Aparecen dos crías de foca gris varadas en la costa asturiana

Carla Vega REDACCIÓN

ASTURIAS

Cría de foca gris encontrada en la playa de Arañón, en el concejo de Avilés
Cría de foca gris encontrada en la playa de Arañón, en el concejo de Avilés Fran, vicepresidente de la asociación de vecinos Laviana Gozon

Ambos ejemplares han sido localizados, en apenas unas horas, en Valdés y Avilés

25 nov 2019 . Actualizado a las 19:32 h.

A lo largo del día de hoy han aparecido dos ejemplares jóvenes de foca gris en las costas asturianas, que se cree que apenas llegan a los dos meses de edad. Esta mañana fue localizada la primera, aún en el agua, en el municipio de Valdés. Sin embargo, la segunda fue hallada en Avilés, en la playa del Arañón, en torno al mediodía. Han sido los trabajadores de la guardería del Principado, organismo dependiente de la consejería de Medio Rural, quienes se han encargado de la recogida de esta última para trasladarla a Gijón, donde se recuperará antes de ser devuelta al mar.

Expertos en materia creen que los temporales de las últimas semanas han provocado que ambas crías sufrieran los arrastres de la marea y hayan terminado así en diferentes puntos de la costa cantábrica. Es común que en esta época del año algunas crías se encuentren en situaciones similares, presentándose extenuadas, con pérdida de peso y de la capa grasa de su piel, que les provoca hipotermia e infecciones respiratorias agudas.

El presidente de la Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas (CEPESMA), Luis Laria, ha recordado que la asociación ha recuperado durante estos últimos 20 años uno de los porcentajes más altos de la península ibérica, con ejemplares de foca gris, foca de casco y foca groenlandica además de asistir al primer y único parto reconocido de foca común.

La última ocasión en la que se habían localizado focas en la costa asturiana que presentaban necesidades de atención se remonta a 2018. Fue en enero de aquel año cuando se sembró la polémica cuando una cría de foca gris, de en torno a los tres mes de edad, abandonó el agua en una playa de la costa oriental asturiana, donde permaneció semienterrada en la arena varias horas. «La foca tendría que haberse recogido porque no estaba en buenas condiciones, tenía falta de peso e hipotermia casi con seguridad, pero no sabemos qué ha pasado porque no la han recogido pero en la playa tampoco está», comentó en aquel entonces Laria.