La propuesta se produce después de que el ERTE por fuerza mayor que había solicitado la empresa fuese rechazado
28 abr 2020 . Actualizado a las 21:36 h.ArcelorMittal prevé paralizar las inversiones previstas en sus plantas siderúrgicas en España, despedir entre 50 y 100 trabajadores en un primer momento y aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a sus más de 8.000 trabajadores para compensar sus pérdidas económicas.
Según ha trasladado este martes la multinacional siderúrgica a los sindicatos, el ERTE no llevaría asociado ningún complemento salarial y sustituiría al que sí cuenta con él y que fue negociado con los sindicatos en 2009 para aplicar en los momentos en los que la caída de la emanda de los mercados o del sector automovilístico obligara a ajustar la producción.
La propuesta de la empresa se produce después de que la autoridad laboral desechase el ERTE por fuerza mayor que había solicitado la empresa, que ha señalado a los sindicatos que, al no poder aplicar dicho expediente, se ve obligada a tomar otras medidas que compensen las pérdidas económicas que está sufriendo.
Estos planes han sido avanzados por la dirección de ArcelorMittal a los sindicatos tras constituirse este mares telemáticamente la mesa negociadora en la que se pretende negociar el nuevo ERTE por causas económicas y productivas derivadas del COVID-19.
Según los sindicatos, la empresa ha trasladado su intención de aplicar despidos y de mantener el cierre de uno de los dos altos hornos de Gijón, así como de paralizar las inversiones en todo el grupo si no se dan los ahorros que persigue en el apartado de personal.
El ERTE por causa económica y productiva que ofrece la empresa para, al menos un año y unos 8.000 empleados en toda España, contempla una mayor movilidad funcional y ninguna contraprestación económica por parte de la multinacional.
Asimismo da por amortizado el ERTE latente desde 2009 por considerarlo «inadecuado» para esta situación y suponer una carga económica en el contexto actual, según CCOO que ha mostrado su «más absoluto rechazo a la postura hipócrita y vergonzante» de la empresa.
CCOO han acusado al grupo siderúrgico de querer aprovecharse de la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus para realizar «un ajuste laboral y salarial sin precedentes» con el que tapar «la ineficacia en la gestión y errores jurídicos» que, para este sindicato, es lo que realmente pone en riesgo la viabilidad y el futuro de las instalaciones.
Este sindicato ha cuestionado también la voluntad negociadora de la empresa ya que, según señala en un comunicado, demostró una «actitud despótica».
Para UGT, la empresa no ha cumplido con los requisitos mínimos para desarrollar un diálogo social, serio y constructivo, puesto que lo que primero que ha hecho ha sido plantear «despidos, paradas masivas de instalaciones y amenazas de retirada de inversiones.