Particulares, barrios, asociaciones y colectivos de toda Asturias organizan redes de solidaridad para tratar de ayudar y cuidar de sus vecinos más mayores y necesitan difusión
18 mar 2020 . Actualizado a las 18:52 h.La epidemia de coronavirus que nos ha sumido en el actual estado de alarma ha conseguido que, pese al aislamiento al que obliga el decreto que entró en vigor el 15 de marzo, resurja la interacción en los vecindarios a través de las ventanas. Todos los días a las ocho de la noche las personas confinadas en sus casas, cuando aplauden a los sanitarios que se están volcando en contener la propagación del virus y cuidar a los contagiados, sienten que no están solos ante esta crisis sanitaria y económica. Pero además se están multiplicando los ofrecimientos de ayuda a las personas mayores, las más vulnerables en esta epidemia, tanto a nivel particular como en barrios, asociaciones y colectivos de Asturias.
La fotografía que abre estas líneas muestra a una pareja de ancianos caminando hoy por una calle de Gijón con muchas dificultades. Él lo hace un andador. Ella con un carrito de la compra. No hace falta decir que necesitan ayuda. Que no deberían estar en la calle. Y por ello están siendo muy loables todas las iniciativas, personales y colectivas, con las que se pretende que personas mayores como esta pareja no tengan que volver a salir a la calle a cubrir sus necesidades mientras dure este confinamiento.
«Hola vecinos. Si alguna persona mayor necesita hacer la compra, aquí estamos». Este es uno de los muchos anuncios que ya se pueden leer en el interior de portales en Asturias ofreciendo ayuda a las personas mayores o a quien lo necesite para ir a hacerles la compra, acudir a la farmacia o bajarles la basura.
También las redes sociales están sirviendo para que, a través de páginas y grupos, se estén realizando ofrecimientos solidarios: «Si hay alguna persona mayor o que tenga las defensas bajas,que no quiera salir a hacer la compra o a la farmacia o bajar al perrín, me ofrezco desde ahora. Por supuesto, gratuitamente». Este es sólo uno de los ejemplos de ofrecimiento de ayuda de personas que se muestran convencidas de que lo que toca en estos tiempos es fomentar el apoyo mutuo y la solidaridad, sobre todo con las personas mayores.
En Gijón, las redes de solidaridad ya se han organizado incluso por distritos. La Red de Apoyos y Cuidados de Asturias (Raca) ha puesto en marcha en la zona oeste de la ciudad una red de solidaridad para identificar necesidades que quiere replicarse en todo el Principado. «El momento que estamos viviendo con las medidas que se están adoptando con la contención del virus COVID-19 dejan muchas realidades desprotegidas. Vamos entre todos y todas a intentar identificarlas para poder ayudar a administraciones, entidades y personas a superarlas. Empezamos en Gijón e iremos incorporando la opción de más municipios», indican en sus redes sociales para explicar una iniciativa con la que pretenden ayudar a resolver necesidades como realizar compras y/o llamadas de apoyo a personas aisladas por indicaciones médicas, a personas mayores o de riesgo que, por precaución, deben quedarse en casa y no pueden bajar a la calle a realizar gestión alguna.
O para repartir alimentos a las personas sin hogar o materiales de juegos y dinámicas para los niños. Quienes necesiten este apoyo o conozcan de alguien que lo necesite pueden rellenar un formulario que aparece en su página web.
También en La Calzada, el colectivo La Rede, formado por jóvenes, hace un llamamiento al apoyo mutuo entre vecinos y se ofrece de manera solidaria a realizar la compra de alimentos y productos farmacéuticos a aquellas personas que, por su edad, son grupo de riesgo.
En Cimavilla, el barrio alto de Gijón, la asociación vecinal también ha creado un grupo de ayuda pata hacer las compras o lo que sea necesario para que los residentes mayores o con mayor riesgo ante el virus salgan lo menos posible de sus casas.
En Langreo, al menos nueve pequeños comercios de la Plaza de Abastos de La Felguera también ha lanzado una iniciativa para que los ciudadanos más vulnerables, también de Sama y Lada, puedan realizar sus pedidos por teléfono y les entreguen a domicilio al día siguiente por tres euros. Y esta es sólo la primera semana de una situación excepcional que, como se viene repitiendo de manera insistente, tenemos que superar colaborando entre todos.