El Principado tiene un profesional por cada 22.200 habitantes. A pesar de las nuevas incorporaciones, es una de las cifras más bajas de España
29 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Principado no quiere que el probable agravamiento de la pandemia le pille con el pie cambiado. La expansión del coronavirus es dinámica y eso provoca que, con una periodicidad casi semanal, el Gobierno autonómico anuncie nuevas medidas. Y habrá más. El objetivo está claro: evitar que la situación se descontrole y que los rebrotes alcancen las preocupantes cifras de otras comunidades. Para conseguirlo, la última decisión del Ejecutivo que lidera Adrián Barbón ha sido el «fichaje» de nueve rastreadores, las personas que se encargan de identificar los contactos estrechos de los positivos para realizarles la prueba PCR. Con estas incorporaciones, el Principado tiene 46 profesionales que se encargan de esa tarea, es decir, uno por cada 22.217 habitantes.
La media española es de un rastreador por cada 12.000 habitantes, por lo que la cifra indica que Asturias es una de las comunidades que menos efectivos destina a esta tarea. Tan solo Cataluña y Madrid tienen peores números y el Principado está al mismo nivel que Murcia. A pesar de ello, desde el Ejecutivo regional sostienen que son muchas más las personas que se dedican a esta tarea en la región.
El director general de Cuidados, Humanización y Atención Sociosanitaria, Sergio Valles, ha señalado que la detección precoz de todos los casos, sus contactos estrechos y la complementación de intervenciones rápidas «son clave para controlar la transmisión». Para conseguirlo, Valles ha explicado que Asturias cuenta con una red de profesionales en la que se integran el conjunto de los centros atención primaria, los trabajadores de urgencias, los de prevención de riesgos y los de los centros sanitarios y sociosanitarios. También los rastreadores.
Estos nueve nuevos rastreadores, todos ellos profesionales médicos, son las últimas contrataciones, pero el director general ya ha adelantado que no serán las últimas. «Vamos a incrementar el número y el perfil para cubrir los nuevos escenarios» que puedan producirse en función de la evolución de la pandemia, ha defendido Valles.
Comparativa con otras regiones
Asturias no sale bien parada en la comparativa entre comunidades en lo que se refiere a número de rastreadores. A pesar de ello, la región ha controlado, hasta el momento, los rebrotes mucho mejor que otras regiones. En el Principado se han registrado desde que se levantó el estado de alarma tres brotes: el primero en el occidente -con tres casos y ya controlado-, el segundo en una cervecería de Oviedo -con seis positivos y todavía activo- y el tercero y último en un viaje de estudios a Málaga -sigue activo con seis casos-. En total, hay 41 casos activos en la región y solo en el caso de la cervecería de Oviedo se realizaron más de 700 PCR.
La principal característica del modelo asturiano es que los casos son identificados por los centros de salud y después el equipo de 46 rastreadores se encarga de analizar la situación y buscar a los potenciales contactos. Esto no ocurre en toda España, ya que cada Gobierno autonómico tiene su propia estrategia. Por ejemplo, otras comunidades, como Cataluña, ya han reconocido que no tienen efectivos suficientes para rastrear todos los contactos.
Según los datos recogidos por el periódico El País, que no incluyen cifras ni de Galicia ni de Canarias, ya que no han facilitado la información, en total hay en España 3.533 rastreadores, lo que supone uno por cada 12.000 habitantes. La cifra está muy alejada del número que recomiendan los investigadores según una herramienta diseñada por la Administración de Servicios y Recursos Sanitarios de Estados Unidos: un rastreador por cada 5.500 habitantes.
La comunidad con mejores datos es La Rioja, con un rastreador para cada 3.706 habitantes, seguido de Castilla-La Mancha con 4.766, y Valencia, con 4.936. Las que salen peor paradas en la comparativa son Madrid, con 35.903, y Cataluña, con 30.882.
Nuevas restricciones a la hostelería
Además de anunciar la contratación de profesionales, el Principado también ha impuesto nuevas medidas restrictivas a la hostelería, restauración y locales de ocio nocturno. Los cambios se aprobarán en el próximo Consejo de Gobierno y son básicamente tres: adelantar el horario de cierre a las 2.00 horas; obligar a los clientes a que estén sentados en mesas; y recomendar a los locales que elaboren un registro de clientes.