Más alumnos en Infantil y FP y menos repetidores: así quiere la educación asturiana alcanzar a Europa

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

La consejera de Educación del Principado, Carmen Suárez, junto al presidente del Consejo Escolar, Alberto Muñoz, y la secretaria del Consejo, Angélica Álvarez
La consejera de Educación del Principado, Carmen Suárez, junto al presidente del Consejo Escolar, Alberto Muñoz, y la secretaria del Consejo, Angélica Álvarez

El última informe del Consejo Escolar muetras que las tasas de titulación y de abandono está en línea con lo exigido por la UE. Deben potenciar el ciclo de 0 a 3 años y rebajar aún más el abandono

20 nov 2019 . Actualizado a las 17:55 h.

Existen pocos campos en los que la Asturias actual converge con la Unión Europea (UE). La educación parece una de esas honrosas excepciones. La tasa de titulación bruta en Secundaria, es decir, el número de estudiantes que consiguen el graduado mínimo exigible, está por encima del objetivo marcado. Los niveles de rendimiento del alumnado, medidos con los estudios internacionales como PISA o TIMS, arrojan datos mejores que la media nacional y en cabeza en la OCDE. La proporción de titulados universitarios también rebasa las expectativas depositadas en cualquier sociedad del siglo XXI. El balance es, por tanto, bueno. Pero existe margen de mejora. El Principado está a la cola en escolarización de niños de 0 a 3 años, en un primer ciclo de Infantil que no es obligatorio. Tampoco consigue remontar las titulaciones de Formación Profesional (FP) ni impulsar la formación permanente a lo largo de la vida profesional.

Estos tres aspectos son los principales retos a los que se enfrenta el nuevo equipo de la Consejería de Educación, con Carmen Suárez al frente. Suárez los asume como propios y en algunos casos hasta se pone metas. En el caso de Infantil, quiere duplicar en cuatro años el número de menores escolarizados. Lo hará manteniendo el modelo de convenios, ampliando los ya firmados con ayuntamientos e incorporando a otros nuevos para potenciar la oferta de plazas. Sabe que este ciclo está en el centro del debate político y que muchos sectores reclaman un nuevo sistema por el que la Administración educativa asuma todas las competencias. Por el momento, ha conseguido esquivar este conflicto.   

Así lo ha hecho, al menos, la consejera durante la presentación del informe El estado y la situación del sistema educativo asturiano 2017/2018, que disecciona la situación de la enseñanza en la región, la compara con España y con los países europeos y realiza propuestas de mejora. Carmen Suárez ha estado acompaña de Alberto Muñoz, el presidente del Consejo Escolar del Principado, que es el órgano participativo que tiene la obligación de realiza este tipo de investigaciones. Muñoz ha insistido en que los números conforman un análisis totalmente objetivo. Las conclusiones que se extraigan pueden ser más interpretativas. A su juicio, el sistema «goza de buena salud» pero es necesario adoptar medidas para seguir mejorando en aquellos flancos más críticos. Además de la FP o del primer ciclo de Infantil, preocupa la brecha de género en los resultados, se tiene interés en mejorar las prácticas pedagógicas y se quiere poner el foco en la coeducación y la equidad.

Algunos números para el contexto

El envejecimiento poblacional se nota primero en las aulas. Asturias tiene la población escolarizable más baja del país. Eso supone que solo el 18% de su censo está compuesto por jóvenes menores de 25 años en edad de asistir a la formación reglada. El sistema está compuesto por 136.622 alumnos, la cifra más pequeña del histórico, que reciben clases de 13.559 profesores, de los que algo más de 2.400 firman contratos de dedicación parcial. Estos datos corresponden al curso 2017/2018 porque es el último con las estadísticas consolidadas a nivel nacional y, por tanto, el único que permite establecer comparaciones fiables, según ha explicado Alberto Muñoz. Abarca tanto a la red pública como a la concertada y a la privada. De hecho, presenta una gráfica estable en la evolución de redes. Ninguna ha ganado terreno en los últimos años. El 71,5% de los matriculados acuden a escuelas e institutos públicos y el 28,5%, a colegios privados y concertados. 

Baja el número de estudiantes pero el gasto por alumno continúa creciendo. En el año 2016, que es el que se cita en el informe, un alumno escolarizado en la red pública le costaba al Principado 6.785 euros. Solo Cantabria, Navarra y País Vasco hacían un esfuerzo presupuestario mayor. Si la cifra de gasto tiene en cuenta a los de la concertada, entonces la cantidad cae a 5.814 euros. También en este ránking conjunto ocupa el cuarto puesto, por detrás de las mismas comunidades. Este dinero permite mantener uno de los ratios de alumnos por docente más bajos del país, en concreto de 10,7. La cuantía que destina a los conciertos, que genera controvertidas polémicas cada vez que se negocia la renovación, ascendió a 88,6 millones de euros en el 2017, justo el último año en el que se renovaron los conciertos.   

Resultados

Los resultados son otro método para valorarla salud de un sistema educativo. Al margen de la tasa bruta de titulación de la ESO, que mide la relación entre el alumnado que termina ESO, independientemente de su edad, y la población total de la edad teórica de comienzo del último curso de la enseñanza, está la tasa de titulación real de los centros. En sexto de Primaria, titulan el 97,7%, un porcentaje ligeramente inferior a la media nacional. La tasa de titulación en Secundaria, es decir, la proporción de estudiantes de cuarto que termina con éxito el curso alcanza el 85,7%. En segundo de Bachillerato, los estudiantes que completan este itinerario de la enseñanza no universitario tienen un indicador ligeramente más bajo, el 84%.

Para llegar a este punto, muchos se han quedado en el camino. El abandono educativo temprano, que compara la proporción de población de 18 a 24 que no han alcanzado la titulación mínima y no está recibiendo formación, en Asturias es del 12,6%. El Principado ha cumplido el objetivo marcado por Europa para e España que es del 15% y está entre las regiones con mejores datos. Pero la Consejería de Educación quiere ir un paso más allá. Su intención es codearse con los mejores sistemas de la UE y bajas al 10%. 

La tasa de idoneidad analiza, por su parte, si los estudiantes están matriculados en el curso que les corresponde por edad. Esto sucede si no han repetido nunca. A los 15 años, esas tasa de idoneidad es del 75,4% entre las estudiantes y del 68,6% entre los estudiantes. Hay un 9,2% de los estudiantes que repite algún curso de la ESO. La consejera Carmen Suárez ha dejado claro que la repetición es un fracaso del sistema. Que un alumno pase más tiempo dentro de ese sistema no garantiza ninguna mejora en su aprendizaje. Así que Suárez se ha marcado el reto de reducir la tasa de repetición. Ha matizado que esto no supone repartir aprobados a aquellos que no los merezcan sino, más bien, centrarse en ellos para que consigan los conocimientos mínimos exigidos o las «competencias referenciadas», en lenguaje docente. 

La consejera confía en los docentes asturianos para conseguirlo. Ha señalado que Asturias cuenta con «profesorado del siglo XXI» para que los niños «aprendan a aprender». Esto no quiere decir que no tengan que mejorar la formación e implementar nuevos basados en espacios que fomenten la colaboración, como están planificados los futuros estudiantes de La Florida y La Fresneda.