Barbón anuncia un aumento del 53% de la inversión dedicada a Asturias en los presupuestos de infraestructuras
ASTURIAS
El presidente asturiano y la portavoz del PP, Teresa Mallada, cruzan críticas sobre la gestión de la pandemia y las oferta de diálogo
28 oct 2020 . Actualizado a las 17:55 h.En el primer turno de confrontación con los grupos de la oposición, en las respuestas y réplicas a la portavoz del PP, Teresa Mallada; el presidente del Princiapado, Adrián Barbón anunció que la previsión recogida en el proyecto de presupuestos generales del Estado incluye una subida notable de la inversión dedicada a Asturias, hasta los 317 millones de euros respecto a los alrededor de 200 con los que se contaba en el último presupuesto vigente, el de Cristobal Montoro aprobado en la última legislatura de Rajoy. Aunque Barbón destacó que se trata todavía de datos provisionales (el proyecto de presupuestos aún debe pasar muchos trámites) esta cifra supondría un incremento del 53% dentro del apartado del Ministerio de Transportes, el anterior departamento de Fomento.
Tras una primera sesión, en la jornada de ayer, dedicada al discurso del presidentes, el debate sobre el estado de la región continuó este martes con una primera confrontación con la portavoz del PP, recién designada además presidenta del partido en Asturias, Teresa Mallada que cruzó duras críticas con Barbón respecto a la gestión de la pandemia, pero especialmente acusándole de desatender a los sectores más perjudicados por las medidas de cierre y restricciones; además de echarse en cara uno y otro que no se buscaba diáologo en un tiempo excepcional. Si Barbón le llamaba a sumarse a los Pactos de Fruela para consensuar un plan que debe presentarse a la UE para recoger los fondos de ayudas, Mallada le reclamaba una concertación política, entre PP y PSOE. Fue al final cuando Barbón le reprochó que no tueviera en cuenta al resto de partidos.
«Usted se lo ha jugado todo a una sola carta, la de la pandemia» señaló Mallada en su discurso para reclamar a Barbón explicaciones sobre «¿qué han hecho sus consejeros?» en resto de materias. Lo cierto es que la portavoz del PP arrancó con duras críticas a las últimas medidas de restricciones y confinamientos aprobados afirmando que «su nerviosismo le lleva a tomar decisiones exageradas y precipitadas sin criterio científicos» a la par que reclamaba que se pudiera mantener la actividad económica porque «es que sin economía tampoco hay salud». Dado que Barbón le urgió a explicar qué medidas hubiera aplicado ella en el caso de ser presidenta, y reclamarle que explicara si hubiera solicitado la declaración del estado de alarma, fueron críticas que se fueron matizando a lo largo de su intervención (dijo después que «por supuesto» que la salud era prioritaria) pero le echó en cara al presidente que no se hubieran acompañado de más medidas de apoyo a los sectores más perjudicados.
Los puntos más fuertes de los ataques de Mallada al gobierno asturiano fueron los que se centraron en dos de sus mayores flaquezas: la política industrial y la educación. Respecto a la última Barbón reconoció errores pero presumió de ser de las pocas comunidades que han rebajado a 20 la ratio de alumnos por aula, Mallada le reprochó la cascada de dimisiones que había prececido el comienzo del curso, un mes más tarde, además, que en el resto del Estado. Respecto a la segunda, la portavoz del PP recogió las críticas del sector industrial por las demoras constantes sobre la puesta en marcha del estatuto electrointensivo. Barbón volvió a repetir que esperaba que el gobierno recogiera las alegaciones presentadas por Asturias junto a Galicia y Cantabria porque el proyecto actual no le gustaba. «Lleva un año y medio diciendo lo mismo, deje de hacer el ridículo», dijo Mallada para reclamarle además cuentas por las alternativas al cierre de las térmica por la, a su juicio, falta de peso e influencia en el Gobierno central.
Fue en sus contrarréplicas donde Barbón destacó que la previsión de presupuestos habría un incremento de la partida de inversiones dedicada a Asturias además de destacar que en aspectos como las compensaciones por CO2, los gobiernos de Rajoy habían dedicado a Asturias 18 millones en 8 años, y los dos de presidente de Sanchez ya ascendían a 232.