El hospital asturiano recibe la autorización para sumarse a un ensayo clínico por el Instituto Carlos III
01 abr 2020 . Actualizado a las 13:33 h.Primero se probó en China. Ahora se está investigando en España y Asturias va a aportar su granito de arena. El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) acaba de recibir la autorización para participar en un ensayo clínico que utiliza el plasma de pacientes curados como terapia para tratar el COVID-19. Así lo acaba de anunciar el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, y la directora general de Calidad, Transformación y Gestión del Conocimiento de la Consejería de Salud, Elena Llorente. Este estudio ya se estaba realizando en otros hospitales españoles.
Al mismo tiempo, el Gobierno del Principado está montando un grupo científico-técnico de coordinación que pretende recopilar todas las investigaciones en marcha en Asturias que pueden ayudar en la lucha contra la epidemia del coronavirus. Su idea es poner en contacto a los equipos, agilizar la transferencia del conocimiento y que los pacientes se beneficie lo antes posible de las nuevas terapias, con garantías de seguridad eficacia. Este grupo validará las propuestas y será más competitivo para participar en proyectos multicéntricos. Estará integrado por científicos del Servicio de Salud del Principado (Sespa), del Instituto de la Salud del Principado (ISPA) y de la Universidad de Oviedo.
La investigación
El proyecto en el que ya está inmerso en el HUCA y en el que participan otros hospitales españoles cuenta con el aval y los fondos del Instituto Carlos III, que es el que está detrás de este ensayo clínico. Se trata del uso de suero de pacientes ya curados como tratamiento antiviral para enfermos que todavía están convalecientes. Elena Llorente ha explicado que no se parte de cero. Este tipo de terapias ya se ha utilizado en el tratamiento de otros coronavirus con diferentes grados de éxito.
Esta es la investigación que parece más avanzada pero hay más en marcha. Ese grupo científico-técnico de coordinación está identificando a todos los equipos que están operativos, a través del ISPA. Algunos de ellos han solicitado financiación también al Instituto Carlos III, en la misma convocatoria especial en la que se integra el ensayo clínico del HUCA. Llorente ha explicado que, mayoritariamente, están trabajando en dos líneas: en la búsqueda de nuevas líneas terapéuticas o en la identificación de biomarcadores para ayudar a mejorar los tratamientos.
Por su parte, el consejero ha reconocido que han recibido todo tipo de ofrecimientos de colaboración, de todo tipo de investigadores, desde matemáticos a ingenieros, pasando por investigadores vinculados a las ramas sanitarias. Borja Sánchez ha destacado la actitud de las empresas que están cediendo todo tipo de recursos al servicio de la ciencia, maquinaria, trabajadores, espacios físicos,... Hay clínicas ofreciéndose a hacer análisis, grandes empresas poniendo a disposición sus centros de I+D+i. Ha destacado, por tanto, la corriente de solidaridad generada que se está transformando en importantes avances.
Otros antecedentes
En un estudio finalizado en Shenzhen, una ciudad cantonesa anexa a Hong Kong: cinco pacientes muy graves fueron tratados con plasma y todos mejoraron. Este fue el primer ensayo clínico de tratamiento del Covid-19 y aunque son muy pocos, los datos parecen esperanzadores. Hay más estudios similares realizándose en el mundo, pero solo este del Shenzhen Third People Hospital se terminó y los resultados se publicaron en la revista del colegio de médicos de América (JAMA). En España, la directora del Instituto de Salud Carlos III, Raquel Yotti, anunció un ensayo similar en el Instituto de Investigación Sanitaria Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) que, junto a otros siete hospitales españoles, realiza una investigación con plasma convaleciente para tratar casos de neumonía, que requiere de hospitalización. Este ensayo es interesante por está basado en la donación, práctica en la que España es un referente.