La Iglesia asturiana dicta instrucciones para los sacramentos y aguarda a la evolución del coronavirus para decidir si cancela las comuniones
26 mar 2020 . Actualizado a las 18:18 h.Varios arzobispados de diferentes comunidades autónomas ya han acordado aplazar las comuniones. A pesar de las diferencias entre parroquias, esta cita suele darse a finales del mes de mayo o principios de junio, una fecha no tan distante y mucho menos teniendo en cuenta que se desconocen cuáles serán las condiciones en las que se estará en dicho momento debido a la crisis del coronavirus. Por el momento, el Arzobispado de Oviedo no ha replicado esta medida y mantiene la fecha de las comuniones. A pesar de ello, desde la institución aseguran que algunas parroquias pueden, por su propia cuenta, decidir aplazar esta celebración. Lo que sí ha hecho ha sido regular cómo se imparten el resto de sacramentos durante el confinamiento: confesiones a un metro y buatismos con guantes.
Un buen ejemplo son las bodas. Fuentes de la diócesis asturiana han explicado que son los propios contrayentes quienes están cancelando las citas. Al menos, todas aquellas que quedan englobadas dentro del estado de alarma, no podrán celebrarse ya que los centros de culto se encuentran cerrados por esta situación. «Los novios no quieren casarse sin besos, abrazos o invitados, por lo que ellos mismos son quienes están aplazando la boda, desde el arzobispado en ese sentido no estamos tomando medidas propias», han asegurado.
La conferencia episcopal ha publicado una serie de pautas a seguir por parte de la comunidad de sacerdotes española para todos estos sacramentos. En cuanto a los bautismos, piden que se aplacen, excepto en casos de extrema urgencia, como puede ser que el sujeto que vaya a ser sometido a este sacramento sufra una grave enfermedad que ponga en peligro su vida. Ante tal situación, piden que los sacerdotes realicen el oficio ataviados con guantes de latex, manteniendo la distancia con el resto de los presentes, y que, si es necesario, abrevie la ceremonia.
Del mismo modo, piden que se guarde un metro de distancia durante las confesiones y manteniendo una lejanía con el resto de los presentes para preservar el secreto de confesión. La unción de enfermos o visita a enfermos en sus domicilios deberán realizarse correctamente protegidos, con guantes de látex de un único uso, y que no deben ser tocados una vez quitados. También piden que los sacerdotes lleven consigo tallas de papel desechables para poder lavarse las manos con agua y jabón o alcohol después de llevar a cabo el sacramento, y puedan así secarse después.