Estas son las razones (profesionales y sociales ) de las mujeres para mantener vivo el 8-M
Manifiestos de todo tipo ponen de relieve la necesidad de seguir aprovechando el 8 de marzo como una fecha reivindicativa
Problemas con las bajas de embarazo, empresas sin apenas directivas, barreras físicas y sociales, profesiones masculinizadas en las que es complicado dejarse ver. Para responder a determinados partidos, colectivos o ciudadanos que preguntan por qué es necesario celebrar un Día Internacional de la Mujer tan solo hace falta echar un vistazo a las reivindicaciones que plasman en manifiestos, comunicados y encuestas los colectivos profesionales y las asociaciones. El 8 de marzo, según estos documentos, no es una jornada para celebrar. Por el momento, en 2020, es una jornada para reivindicar.
Discriminación en las médicas
El Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa) ha convocado una concentración para el día 8 de marzo, a las doce del mediodía, frente a la Junta General del Principado, contra la discriminación salarial de las médicas por motivos relacionados con la maternidad. Las profesionales se quejan de que sus retribuciones menguan con respecto a las de sus compañeros durante su baja por maternidad y en el periodo de lactancia. La Ley de Prevención de Riesgos laborales prevé que la mujer deje de hacer trabajos nocturnos, guardias... No las hacen y no se las retribuyen. El Instituto Asturiano de la Mujer ha instado al Servicio de Salud del Principado a que dicte nuestra instrucciones que garanticen el derecho efectivo a la igualdad. El secretario general del Simpa, Antonio Matador, ha explicado en numerosas ocasiones que el resto de comunidades ya lo tienen resuelto pero que el Gobierno asturiano se niega. Es, por tanto, un motivo de manifestación para el 8-M.
Las arquitectas
Con el lema Soy de la generación de la igualdad, el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias se ha sumado a la campaña que realiza el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España. En su web se puede responder a una encuesta para conocer qué piensan los arquitectos y las arquitectas sobre la igualdad en su ámbito laboral. Quieren saber cómo ha evolucionado en los últimos años o qué falta que la igualdad sea efectiva. El colegio recuerda que se cumplen 25 años de la cuarta Conferencia Internacional de Mujeres en Beijing, en la que se adoptó el concepto de transversalidad en las políticas de género, y admite que «el consenso a nivel mundial es que, a pesar de algunos progresos, el cambio real ha sido desesperadamente lento para la mayoría de las mujeres y niñas en el mundo». Por este motivo, considera interesante sumarse a la campaña intergeneracional de la ONU-Mujeres, con la que pretende movilizar la acción mundial.
El campo
#AgricultorasSinLímites. Esa es la campaña a la que se acaba de suma el sindicato agrario COAG Asturias, presidido por una mujer, Mercedes Cruzado, que sostiene que el espíritu emprendedor en la España vaciada tiene rostro de mujer. Las cifras del Principado parecen dar la región a esta afirmación. En un momento en el que el empleo agrario cae a marchas forzadas, en Asturias hay 400 titulares de explotaciones que hace diez años. Tan sólo cuatro comunidades han reducido el porcentaje de mujeres titulares o jefas de explotación: Madrid, Cataluña, La Rioja y Murcia. En el resto, ha aumentado el protagonismo de las mujeres en este segmento. «Necesitamos una batería de medidas multidisciplinares y diversas que nos faciliten el acceso a esta área económica históricamente tan masculinizada», explican. Hay más motivos para la reivindicación. Las mujeres poseen sólo el 23% de la superficie agraria útil, por lo que concluyen que la tierra sigue mayoritariamente en manos de los hombres. En algunos terrenos admiten avances, Por ejemplo, la brecha entre perceptores y perceptoras de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) se va reduciendo
«Hay más mujeres en el campo que se dedican a la agricultura y a la ganadería, pero una serie de fenómenos confluyentes hacen que sus trabajos y ellas mismas sean prácticamente invisibles. Igualmente, en muchos casos, son invisibles sus derechos. Por ello, esta publicación pretende aportar luz sobre la posición y condición de las mujeres que viven y trabajan en el medio rural y abordar asuntos como: el derecho al trabajo; el derecho a un salario digno; el derecho a la propiedad de la tierra y de los medios de producción; el derecho a la Seguridad Social; el derecho a la salud (incluida, por supuesto, la sexual y reproductiva); el derecho a la participación política y sindical; el derecho a una vida digna; el derecho de acceso a los recursos económicos, a las nuevas tecnologías, a la educación y especialización agraria y ganadera; o el derecho a una vida libre de abusos, agresiones sexuales y cualquier forma de violencia», ha subrayado Coag en su comunicado.
