La consejería de Hacienda requiere al resto de departamentos que informen de qué pueden prescindir mientras el Principado pide al Ejecutivo Central que clarifique las reglas fiscales
14 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El primer paso técnico necesario ya se ha dado. En el Consejo de Gobierno del pasado miércoles se incluyó la aprobación de una iniciativa que pasó desapercibida frente al anuncio de las ayudas individuales de 400 a los autónomos pero que será uno de los puntales de la lucha por mantener el gasto sanitario: se habilitó a la Consejería de Hacienda para reorganizar los créditos presupuestarios de 2020 «con el fin de movilizar todos los recursos disponibles para frenar la epidemia y sus consecuencias para la ciudadanía».
En la práctica se trata de que cada una de las consejerías del Gobierno comuniquen a Hacienda qué cantidad de sus departamentos podrían detraer para formar un gran fondo común de contingencia para hacer frente a una situación extraordinaria. No se sabe aún cuánto supondrá para Asturias el gasto sobrevenido para hacer frente a la atención sanitaria del coronavirus, en todos los sentidos, desde el cuidado de los pacientes a la puesta en marcha de infraestructuras temporales, como la habilitación del espacio en la Feria de Muestras de Gijón para sobrellevar la contengencia de un incremento repentido de demanda asistencial.
Las consejerías no han remitido aún la información sobre qué tipo de gastos son de los que podrían prescindir. Tampoco todas tienen la misma capacidad, algunas como Ciencia tienen escasos recursos y otras, como Infraestructuras, los tienen más amplios ya que las previsiones de inversión en obras son mucho más elevadas. En todo caso, el Principado se tiene que manejar con unos números cerrados, para formar ese gran fondo de contingencia necesita restar a cada uno de sus departamentos. No puede salirse de ese corsé y es aquí donde comienza la siguiente etapa del debate ¿qué pasará con el techo de gasto autonómico y la capacidad de las comunidades para endeudarse?
Se trata del mensaje que más ha repetido el presidente asturiano Adrián Barbón en las reuniones que se han ido celebrando desde que comenzó la epidemia, de forma telemática, con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y con el resto de dirigentes autonómicos. En la última de ellas, el pasado domingo, Barbón pidió que que el Ministerio de Hacienda actualice «cuanto antes» los datos a las comunidades autónomas para que conozcan su techo de gasto y sus límites de déficit público y endeudamiento para saber de cuantos recursos van a disponer para financiar la respuesta sanitaria y la posterior reconstrucción económica.
En el tiempo anterior al coronavirus, la previsión era que a finales de abril se conociera el balance de 2019 y y que Asturias no pudiera exceder el 0,1% de su PIB (es decir, alrededor de 23 millones de euros). Pero esas previsiones y esos números son de un mundo que ya no existe.
Antes de que estallara la pandemia Asturias ya mantenía una controversia sorda con Hacienda al hilo de la deuda acumulada desde los tiempos del ministro Cristobal Montoro por las demoras en las entregas a cuenta y las mensualidades del IVA. Las primeras se fueron fraccionando en distintos meses el último año, las últimas ascendían a 75 millones de euros y estaba pendiente de resolverse si se podrían conseguir mediante un acuerdo, un crédito sin intereses o, en el último caso, por la vía de los tribunales en un proceso que podría prolongarse durante años. La falta de esos 75 millones tiene su origen en realidad en la última legislatura del mandato de Mariano Rajoy.
En el año 2017 Montoro llevó a cabo un cambio normativo con el que se obligó a informar del IVA a las grandes empresas en tiempo casi real y permitió que el tributo se pagara el día 30 de cada mes en vez del 20 como se venía haciendo. El cambio normativo provocó que la recaudación del IVA que se ingresaba en diciembre de 2017 se trasladara en términos de caja a enero del año siguiente, 2018. De esta forma, la liquidación del ejercicio 2017, que se realizó a los dos años, en 2019, fue solo de once meses, faltando por tanto el abono de una mensualidad. Pero eso hueco de 75 millones en el presente ha amenazado con poner el cuestión el cumplimiento de los objetivos de déficit de la comunidad.
¿Qué gasto extraordinario le ha supuesto a Asturias el coronavirus? Todavía no se conoce y, peor aún, es demasiado pronto para valorarlo. El pasado 31 de marzo, cumplidas sólo dos semanas de la primera oleada de la epidemia, el presidente asturiano afirmó que las medidas económicas tomadas hasta entonces por el Principado ya habían implicado un gasto de 20 millones de euros. En esa fecha, Barbón tambien avanzó que no cerraba la puert a debatir en el parlamento autonómico la tramitación de un crédito extraordinario para hacer frente a la situación, ya que «las medidas económicas tendrán que ser más intensas» una vez se supere la pandemia. Entonces el presidente también se mostró favorable a que los ayuntamientos puedan utilizar el remanente del que disponen para generar actividad económica una vez pase la crisis sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus.