El Principado no ha llegado a desarrollar una legislación específica que mantiene en un vacío legal los centros del Camino de Santiago
04 ago 2019 . Actualizado a las 13:20 h.El Gobierno asturiano no ha sacado aún adelante la regulación específica para albergues de peregrinos que ha venido anunciando en los últimos años. En concreto, este asunto era una de las medidas que contenía el Libro Blanco del Camino de Santiago, presentado por el Ejecutivo regional en noviembre de 2016. Más de dos años y medio después, no se ha aprobado regulación alguna al respecto.
El documento planteaba la regulación de los alojamientos y la creación de la marca «Albergue de peregrinos», de uso exclusivo en centros homologados.
En Asturias, buena parte de este tipo de complejos están en una situación alegal, dado que el decreto que impera en el Principado sobre albergues turísticos excluye expresamente de su ámbito de aplicación a aquellos «en los que el alojamiento se preste sin contraprestación económica o la cantidad abonada tenga el carácter de dádiva o donativo».
También excluye el mencionado decreto a aquellos establecimientos «cuyo uso esté condicionado a la pertenencia a un determinado grupo, no estando abiertos al publico en general». De esta forma, no existe en Asturias una regulación específica para los albergues de peregrinos. Aunque sí hay normas de utilización de estos establecimientos, aprobada por la Comisión Jacobea del Principado de Asturias, lo cierto es que carecen de soporte legal.
Es por esta falta de regulación específica por la que en el Libro Blanco presentado en Asturias en 2016, tras reuniones del Gobierno con ayuntamientos, Iglesia, asociaciones jacobeas y otras instituciones, se hacía una mención expresa a la necesidad de cubrir ese vacío legal, articulando normas específicas.
Así, desde la Dirección General de Comercio y Turismo del Principado se apostó por proceder a una doble regulación. Para los albergues con ánimo de lucro se consideraba adecuado incluirlos en una modificación de la actual ley de albergues turísticos.
En cuanto a los que funcionan sin ánimo de lucro (a base de cobrar la voluntad o un donativo) se apuntaba a que fuese Patrimonio Cultural quien lo regulase, es decir, un departamento que depende de la Consejería de Educación y Cultura, sin competencias en Turismo.
En septiembre de 2017 Patrimonio Cultural manifestó a través de la página web del Principado su intención de acometer la regulación de esos establecimientos por decreto y para ello solicitaba opiniones de sujetos y organizaciones potencialmente afectadas. Se daba un mes de plazo para recibir aportaciones.
La legislatura del Gobierno de Javier Fernández ha concluido sin que esa normativa haya salido adelante. Algunos funcionarios han confirmado a Europa Press cierto malestar por el planteamiento elegido, al entender que toda regulación relativa a estancias de peregrinos tiene que depender exclusivamente de Turismo, que es el departamento que tiene las competencias, y no de Cultura.
En cualquier caso, esta cuestión pasa ahora a depender del nuevo Ejecutivo autonómico asturiano liderado por Adrián Barbón. El Camino de Santiago, de hecho, está siendo protagonista estos días en el pabellón del Gobierno del Principado de Asturias de la Feria Internacional de Muestras de Asturias que se celebra estos días en Gijón.