Unos 300 ganaderos asturianos se han sumado ya a la demanda colectiva del cártel de la leche
ASTURIAS
Asturias es la segunda región que más profesionales afectados aporta a la reclamación que presentará un bufete de abogados con sede en Madrid, que ya cuenta con un más de un millar de demandantes en toda España
20 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Unos 300 ganaderos asturianos afectados por el cártel de la leche se han decidido ya a participar en la demanda colectiva que Eskariam, empresa jurídica especializada en demandas colectivas con sede en Madrid, presentará antes del 11 de julio. En esa fecha vence el plazo para reclamar contra el cártel de la leche por los daños y perjuicios ocasionados por sus «conductas anticompetitivas que infringen la legislación de competencia» al intercambiar información a nivel nacional y regional, sobre precios de compra de leche de vaca cruda, volúmenes de compra de ganaderos y excedentes de leche. Esas prácticas abusivas se produjeron entre los años 2000 y 2013 y han conllevado que la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) impusiera hace unos años multas por un importe total de 88,2 millones de euros a nueve empresas y dos asociaciones que operan en el mercado de aprovisionamiento de leche cruda de vaca en España.
Eskariam, que ha alcanzado un acuerdo con el despacho internacional Hausfeld constituyendo un equipo profesional formado por más de 200 abogados expertos en demandas colectivas, está desplegando sus recursos en las zonas rurales más afectadas por estas prácticas anticompetitivas para informar a los ganaderos sobre sus derechos, poniendo a disposición de estos sus servicios legales para iniciar la reclamación contra el cártel y lograr el resarcimiento de los daños y perjuicios sufridos por su actuación. Los ganaderos demandantes proceden, principalmente, de las provincias de Galicia, Asturias y Castilla y León, aunque también están recibiendo contactos de otras zonas como Cataluña, Cantabria, Andalucía y País Vasco. A día de hoy, Asturias es la segunda región que más ganaderos ha sumado a la causa del mencionado bufete de abogados.
A los ganaderos sólo les piden que aporten las facturas de la venta de la leche donde figure el precio de venta y el volumen vendido en este periodo. En caso de que no dispongan de las facturas, el equipo de Eskariam se compromete a ayudarles a conseguir otra documentación adecuada para atestiguar la situación que se produjo durante más de una década. Según comentan desde esa empresa jurídica, los profesionales del sector ganadero que quieran sumarse a la demanda no tienen que abonar ninguna cantidad para iniciarla y tampoco en caso de derrota. «El reclamante pagará unos honorarios únicamente en caso de victoria», aseguran desde Eskariam.
Represalias de la industria lechera
Sin embargo, en Asturias hay ganaderos que todavía no se animan a sumarse a la demanda sin tener informes que avalen la demanda a presentar. Es el caso de un profesional de la ganadería del occidente de la región que prefiere mantenerse en el anonimato por una razón de peso, el temor a las represalias de la industria lechera, ya que sabe que la forma que tienen de contraatacar a los ganaderos es dejando de recogerles la leche de sus ganaderías. Indica que quienes más se pueden animar a presentar demanda al cártel lácteo son los ganaderos a los que les pueda quedar poco tiempo para jubilarse y que saben que no corren el riesgo de que las industrias dejen de recogerles la leche cuando salga una sentencia dentro de unos años.
Este ganadero asegura que él sufrió el abuso de la industria lechera durante aquellos años porque «no podíamos negociar el precio de la leche». Según relata, «las empresas fijaban el precio y si no se la querías entregar en las condiciones que marcaban, las otras empresas no te querían para que les entregaras la leche, y así se repartían el tema», asegura. El problema era para los profesionales del sector, porque «los costes de producción eran los que eran y ellos bajaban y bajaban el precio de la leche hasta que sabían que no podían bajar más porque cerrabas», comenta este ganadero, que afirma que «el precio base de la leche siempre está por debajo del coste de producción» lamentando que en este ámbito no exista el libre mercado.
«Las ganaderías cierran porque se pierde dinero»
El mismo justifica la mala situación de la ganadería de leche en el dato de ganaderos de Asturias. Según dice de las miles y miles de ganaderías que había hace unas décadas dedicadas a este ámbito, «ahora debe haber 1.000 ganaderías entregando leche», apunta antes de advertir que «cuando se cierran ganaderías y nadie las quiere es porque se pierde dinero». «Y las industrias no se unen para subir el precio, se unen para bajarlo», reprocha este ganadero del occidente.
En su opinión, lo que debe hacer el Gobierno de España es «regular un precio mínimo en función del coste de producción, y que esté blindado», porque lo que no entiende este profesional que «cuando alguien vende algo el que marque el precio sea el que compra». Además, pone de relieve la situación por la que está pasando actualmente nuestro país como consecuencia de la crisis sanitaria generada por el COVID-19 y enfatiza que «la agricultura es una cuestión de estado. Igual que se tiene un ejército, hay que tener agricultura y ganadería, porque estamos viendo que es un sector básico cuando no se puede traer producto de fuera, y una explotación ganadera o agrícola no se monta de un día para otro», expone.
No obstante, este ganadero anima «a todo el mundo a que demande», porque considera que sólo con la unión de todos los profesionales se puede plantar cara a una industria que se ha convertido en «una mafia total».