Las periodistas
La Asociación de la Prensa de Oviedo, en colaboración con el Colegio de Periodistas de Asturias, ha recuperado la cabecera de La Hoja del Lunes con noticias que les gustaría contar. Esta iniciativa se ha denominado precisamente La portada que desearíamos publicar. Para presentar la iniciativa, más de 60 profesionales se dieron cita en la escalinata de la Junta general y posaron para una foto que es la imagen que ilustra esa portada. Es lo único real entre una serie de noticias que aún son una utopía, como la erradicación de la violencia de género, el fin de la brecha salarial o la rotura del techo de cristal para que cada vez más mujeres ocupen puestos de responsabilidad. En la concentración ante el Parlamento asturiano, las participantes alertaron sobre el incremento de la precarización laboral en el sector y reclamaron medidas y compromisos reales que faciliten la conciliación.
Restauradoras
Sin el trabajo de las mujeres no se conserva, no se restaura. Es es el eslogan con el que la Plataforma de Asociaciones de Conservadores-Restauradores (Papcre) conmemora el 8-M. El manifiesto que han elaborado reivindica la defensa de una profesión mayoritariamente femenina y cada vez más precarizada. Como profesión del patrimonio cultural, considera que la actividad de conservación-restauración debería considerarse de interés social. Explica que mujeres y hombres de la profesión compartimos unas carencias comunes derivadas de la ausencia de regulación profesional pero precisa que la mayoría de las personas que estudiaron y se dedican a la conservación-restauración son mujeres, por lo que se trata de «una profesión en femenino».
Básicamente, en su manifiesto, concentran en dos puntos sus demandas. La primera consiste en el empoderamiento de la mujer en todos los trabajos y puestos de responsabilidad, la defensa y respeto ante las irregularidades e injusticias que limitan a la mujer en su desarrollo vital y profesional. La segunda, de manera más específica, demanda la protección en el trabajo de la conservadora-restauradora embarazada y su reincorporación tras la maternidad. «Para que la conservación-restauración sea una profesión de futuro», concluye.
Machismo financiero
La Asociación de Usuarios de Bancos y Cajas (Adicae) denuncia, por su parte, lo que denomina machismo financiero. Recuerda que el poder en estas entidades lo ostentan, en su gran mayoría, por hombres y que la presencia de mujeres en los consejos de administración es testimonial. El colectivo exige el acceso a los servicios financieros de forma igualitaria, con la rotura de la barrera financiera y la búsqueda de alternativas al consumo desde un prisma crítico responsable y solidario. Cree que se debe trabajar para alcanzar un sistema financiero, ético sin desigualdades de género y con una banca que rompa con el techo de cristal. La asociación es consciente que para paliar esta brecha social es necesario el apoyo, la responsabilidad y el espíritu crítico de todos los consumidores.
Mujeres con discapacidad
La Fundación CERMI Mujeres también secunda el 8M para «denunciar las desigualdades que siguen sufriendo las mujeres en muchos ámbitos de la vida» bajo el lema Por nuestra salud, por nuestros derechos. Su objetivo es trasladar a la opinión pública su preocupación por el sistemático incumplimiento de los derechos de las mujeres en todo el mundo, y muy especialmente, por la exclusión que siguen sufriendo.
El manifiesto lanzado en este 2020 relata cómo las mujeres y niñas con discapacidad tienen un acceso muy restringido a la atención sanitaria y cómo muchas veces son directamente descartadas de los protocolos de salud establecidos, o sometidas a tratamientos farmacológicos, como la contención química y la sobremedicación, y a intervenciones quirúrgicas sin que exista indicación médica, sin ser informadas y sin mediar su consentimiento. Exigen respeto, dignidad como mujeres, libertad e integridad personal, dentro del ámbito asistencial de la salud, bienes protegidos en el marco del orden jurídico internacional. Esto se traduce en que se erradiquen las prácticas sanitarias la esterilización, en que el Sistema Nacional de Salud la puesta en marcha de una estrategia que recoja las especificidades de las mujeres con discapacidad o que tenga en cuenta situaciones como la fibromialgia, fatiga crónica, lupus, endometriosis y todas aquellas enfermedades orgánicas no reconocidas.
Mujeres del mar
Denunciar sus carencias, como la alta de formación reglada, las enfermedades profesionales no reconocidas, los coeficientes reductores cicateroso los salarios por debajo del mínimo interprofesional, y ganar visibilidad son los dos objetivos que la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca), con una delegación en Asturias, persigue este 8-M. Para conseguirlo ha organizado una marea de trabajadoras del mar. En vísperas del Día de la Mujer, ayer sábado representantes del colectivo -integrado por 15.000 asociadas de seis comunidades autónomas- se concentraron en la madrileña plaza de Colón, parar valorar su profesión y difundir las desigualdades que existen entre sus trabajos y otros empleos análogos del sector pesquero en los que la mano de obra es esencialmente masculina.
La diversificación y búsqueda de nuevos nichos de negocio siempre vinculados al sector pesquero es otra de las acciones preparadas por Anmupesca para conseguir mejorar las rentas femeninas, que en muchos casos no llegan al salario mínimo. El diseño y la elaboración de artesanía y artículos de decoración con objetos reciclados, como las redes desechadas.