El área sanitaria VII sólo ha registrado cuatro fallecidos por COVID-19 desde que comenzara la pandemia, mientras que en la vecina comarca del Nalón, con un perfil de población similar, el virus se ha cobrado la vida de 28 personas
03 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Por qué la enfermedad COVID-19 tiene más incidencia en unas zonas que en otras sigue siendo un misterio para los expertos. La Organización Mundial de la Salud reconocía recientemente desconocer la razón por la que en España había una transmisión más elevada respecto a Europa. En este país, no obstante, también hay zonas más afectadas que otras por el coronavirus y, en la propia Asturias, los datos reflejan una incidencia y una mortalidad desigual en unas zonas respecto a otras aunque tengan unas características similares.
Del balance de fallecidos por áreas sanitarias se desprende un dato que justamente genera intriga entre los epidemiólogos de la región, y es el de la casi nula mortalidad registrada en el área sanitaria VII por coronavirus. Esta área, integrada por los municipios de Mieres, Lena y Aller, sólo ha registrado cuatro fallecidos por COVID-19 desde que comenzara la pandemia.
Además, los cuatro fallecidos pertenecían al concejo mierense. Este dista mucho de las cifras que arroja, por ejemplo, la vecina comarca del Nalón. El área sanitaria VII (de la que forman parte Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Sobrescobio y Caso) tiene un perfil de población similar y en ella el virus se había cobrado la vida de 28 personas hasta el 20 de septiembre, fecha de los últimos datos facilitados por la Dirección General de Salud Pública.
Los expertos consultados no encuentran una razón para tal diferencia en los datos y sólo apuntan a posibles hipótesis. Patricio Suárez Gil, coordinador de la Plataforma de Bioestadística y Epidemiología del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), manifiesta que efectivamente el dato es «muy llamativo» cuando se hace la desagregación por municipios. También corrobora que en el área sanitaria VII «hubo una incidencia mucho menor que en el área VIII y una mortalidad prácticamente 6 veces menor» cuando son dos áreas que comparten perfil respecto al tipo de hábitat o tipo de población. No obstante, el mismo señala que para hacer un análisis de por qué se da esta situación habría que estudiar la base de datos con los casos de forma individualizada.
Suárez Gil comenta que para explicar qué aspectos pudieron influir, «lo primero que hay mirar siempre es si se codificó correctamente el municipio de residencia en todos los casos que fallecieron o si constaba en todos los casos». En este sentido, descartado que haya habido un problema de registro, dice que se podría mirar si en el área VIII hubo más peso de mortalidad en residencias o si hay más residencias en ese área. Otra posibilidad que apunta pero que seguidamente rechaza es que haya un efecto de la estructura de edades, porque «creo que la pirámide de edades y el índice de envejecimiento son muy similares en las dos áreas».
«Son hipótesis muy básicas que se me ocurren con los datos disponibles», indica el coordinador de la Plataforma de Bioestadística y Epidemiología, que no descarta investigar las razones de la casi nula mortalidad por COVID-19 de la zona del Caudal si consigue los datos necesarios para hacerlo.
La tasa de infección, en el punto de mira
El epidemiólogo asturiano Usama Bilal, profesor asistente en la Drexel University (Filadelfia, EEUU), considera que puede haber una serie de circunstancias que lo expliquen, como puede ser que el área sanitaria VIII (el del Nalón) tenga una población más numerosa que el área VII (el del Caudal). «No explica toda la diferencia pero un poquito sí», comenta Bilal, que añade como otra razón el hecho de que la tasa de infección haya sido más baja en una zona del Caudal. En este sentido, se fija en que el municipio de Laviana haya tenido una tasa de infección bastante alta hasta el 20 de septiembre, fecha de los datos publicados por la Dirección General de Salud Pública.
Bilal considera que también habría que analizar cuánta gente vive en residencias de la tercera edad en el Caudal con respecto a otros lados. «Si el virus se introduce en una residencia y no hay control, la mortalidad es altísima», señala el epidemiólogo, que añade que «es posible que las residencias de la zona tuviesen más suerte o hicieran las cosas mejor».
Sin embargo, para dar respuestas más rotundas y no hipótesis, Usama Bilal manifiesta que «habría que indagar un poco en que pasó en las residencias de esas zonas» y tener datos concretos de si en lugares como Langreo hay mas residencias que en Mieres. Justamente, el municipio langreano acumula hasta ahora 16 fallecidos por COVID-19 frente a los 4 que ha tenido el concejo mierense. «Y, por último, y probablemente la respuesta mas insatisfactoria: con un número bajo de muertes, hay un cierto componente de «ruido estadístico», concluye el experto dejando la puerta abierta a que haya una variación no explicada o aleatoriedad en la muestra de datos.