¿Por qué un panadero no puede vender una garrafa de gasoil?

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Un panadero
Un panadero

El presidente del colectivo critica que las gasolineras vendan pan, «pero yo no puedo vender una garrafa de gasoil en mi tienda». Confía en que la nueva norma de calidad que arranca el lunes ayude a recuperar el sector en la región

28 jun 2019 . Actualizado a las 08:35 h.

Después de más de 30 años sin actualizarse, el Gobierno aprobaba en abril el Real Decreto que establece las normas básicas de calidad para la elaboración y comercialización del pan en España, una norma que entrará en vigor el lunes y que es aplaudida por los panaderos asturianos, entre otros motivos, porque obliga «a informar al consumidor de lo que va a consumir». Esto significará, según el presidente de la Asociación de Fabricantes de Pan del Principado de Asturias y responsable de Panadería La Vienesa, Ángel Luque, que se caerán muchas caretas en torno a la fabricación del pan porque, por ejemplo, no podrá denominarse pan artesano a aquel que no haya tenido un proceso de fabricación artesano, o no podrá llamarse pan de masa madre aquel en el que se hayan utilizado levaduras aunque tenga algo de masa madre. Esta actualización, muy demandada por el sector puesto que la anterior normativa se había quedado totalmente desfasada, servirá «para que se ponga en valor el trabajo de los panaderos» porque, según Luque, «no puede quedar el panadero como un ladrón» por cobrar el pan al precio que le corresponde al producto porque «los panes de fabricación industrial cuestan menos y también se llaman artesanos», comenta.

No obstante, Luque asegura que aún hay margen para mejorar y apoyar a los panaderos. Entre las cuestiones que quedan por regular, a su entender, es que se denomine correctamente a las panaderías como lugares en los que se transforma la materia prima y se hace el producto, mientras que para los establecimientos en los que sólo se vende considera que habría que buscarles otra denominación. «El que no haga pan no debería llamarse panadería, si no despacho de pan o como quieran llamarlo», defiende Luque. Otra de sus reivindicaciones es en relación a la incongruencia de que «en las gasolineras vendan pan y yo no puedo vender una garrafa de gasoil en mi tienda». Así, entiende que también deberían regularse los puntos de venta del pan.

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El representante de los panaderos asturianos se muestra respetuoso con la libertad del cliente «de comprar lo que quiera», pero considera de suma importancia que ese cliente tenga «cada vez más información de lo que va a comprar, porque si no parece que todo vale, todo el mundo hace de todo» y la consecuencia, en su opinión, puede ser «que se pierde el oficio». No obstante, entiende que la modificación de la normativa puede contribuir a poner en valor el trabajo de los panaderos artesanos porque hasta ahora «el que se esforzaba no estaba defendido». «Ahora el consumidor, muy libre de elegir, será consciente de lo que va a comer, y si no se le da la información, habrá sanciones», comenta el mismo, que aboga por «ser honesto con el consumidor» para «que la gente cuando coma sepa lo que se lleva a la boca». Además, recuerda que el pan es uno de los primeros productos que empezamos a comer desde bebés y que el un producto que tomamos varias veces al día, por lo que pone de relieve la importancia de que sea de calidad.

En concreto, la normativa que entrará en vigor el lunes 1 de julio introduce una serie de cambios que aportarán una mayor calidad y protección a los consumidores. La principal novedad (aparte de que se aplicará un IVA reducido, del 4%, a productos que hasta ahora estaban gravados con un 10% al ampliarse la definición de ‘pan común‘, pero dejando fuera al pan sin gluten para quienes padecen la enfermedad celíaca) es que se garantiza, en parte, que los ciudadanos adquieran productos de calidad caracterizados y etiquetados. Así, la nueva norma contempla requisitos más estrictos, por ejemplo, para considerar un pan integral, exigiéndose que el 100% de de la harina empleada será integral. Para aquellos panes integrales o de otros cereales que no estén elaborados de forma exclusiva con ese tipo de harinas, se tendrá que indicar el porcentaje de harina en el etiquetado.

Pan precocido

Luque explicaba hace unos meses a La Voz de Asturias que cada semana entran en la región ocho trailers de pan precocido. Preguntado ahora si la modificación de la normativa va a frenar esa avalancha, el mismo señala que «no sé si lo va a impedir», pero se queda con que al menos el cliente vaya a tener información de lo que consume. 

En lo que confía es en que las futuras mejoras que se puedan aplicar al pan en pro de que gane calidad no vuelvan a tardar tres décadas como ha sucedido en esta ocasión porque percibe que cada vez más «la gente tiene inquietud por el pan» y eso puede volver a darle relevancia e importancia «a un oficio que se estaba perdiendo».