La Universidad de Stanford crea un mapa de las vías del Imperio en el que la región aparece desconectada. La variante de Pajares y el corredor atlántico del noroeste son los proyectos clave para unir la comunidad con el resto del país
21 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Si hubiera que tener una referencia del aislamiento que sufre Asturias hasta el momento con respecto al resto de España, se podría datar, como mínimo, de la época del Imperio Romano. La Universidad de Stanford ha creado un mapa de las vías romanas en esta época en la que aparece la red de caminos que conectaba todas las regiones que conformaban el Imperio. Como se diría, «todos los caminos conducen (o conducían entonces) a Roma», salvo desde Asturias. El aislamiento de la comunidad se debe a que fue una de las últimas regiones en caer ante el poder militar romano, de ahí que no se beneficiara de las infraestructuras romanas hasta más tarde. No obstante, esta falta de conexión con el resto de la Península todavía dista mucho de estar solucionada. Pese a los avances en dos proyectos clave para el futuro de la comunidad, como son el corredor atlántico del noroeste y la variante de Pajares, Asturias todavía no disfruta de enlaces con las regiones de su entorno que solucionen este problema histórico que ha sufrido (y todavía sufre) el Principado.
El proyecto de la prestigiosa institución educativa se basa en un plano en el que aparecen todas las vías y rutas tanto terrestres como marítimas de las que disfrutaba el Imperio Romano. Por ser una civilización en la que el comercio era una de sus bases de riqueza, el disponer de unas conexiones fluidas entre todas las regiones del Imperio era clave para que las arcas de Roma estuviesen bien llenas. Debido a ello, y a raíz del carácter estratégico de estos trazados, muchos de ellos se han usado como referencia a la hora de organizar las infraestructuras de transporte. Al haber sido una de las últimas plazas nacionales en ser conquistada por esta civilización, Asturias no pudo disfrutar de unas vías que le unieran con sus comunidades vecinas.
En el mapa de Stanford, se despliega un menú de opciones que permiten descubrir las rutas existentes, así como el flujo de movimiento en estas vías, lo que posibilita conocer las vías de mayor concurrencia del Imperio Romano. Además, se puede averiguar todas estas variables en cualquier estación del año, desde cualquier ciudad y utilizando cualquier modo de transporte. Se trata de una radiografía total del mapa viario de esta época.
Las dos grandes esperanzas para solucionar este problema histórico
Pese a las claras dificultades y problemas que ha acarreado a la región este aislamiento desde hace miles de años, el desarrollo de las infraestructuras de transporte y las comunicaciones ha paliado esta situación, y Asturias cuenta con dos proyectos que pueden acabar con estas trabas: el corredor atlántico del noroeste y la variante de Pajares.
En el primer caso, se trata de un plan europeo que planteaba una red de mercancías a escala continental que generase una ruta de transporte entre todas las regiones del arco atlántico. En sus comienzos, este proyecto no contemplaba la inclusión de Cantabria, Asturias y Galicia, comunidades que fueron incorporadas posteriormente tras recibir quejas y solicitudes para su integración en este proyecto europeo. La inclusión del Principado en esta red supone un salto cualitativo a la hora de contar con rutas de transporte de mercancías efectivas, así como el optar a fondos europeos para financiar infraestructuras de este tipo.
En el segundo caso, se trata de un trazado de alta velocidad ferroviaria que conectará Asturias con la meseta, y cuya construcción se ha ido demorando con el paso de los años. Formará parte del futuro Corredor Atlántico, y el Ministerio de Fomento espera que las obras finalicen a finales de 2020 o principios de 2021. Los sobrecostes han marcado la historia de este proyecto, que busca reemplazar la vieja vía de Pajares, y que pese a los planes del Ministerio no cuenta con una fecha fija para su inauguración. No obstante, los últimos acelerones que parece tener este proyecto dan esperanza a quienes confían en que esta demanda por fin pueda hacerse realidad.
Como se ha visto, el problema de Asturias con las conexiones terrestres viene de lejos. Es un problema de calada histórico que, aunque se hayan dado grandes pasos hacia unas mejores infraestructuras, todavía no se termina de ver la luz al final del túnel. Los avances en los últimos años evidencian un mayor compromiso con estos proyectos, que buscan dar solución al rompecabezas de las vías de transporte en la región. Porque Asturias lleva aislada desde Roma.