Las demandas han cambiado tras el confinamiento. También hay quien incluso alquila propiedades durante todo el año aunque no vaya a vivir en ellas
08 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.No es de extrañar que tras el confinamiento estricto que ha vivido España durante más de dos meses, la gente que se lo puede permitir busque nuevos apartamentos o casas por si la situación se repite. Es uno de los mayores temores: no contar con terraza, o un pequeño jardín al menos para pasar de nuevo dos meses sin salir. Y es que parece que propiedades situadas en concejos como Nava o Infiesto, que apenas contaban con ningún interesado para comprarlas, ahora empiezan a tener cierto éxito.
«En compraventa sí hemos notado cierto interés en viviendas en concejos como Nava o Infiesto, de familias con críos que buscan jardines o fincas», asegura César Nozal, coordinador de la Asociación de Inmobiliarias de Asturias (Asocias). Cree que es precisamente la posibilidad de que esto se repita de nuevo lo que lleva a las familias con niños «a dedicar más tiempo a vivir en entornos no tan urbanitas, mientras teletrabaja». Por lo general, el interesado en estas viviendas es el vecino que vive en la ciudad y busca ahora una zona más rural.
Este tipo de propiedades adquieren ahora un valor añadido, pero no en el aspecto económico. «El precio es asequible y por las circunstancias actuales la gente valora esa posibilidad», explica Nozal. Tener un espacio, una zona verde se valora más que antes, según el coordinador de Asocias: «Hace un tiempo no existía ningún tipo de demanda por esas propiedades, y ahora sí la hay».
Además, otro fenómeno que se está dando, por la costa oriental asturiana, concretamente en Llanes es el alquiler indefinido de una segunda residencia. Es decir, hay clientes que alquilan la vivienda para todo el año, pero no para residir en ella, sino para ir cuando sea posible. «Tengo el caso de unos profesores que han alquilado el piso como si se tratara de una primera residencia, pero para utilizar de segunda y venir cuando puedan: fines de semana, vacaciones, festivos...», explica Borja Cue, de la inmobiliaria Veri Corral. Es una manera de tener asegurada una segunda vivienda en caso de una vuelta al estado de alarma o para evitar no tener alquiler de cara al verano si aumenta la demanda.