. Iturmendi comprende que en temas de salud es complicado saber con certeza lo que va a pasar, pero en el tema económico no. «Hay mucha incertidumbre. No sabes cuándo te van a cerrar».

Aun así, los empleados y autónomos vuelven al puesto de trabajo con las pilas cargadas al máximo. «Tengo mejor humor que ayer. Abrimos en una época en la que se vende mucho por el Black Friday y porque las navidades ya están a la vuelta de la esquina», explica Iturmendi. Esta trabajadora asegura que durante el tiempo que el negocio permaneció cerrado sí que hicieron ventas por Internet. «Se movió la página web. Es fundamental que también podamos vender por otras vías».

Sin embargo, apuestan por la atención personal. «El cliente tiene que probar las joyas, ver cómo le quedan y, sobre todo, elegirla a su gusto», asegura Iturmendi. Ana Ferro también piensa de la misma manera. «Como tienda de ropa lo que necesitas es verte y probarte. Por eso no hicimos ventas online, ya que nadie te paga previamente. En este sector es fundamental asesorar personalmente al cliente y enseñarle productos que puedan encajar con sus gustos», aclara Ferro, quien afirma que ahora es el momento de volver a empezar.

«No se trata de recuperar porque es imposible conseguir las ventas de un mes entero en cinco días. Lo importante es ganar dinero a partir de ahora», sentencia Ferro. Además, al igual que el resto de negocios, cumplen con las medidas sanitarias establecidad: distancia de seguridad, uso de gel hidroalcohólico, desinfección del local y límite de aforo. Por eso, tienen la esperanza de que la gente como lleva tanto tiempo en casa, le apetezca darse una vuelta y comprar algo. En definitiva, empezar a hacer y llevar una vida normal

Los negocios de asturias cumplen con las medidas sanitarias
Los negocios de asturias cumplen con las medidas sanitarias

Por su parte, María Fernández también abre su negocio Mercería Rizury con la esperanza de que dure mucho tiempo porque «si nos vuelven a cerrar nos hunden». «La clientela es la de siempre, pero las pérdidas son irrecuperables. Inviertes en mercancía y en productos sanitarios, para desinfectar la tienda y ofrecer una mayor seguridad, pero no puedes prestar servicio», asegura Fernández.

En su caso, hay mucha demanda porque la gente al estar en casa necesita estar entretenida. Por lo tanto, muchas personas apuestan por coser. «Hay muchas señoras mayores que no salen de sus hogares, pero si están haciendo un tapete de ganchillo o están tejiendo una chaqueta. Durante este tiempo de cierre recibimos muchas llamadas de cuando abrimos. Pero, no hicimos entregas a domicilio. Por eso ahora abrimos con mucha ilusión», explica Fernández.

Otro negocio muy afectado por el cierre han sido la zapaterías. «Estamos un poco bajos a pesar de abrir con ilusión», asegura Anastasio Rodríguez, dueño de Calzados Covadonga.  Lo cierto es que el calzado es una prenda fundamental a la hora de vestir. Pero, sin embargo, antes de esta crisis sanitaria y, por ende, la económica, la situación ya era complicada. «El comercio no estaba en su mejor apogeo y ahora esta pandemia lo remató. La gente no valora llevar unos zapatos de calidad. Los prefieren más baratos y peores para la salud», explica Rodríguez, quien asegura que ahora mismo la mayoría de los autónomos como él están empufados.

Rodríguez al igual que el resto de trabajadores del pequeño negocio tienen todo el día en mente: «qué pasará mañana». Por eso, desde su tienda situada en la Calle Covadonga reclama más ayudas, tanto del gobierno local como del regional. «No vale con que nos aplacen los pagos porque al final se nos acumulan las deudas y no tenemos suficientes ingresos como para afrontarlas. Tampoco pueden darnos subsidios que no nos ayuden a cubrir los gastos. Hacemos muchas inversiones para poder tener en pie el negocio.», sentencia.